No lo dudó ni un segundo, Inés Revuelta vio a su madre convaleciendo por un infarto y tomó una crucial decisión.
La primera hija de Inés Sánchez se lanzó al ruedo y tomó las riendas de Teleclub tan solo un día después de que su madre cayera en cama en el 2002, tras muchos años de trabajo ininterrumpido.
“El espacio tenía que seguir su continuidad”, aseguró Revuelta.
Sin embargo, ella no se da ningún crédito por ello, todo lo contrario, Revuelta asegura que su decisión es mérito absoluto de su legendaria progenitora.
“Tanto ella como nuestro padre (Ernesto) siempre nos inculcaron que nada que hagamos hay que dejarlo botado. No soy protagonista de esto, es ella la que tiene el mérito”, aseguró Revuelta.
Un ramillete de valores, entre ellos la responsabilidad, el tesón y la entrega, es lo que Revuelta considera su mayor herencia. Claro, eso y la facilidad para desenvolverse ante la cámara, tal como su madre.
“Creo que heredé eso y mi hermana Ivannia la parte técnica, pues de hecho estudia cine en Estados Unidos”, agregó Inés.
La hija del medio, Irene, no se queda atrás. Ella es abogada, pero dice que de su mamá aprendió su amor por el piano y por el canto.
“Heredé eso y la fe en Dios. Ella siempre nos ha enseñado a confiar en él, en todo”, agregó Inés.
¡Qué años! Tanto Inés como Irene echaron “el casete para atrás” y recordaron una niñez vivida en los estudios de televisión.
“Yo, por ejemplo, utilizaba una cámara de las viejas para sentarme. Es una imagen que tengo en mi mente”, expresó Inés.
Así vivieron las tres hijas gran parte de los 50 años que tiene Teleclub en la televisión nacional.
“Pasé mucho tiempo allí, pero tengo que decir que, a pesar de las múltiples ocupaciones de nuestra madre, siempre estuvo presente. Siempre hubo tiempo para conversar, para ir a misa y forjar la unidad familiar”, aseguró.
Irene, por su parte, confesó : “Yo de niña creía que mi mamá no dormía, porque así como estaba trabajando en el programa, sacaba tiempo para atendernos. Es un gran ejemplo”.