En el 2012, muchísimas personas conocieron a Emily Ratajkowski cuando fue chorreada de pintura por el cantante Adam Levine, en el video Love Somebody de Maroon 5. Al año siguiente, vendría el trampolín de su popularidad: una moneda de dos caras titulada Blurred Lines, el videoclip por el que el mundo la conoció mientras jugaba semidesnuda con carritos junto a otras dos modelos.
Las primeras reseñas indican que leer My Body —la biografía de esta superestrella que salió este martes 9 de noviembre al mercado— se convierte en una experiencia frustrante desde el punto de ver esta serie de ensayos teniendo esos videoclips como punto de partida.
Ratajkowski escribe que el cantante de la pieza, Robin Thicke le agarró los pechos desnudos mientras filmaban el video de la canción. Desde allí, el reto para la modelo y actriz ha sido sacudir la misoginia que han querido impregnarle.
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A fondo
Razones de sobra hay para tomar con cautela ciertas biografías de famosos. Por un lado, debido al conocido síndrome del escritor fantasma; por otro, porque en tiempos de banderas y movimientos muchas celebridades no han aportado a la causa, sino que han hecho de la causa algo suyo.
El caso de Ratajkowski, a juzgar por las primeras críticas al libro, pareciera ser distinto, pues desde hace años se ha convertido en una activista en pro de la mujer y los derechos humanos, y este libro pareciera enmarcarse en esa lucha.
Según las primeras reseñas al libro My Body, de aquí deviene el interés en leer estos ensayos. “Habría sido más fácil para ella haber gastado las 233 páginas de su colección de textos hablando de labios para afuera sobre la positividad corporal o tomando el control de su propia narrativa u objetivación sin tener que lidiar con una historia más complicada. Ella podría disfrutar de su cuerpo esbelto y la carrera que le brindaba su físico sin tener que examinar cómo llegó aquí”, escribió el portal Waterstones.
“En cambio, la colección de ensayos intenta darle sentido a su infancia, su trabajo como modelo, su valor fuera de su cuerpo y la forma en que los hombres dentro y fuera de la industria del entretenimiento la han tratado. Honestamente, todo el libro es bastante deprimente, un constante tira y afloja entre la autoconciencia de Ratajkowski y las fuerzas mayores que la mercantilizaron. Sí, su belleza la ha hecho exitosa, pero también significa que rara vez ha tenido control sobre su imagen pública y cómo la perciben las personas. Si hay una pregunta que impulsa el estudio de la cultura de Ratajkowski en sí misma, sería: ¿Tenía control sobre su propia carrera y cómo se veía a sí misma?”, se lee en la reseña.
Para ahondar en esa pregunta, la autora desarrolla en cada capítulo la forma en que su cuerpo pasó a ser percibido por la opinión de todos, incluido el seno de su casa. “La belleza fue una forma de ser especial para mí”, escribe en el capítulo Lecciones de belleza, que continúa diciendo que “Al sentirme especial, sentía más el amor de mis padres por mí”.
Pero su relación con su madre se describe compleja y tensa en ciertos momentos porque Ratajkowski tiene el tipo de cuerpo que su madre, Kathleen, deseaba para ella. Kathleen animó a Ratajkowski a desafiar los códigos de vestimenta de la escuela y le enseñó que se le permitía presentar su cuerpo como quisiera. La modelo mira esto en perspectiva como un arma de doble filo para descubrir y reflexionar en cada capítulo, los cuales revelan el doloroso detrás de escena de su fama mundial.
El libro se puede encargar por Amazon desde este martes, por $19 en tapa dura y por $13 en versión digital para Kindle.