Lisbeth Valverde fue una de esas niñas que creció fascinada con las famosas Barbies y, con el reciente estreno de la película, ella también quería su foto vestida de la muñeca.
Sin embargo, la Miss Costa Rica 2023 confiesa que no tenía el traje perfecto para la ocasión y lo encontró sin ni siquiera buscarlo. Todo ocurrió días atrás, durante la preparación para el certamen de belleza.
“Durante la competencia teníamos que ir a ensayar con uniforme negro, pero como yo sudo tanto, se me dañan los pantalones muy rápido. Entonces yo necesitaba ir a comprar pantalones, y dije: ‘voy a sacar el sábado que tengo libre para ir a la Avenida Central a buscar, porque ahí se encuentran los mejores precios’. Y me fui”, narra.
Cuando terminó de hacer sus compras, Lisbeth se fue a almorzar al Mercado Central. Posteriormente, cuando se disponía a continuar con su día, comenzó a llover y decidió escampar afuera del lugar, en una esquina.
Mientras esperaba que la lluvia cesara, vio lo que no andaba buscando: el traje perfecto para vestirse de Barbie.
“Cuando vi el trajecito yo dije: ‘me lo voy a probar’. Y de verdad, me lo compré. Me costó como ¢10.000, porque de verdad que ahí en el centro de San José se encuentran cosas demasiado baratas. Entonces, al final, casi que no gasté nada”, recuerda.
LEA MÁS: Lisbeth Valverde, Miss Costa Rica 2023: ‘Yo amo la vida. A mí, lo que más miedo me da es morirme’
Como le quedaba un poco grande, Lisbeth llegó al apartamento que alquila en la capital y lo cosió, pues asegura que es buena haciéndolo.
“De hecho, tengo una cajita con agujas e hilos. Saqué toda una noche y lo hice. Pinté los lentes de rosado con pintura, porque los tenía blancos y, aunque caminé por todos lados, no encontré unos de color rosado como yo quería. Entonces los tuve que pintar yo; también pinté un bolsito y busqué qué maquillaje podía hacerme”, comentó.
“Yo siempre he pensado que es lindo que las misses se acerquen más a la comunidad, porque a veces eso genera como un aprecio y una admiración más bonita a que simplemente la vean como muy lejana y que de cierta forma se ven como inalcanzables”, agregó.
Lisbeth, quien vive en Uvita, suele visitar escuelas, colegios y comunidades indígenas para dar clases de educación ambiental y, por ello, valora el contacto con la gente.
“Yo me dije: ‘A mí me gusta conectar mucho con las personas y me encanta siempre visitar a las comunidades; entonces ahora que no puedo hacer eso y que estoy aquí en San José, pensé que la Avenida Central era un lugar bonito para conocer más personas. Entonces aproveché que me salió la idea y caminé, conversé con las personas, me tomé mi foto y la verdad todo quedó muy lindo”, afirma.
La Miss Costa Rica, por supuesto, hizo un video de ese momento.
“Yo quería grabar la reacción de las personas, de los niños, porque obviamente Barbie es de mucha ilusión para las niñas. De hecho, algunas sí creían que yo era Barbie, entonces lo disfruté mucho y la idea al final era esa: hacer pasar un lindo momento a todos los niños”.
Valverde asegura que lo más importante es que, al final, cumplió su objetivo y se siente satisfecha de haberle dado rienda suelta a su creatividad.