Jéssica Jiménez, de 25 años, conquistó la corona como Miss Costa Rica Mundo. La elección se realizó este 15 de octubre en el Teatro Eugene O´Neill, ubicado en barrio Dent.
La estudiante de medicina y terapeuta de lenguaje es portadora de una corona con propósito, pues la premisa de este concurso es promover “la belleza integral” y, además, desarrollar proyectos sociales.
Como comentó semanas atrás en entrevista con La Nación, ella trabajará en un proyecto que pretende impactar positivamente en los niños por medio del empoderamiento y apoyo en el área de terapia de lenguaje.
“Uno empieza a morir en el momento en el que deja de soñar. Quiero que la gente crea en sus capacidades, que se conozca como persona, que se desarrolle como ser humano y pueda seguir con capacidad de soñar. Lo voy a trabajar con niños. Voy a desarrollar talleres que voy a impartir en varias escuelas y fundaciones”, dijo en aquella oportunidad.
La elección de la ganadora estuvo a cargo del jurado integrado por Laura Mta, Miss Costa Rica 2000; Maureen Boza, Señora Costa Rica 2016 y Daniel Esquivel, Mr World Costa Rica 2016.
Jéssica representará al país en el concurso internacional que se realizará el 14 de diciembre, en Londres y en el que cada participante demostrará su belleza integral y defenderá su proyecto de ayuda a los demás.
Valeria Rees se convirtió en virreina de este certamen y Devy González en segunda finalista.
[Miss Costa Rica Mundo renace con nueve candidatas que promueven causas sociales]
Una noche especial
La noche de este 15 de octubre fue significativa pues Miss Costa Rica Mundo renació. Aunque el país ha tenido participación en el certamen de belleza internacional desde 1965, esta es la primera ocasión en que se realiza un concurso para elegir a la representante costarricense.
Inicialmente, la abanderada tica en el relevante concurso era la virreina de Miss Costa Rica; sin embargo, en el 2007, la franquicia fue adquirida por Allan Alemán, director de Reinas de Costa Rica, quien por medio de un casting interno elegía a la candidata. El 2016 marca el último registro de una costarricense en ese certamen de belleza.
En esta nueva etapa, la gala comenzó a las 8:30 p. m. Los asistentes empezaron a llegar desde las 7 p. m.; como preámbulo, se ofreció un espectáculo musical que tranquilizó las ansias del público.
Una vez que los músicos salieron del escenario, el telón se levantó para dar paso a las nueve candidatas.
Devy González, Ivonne Cerdas, Jéssica Jiménez, Katherine Mata, Kristel Gómez, Marianella Chaves, Priscilla Mora, Rosana Rodríguez y Valeria Rees aparecieron, en ese orden, luciendo trajes de baño de dos piezas.
Cada una se lució y caminó por seguridad por la iluminada pasarela. Sus pasos eran incentivados por el apoyo de las barras que cada una tenía en el público del teatro. Gritos y aplausos animaron a cada candidata y las hicieron sentir como la mejor de la noche.
Luego de la primera aparición de las aspirantes, se aprovechó para coronar a las nuevas Reina de la Paz, Señora de la Paz y Miss Costa Rica Latina, todas pertenecientes a otras tres franquicias que posee Erick Solís, actual director de Miss Costa Rica Mundo.
La velada continuó con un nuevo número musical: Priscilla Castro y el saxofonista Diego Campos llenaron de energía el recinto gracias a la potencia vocal de la cantante y a la buena ejecución del instrumento. Luego, llegó uno de los momentos más esperados: la pasarela de gala.
Las chicas reaparecieron con espectaculares vestidos que sobresalieron por sus diseños y brillos. Cada pieza fue diseñada por el nicaragüense Erick Bendaña y predominaron el dorado, el celeste, el rojo y el dorado.
De seguido, las candidatas se reunieron en escena, pues recibieron premios de patrocinadores. Jéssica Jiménez fue reconocida como “mejor rostro”, Kristel Gómez como “la chica más simpática y carismática”; y Devy González como aquella mujer de “la mejor silueta y gran disciplina”. Además, Priscilla Mora obtuvo el premio Chica Kalos, que le otorgó tratamiento de pestañas y uñas por un año.
Las candidatas regresaron vestidas de gala, pero con su corazón desnudo. Cada una tomó el micrófono por minuto y medio para hablar de sus sentimientos y del proyecto social que quieren realizar siendo reinas o no. Con su mensaje buscaron inspirar al público a solidarizarse con causas que necesitan ayuda.
Colaborar con personas con discapacidad, chicos con cáncer, mujeres privadas de libertad, bebés con condición de labio leporino, fueron algunas de las iniciativas expuestas.
También ofrecieron respaldar a pequeños huérfanos, así como apoyar a jóvenes que sufren una enfermedad mental y a víctimas de trata de personas.