Los testimonios de personas homosexuales que han sufrido lo indecible por la discriminación durante todas sus vidas a menudo son tremendamente tristes y nos dejan, a quienes vivimos y dejamos vivir, con un sentimiento de impotencia y ahogo.
Sin embargo, nada nos cura de espantos y eso nos pasó el martes pasado, cuando con gran tino Canal 13 transmitió en vivo, en el gustado espacio de entrevistas Conversaciones con Ernesto Rivera, a cargo del director del Noticiero del Sinart, una plática con el respetado y querido Marcelo Castro, quien a sus 60 años (aunque parece de 40 ¡qué bárbaro!) por fin pudo ver reivindicada ese mismo día, el 26 de mayo, una de las tantas luchas de la comunidad homosexual en el país, con la aprobación de la legalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Tuvimos que tragar grueso durante varios tractos pues Marcelo, con esa ecuanimidad y serenidad que lo caracteriza, y ese respeto que inspira, narró cómo tuvo que vivir prácticamente la mitad de su vida secuestrado de sí mismo, aterrorizado ante la posibilidad de que su familia, sus jefes, colegas y hasta amigos, se enteraran de su orientación sexual.
LEA MÁS: El Topo: ¡Acharita, Marcelo Castro!
Incluso narró con todo detalle el traumático episodio que vivió en 1996, cuando se encontraba departiendo con su compañero de entonces, tomándose una cerveza en el hoy extinto bar Dejavú (Plaza Víquez) y en una ironía suprema entró la policía a hacer una redada y detrás, un equipo de Telenoticias, integrado por periodista y camarógrafo, subalternos suyos, y quienes andaban con las autoridades en una supuesta redada antidrogas.
A partir de entonces Marcelo tuvo que acopiar verdadera valentía y fue así como conversó con su familia y por supuesto, con las autoridades del Canal, quienes le ofrecieron todo el apoyo del caso. A la postre, Marcelo le daría vuelta al penoso episodio, que lo ayudó a liberarse de las cadenas que arrastró toda la vida y poco a poco, tras hacerse pública su homosexualidad, empezó a sentir que su existencia se iba normalizando al tiempo que la sociedad costarricense poco a poco se iba abriendo hasta llegar a dar el gran paso ya citado y que ocurrió esta semana.
Conversaciones con Ernesto Rivera - Matrimonio Igualitario con Marcelo Castro🎙️🏳️🌈 Conversaciones con Ernesto Rivera - El Matrimonio Igualitario en Costa Rica, una nueva realidad y conquista en Derechos Humanos, nos acompaña Marcelo Castro, periodista de reconocida trayectoria.
Posted by Costa Rica Noticias on Tuesday, May 26, 2020
Esta entrevista (colgada en nuestra edición digital) debería ser de consumo obligatorio, independientemente de la filosofía de cada quien... hablando, claro, de personas razonables que, aunque estén en contra del matrimonio igualitario y de la comunidad gay en sí, sean capaces de escuchar un testimonio de semejante calibre, y viniendo de una figura tan respetada en el país.
Aplauso de pie, además, para el periodista Ernesto Rivera, quien conduce sus entrevistas con un exquisito tino y una retórica fluida y maravillosa: escucharlo es como desplazarse en patines sobre hielo.
Y bueno como todo en la vida, hasta de lo negativo se pueden capitalizar algunos beneficios, todo depende de cada quien y su circunstancia. En este caso nos referiremos a dos figuras muy conocidas en el país, quienes han aprovechado la cuarentena para dedicarse a su salud y vaya que se les notan los resultados.
El primero de ellos es el alcalde josefino Johnny Araya, a quien nos topamos el domingo pasado en un supermercado de Escazú, cumpliendo por supuesto todos los protocolos establecidos por el ministerio de Salud. El caso es que nos saltó a la vista en segundos lo estilizado que se ve, no digamos delgado porque hasta fit luce (ay carajo), y como que su nueva figura le estimuló la vanidad y andaba vestido como un dandy.
Nos dimos a la tarea de averiguar y así supimos que, efectivamente, Araya ha perdido unos 10 kilos en lo que va del año, básicamente subió de dos a cuatro la cantidad días que hace ejercicio y, además, ha cambiado hábitos alimenticios aconsejados por la nutricionista. Eso sí, el alcalde se niega a hablar de dieta: “No creo en ninguna dieta porque por experiencia, cuanto termina, uno vuelve a subir de peso”, ha comentado varias veces, cuando sus allegados lo felicitan por sus nuevos hábitos y le piden el “santo” sobre qué hizo para lograrlo.
Y bueno, siempre en el mismo tenor, en medio de las noticias generadas por el regreso al campeonato del fútbol nacional hubo un detalle que ha sido muy comentado en corrillos y es la visible pérdida de peso del director técnico de Heredia, José Giacone, quien luce muchísimo más en forma y, por qué no decirlo, hasta más guapetón.
Averiguando, supimos que Giacone ha seguido una rutina muy parecida a la del alcalde Araya, pues en casi tres meses ha logrado deshacerse de 8 kilos y medio apelando básicamente al sentido común, es decir, empezó una rutina de ejercicio y paralelamente, varió los hábitos de alimentación, come de todo pero poquito, hace seis tiempos al día y solo se toma una copa de vino de vez en cuando.
LEA MÁS: José y Diego Giacone: Los inquebrantables hermanos que vinieron del Sur
Aunque Giacone es de verbo corto y no es muy expresivo, al consultarle sobre su estrategia y cómo se siente con los resultados, no disimuló su satisfacción: dice que duerme mejor, que se levanta más temprano, que ya no hace siesta y que se siente súper contento de ver que hay ropa que no le quedaba y ahora le queda perfecta, y que si es del caso y tiene que irse a comprar alguna prenda, también se siente feliz de poder vestirse mejor.
También dice que ha preferido ir poco a poco para que los resultados sean sostenibles y no haya efecto rebote. Como es tan corpulento y macizo, le sobresalen los musculotes. Vale más que aquella época en la que él mismo contó que lo expulsaban al menos una vez al año por pelearse en la cancha, ya quedaron en el pasado, pues a como está de fortachón y ágil, a José Giacone mejor andarle de larguito cuando se enoja.
Ya fuera de bromas, felicitamos a estos dos personajes por ponerse las pilas en pos de su salud y, por qué no, al ser figuras públicas no dejan de constituir un ejemplo para quienes quieran y puedan aprovechar el confinamiento para ir variando sus hábitos de manera que no todo este escenario tan delicado por el covid-19 nos dé un pequeño margen para torcerle el codo al “bicho” y tratar de salir fortalecidos en algún aspecto, en este caso, la salud.
Y ni modo, el coronavirus es el tema del momento y por ello muchos de nuestros comentarios tienen que ver de una u otra manera con la pandemia. Entre las medidas que han tomado los medios de comunicación para ofrecer coberturas desde diversas partes del país, está la de reclutar corresponsales en distintas comunidades y, aunque la gran mayoría se la han jugado maravillosamente, comprometidos con información oportuna y veraz, hay uno que otro que destaca.
Es el caso de Yuri Fallas, corresponsal de Telenoticias en Pérez Zeledón y de quien habíamos recibido varias alertas, en la misma sala de redacción de La Nación, sobre lo pellizcada que es la joven generaleña, quien además llama la atención por su vestimenta, muy ella, con aquellos aretotes a veces que en tiempos pasados habrían sido vetados en cualquier presentadora para que no distrajera la atención. Por dicha ya esos años quedaron atrás y ahora todo se concentra en el contenido.
Por estos días, en un post de Facebook en el que se mencionó a Yuri por su particular nombre, se armó un bonito molote de comentarios en los que la gente, aparte de vacilar por el tema de que Yuri es Jorge en ruso, se refirió en términos muy elogiosos sobre el trabajo de la generaleña, muy bien ponderado por el director de Telenoticias, Ignacio Santos, quien les ha dado gran preponderancia a los comunicadores que nos nutren desde dentro y fuera del país, y los recibe, entrevista y despide de tú a tú, con gran respeto y hasta cariño.
La cosa es que Yuri Fallas confesó este viernes, en respuesta al mismo post mencionado, que amaneció sin imaginar que, al revisar su teléfono, se iba a encontrar tremenda batahola en torno a ella y bueno, agregó varias pinceladas que no dejan lugar a duda: se trata de una gran profesional y todo un personaje.
Como que están de moda las “estrellas” sureñas, recordemos que el clon del ministro Daniel Salas, Carlos Ramírez, se volvió viral desde hace unas semanas y también es oriundo del bello cantón de Pérez Zeledón.
Para verdades el tiempo… y para la belleza, también. Aunque acaba de cumplir 32 años, definitivamente Melissa Mora está más bonita que un milagro, como diría Milo Junco.
Melissa siempre ha sido una chiquilla linda y encantadora, la verdad es que los retoques médicos estéticos y el gimnasio la han ayudado a moldear un cuerpo espectacular.
De Melissa hay que decir que siempre fue una niña agraciada, según lo comprobamos en una foto que acaba de publicar el periodista generaleño Renger Infante (¡siguen en boga los generaleños en esta edición!), quien se propuso el reto de hacer un recuento de lo que fueron las actividades más sobresalientes en el Autódromo La Guácima, donde él laboró en asuntos de prensa durante varios años; en la foto en cuestión la vemos con su cuerpo sin retocar y su cara bonita cuando apenas alcanzaba la mayoría de edad.
LEA MÁS: La boda de Melissa Mora no fue lo que todos pensábamos
Y para seguir hablando de su belleza, supimos que hace apenas una semana estuvo Melissa nuevamente en el quirófano, esta vez para eliminar unas sustancias dañinas que le habían inyectado los labios; además aprovechó para afinarse la nariz; este procedimiento debió hacérselo hace varios años cuando tuvo un accidente de tránsito y se le desprendieron los cartílagos, sin embargo dejó pasar el tiempo hasta que tuvo que corregir el problema.
De acuerdo con los que la han visto, Melissa quedó más bonita, sin embargo, ella todavía no se ha dejado ver en público ni ha subido fotos, esperando quitarse los vendajes y que baje la inflamación.
Melisa sigue muy activa como empresaria, modelo y como cantante, tanto que está esperando que pase la cuarentena para volver a los escenarios musicales. En cuanto a su negocio, continúa en la promoción de su marca de jeans Troyanos y también vende ropa interior Bésame.
Y bueno, cerramos con un ápice de preocupación y otro de solidaridad: ¿notaron lo agotado que se percibió el Dr. Daniel Salas, en la conferencia habitual de este viernes 29, cuando ofreció las últimas cifras concernientes al covid-19 en el país? Si bien es cierto, don Daniel es el legítimo ‘poker face’ y habitualmente mantiene un tono de voz lineal, sin inflexiones, este viernes lo notamos indudablemente agotado, una vez más, suplicando, literalmente, que la población respete los protocolos para evitar que la pandemia se llegue a salir de control.
A no dudarlo, el ministro Salas se ha convertido en el eje de admiración prácticamente de todo el país, que lo respeta y lo quiere, aunque no lo conozca. Le deseamos de todo corazón 1) que toda su gesta valga la pena y que la gente haga caso, aunque como él mismo ha reconocido, somos mucho más los que seguimos sus recomendaciones, que los mal amansados irresponsables que andan por la libre, y 2) Que se pegue una buena descansada este fin de semana, ojalá un masajito y hasta una frotada con injundia de gallina, como hacían nuestros abuelos cuando alguno estaba muy agotado y de bajón: quedaban como nuevos y dispuestos para la brega con tremendos bríos.