El legendario Bar Río -que nació hace 35 años en San Pedro de Montes de Oca-, no ha muerto todavía. Sin embargo, para dolor de sus propietarios, la pandemia lo tiene en cuidados intensivos.
Así lo asegura Jorge Obando, uno de sus socios originales, quien desmintió los rumores del que el centro social había cerrado de forma definitiva. En redes sociales, una imagen del establecimiento con sus puertas cerradas y rótulos de “Se Alquila” colocados en su fachada, encendió las alarmas.
Obando explicó que desde el 21 de marzo el Bar Río esta cerrado de forma temporal, con la esperanza de que las medidas sanitarias del Ministerio de Salud cambien pronto, el contagio por la covid-19 disminuya y finalmente puedan volver a operar.
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“Lo del rótulo se explica fácil, pues lo pusimos porque estamos alquilando una parte del local. Río tiene 1.200 metros de construcción, de los cuales el bar ocupa solo 370, nada más. El rótulo lo pusimos enfrente del bar porque allí tiene más visibilidad”, explicó Obando.
Sin embargo, a pesar de las esperanzas de que Río vuelva a funcionar normalmente, Obando no oculta que el negocio está en una crisis aguda y teme perderlo.
“Si de aquí a diciembre no podemos abrir, creo que ahí sí tendremos que cerrar para siempre. Es doloroso, porque para nosotros es casi como perder a un hijo. Es mucho trabajo, mucho sacrificio y mucho amor puesto en este lugar”, lamentó Obando.
“Incluso, si alguien llega en este momento y nos ofrece alquilar todo el inmueble completo, analizaríamos cerrarlo de una vez por todas. Es que ya la angustia es mucha, esta situación es realmente desesperante”, agregó el empresario.
Posted by BAR RÍO on Saturday, August 10, 2019
Obando explicó que, al estar cerrado, el Bar Río no genera ingresos, pero sí continúa devengando gastos importantes para sus dueños. Por ejemplo, el empresario reveló que en este momento los socios están cancelando un préstamo por una remodelación que hicieron del local.
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“Además seguimos pagando la Caja y un arreglo de pago que teníamos con ellos. Seguimos pagando luz, seguimos pagando una empleada que estaba embarazada y seguimos pagando dos guardas”, aseguró Obando.
El Bar Río se fundó en febrero de 1984. Desde su apertura, el centro social se convirtió en uno de los puntos de encuentro más populares de la juventud de la época, marcando parte de la historia de vida de varias generaciones.
Incluso, para muchos, el Bar Río fue uno de los primeros megabares de moda.
Partidos de la Sele, cumpleaños, conciertos, despedidas de soltero y las mil y una celebraciones de estudiantes universitarios -luego de defender una tesis o aprobar un examen ‘matador’-, han sido comunes en Río. Centenares de anécdotas están grabadas en las paredes de este lugar.
“Hay que recordar que en la época en que nosotros abrimos, las mujeres prácticamente no tenían acceso a un bar, porque era mal visto que una mujer fuera a un negocio de este tipo”, comentó Obando.
“En cambio, cuando nosotros abrimos, nuestras esposas nos ayudaban en el bar, lo que dio confianza a las madres de la época, muchas amigas nuestras, de que sus hijas asistieran. Las muchachas se sentían allí seguras y pudieron hacer de Río un lugar para ir con tranquilidad. Hay muchas anécdotas, por lo que sería una lástima que tuviéramos que cerrar”, finalizó.