En medio de la angustia mundial provocada por el covid-19 en todo el planeta, surgen historias paralelas que no tienen que ver con la pandemia pero que también están provistas de drama, dolor, lucha, retos y valentía... tal es el caso de la exreina de belleza colombiana Daniela Álvarez, Miss Colombia 2011, quien en el último mes sufrió una inesperada crisis de salud que culminó el pasado sábado con la amputación de su pierna derecha a partir de la rodilla.
Figura pública en Colombia por haber representado a ese país en el concurso Miss Universo, y también como modelo y presentadora de televisión, Daniela ya había trascendido las fronteras de su país por cuenta del famoso certamen de belleza, pero en este aciago 2020 ha acaparado titulares a lo largo y ancho del continente e incluso alrededor del mundo, esto debido a la forma en que asumió desde hace un mes un padecimiento que se fue complicando hasta terminar con la radical decisión de amputarle una de sus extremidades.
La cirugía fue la culminación de un calvario que se inició hace poco más de un mes, un reto no solo para ella si no para el equipo médico que la trató desde el principio y que tuvo que someterla a cinco cirugías que se sucedieron conforme se fue agravando la condición de Daniela.
Como ella misma lo ha reseñado en su cuenta de Instagram, todo comenzó cuando se detectó una pequeña masa del tamaño de una moneda en la zona del abdomen. De inmediato acudió a cita médica y se decidió someterla a una cirugía que en principio se presupuestó como “sencilla” pero que no resultó como tal porque el “bulto” estaba adherido a la aorta y ese mismo día tuvieron que intervenirla de nuevo para realizarle una reconstrucción en la arteria, la que también se complicó.
En palabras sencillas, siempre de acuerdo con las explicaciones de la hermosa joven, una tercera cirugía que pretendía realizarle un injerto había resultado exitoso, pero terminó sufriendo una isquemia (detención o disminución de la circulación de la sangre) que le bloqueó el flujo sanguíneo “desde la parte de mi ombligo hacia abajo hasta mis pies”, dijo en un video en el que aparece con la pierna izquierda vendada, y que forma parte de la seguidilla de posts en los que Daniela, pese a su cada vez más grave situación, siguió compartiendo con sus seguidores.
En una cuarta cirugía se trató de resolver su problema de circulación, pero una vez más, el resultado no fue el esperado y su pie izquierdo estaba seriamente comprometido.
Fue entonces cuando tomó la dura decisión de someterse a una amputación para poder utilizar una prótesis con la que tendrá mucha más autonomía que con su pie, que había dejado de ser “funcional”, según explicó a sus seguidores antes de someterse a la última operación, el pasado sábado 13 de junio.
A esas alturas, los mensajes de ánimo y apoyo de millones de seguidores, incluso testimonios de quienes habían pasado (o estaban viviendo) trances similares, se contaban por miles.
Antes de ingresar al quirófano, escribió en su IG: “Hoy te doy gracias Señor, Virgencita, familia y a todos ustedes por estar siempre conmigo. Mi fe, mi tranquilidad y optimismo se lo debo a Dios. He vivido momentos muy difíciles, experimentado los dolores más fuertes que puedan imaginar, ya solo me falta un paso. Vendrán meses difíciles, pero estoy segura que viene lo mejor para mi vida. Oren por mí (...) Yo tomé la decisión entre tener un pie no funcional a tener una opción de una prótesis que me deje volver a bailar champeta, que me deje volver a bailar bachata, que me deje poder correr, montar bicicleta y todas las cosas que me gustan, decidí tener esta cirugía”, dijo la barranquillera de 32 años, soltera y sin hijos, pero quien ha sido apoyada en todo este trance por su exnovio, el actor Lenard Vandera, una actitud que también ha sido muy aplaudida por los seguidores de la exreina de belleza".
Y es que, a juzgar por sus publicaciones, ella se nutrió férreamente de aquella red de contención y, a solo unas horas tras despertarse de su quinta intervención, compartió la primera fotografía, ya sin su extremidad, en la que posa para la cámara acompañada de su familia y con una amplia sonrisa.
“Quiero compartir con ustedes mi nueva versión. Amo mi cuerpo igual que antes. Estoy feliz de estar aquí en este mundo para superar todos los retos que vienen en mi nueva vida. Sé que de la mano de Dios todo lo lograré”, afirmó en Instagram. “Pies, para que los quiero, si tengo alas para volar. ¡Vamos para adelante!”, añadió con un optimismo desbordado.