Aunque su cumpleaños real es el 21 abril, la reina Isabel celebró de forma oficial sus 95 años este sábado con una ceremonia militar reducida, por motivo de la covid-19, y con la ausencia de sus familiares más cercanos.
La ausencia de sus hijos y nietos en el festejo, se debe a las restricciones impuestas para frenar la covid-19, ya que, en el Reino Unido, solo se permiten eventos con máximo 30 personas en espacios abiertos y solamente seis individuos o dos familias en espacios cerrados.
Aunque la reina se mostró animada, el evento tuvo un aire de tristeza. Este es el primer cumpleaños oficial que Isabel II celebra tras la muerte de su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, quien falleció el pasado 9 de abril, 12 días antes del cumpleaños de la reina.
El tradicional desfile llamado Trooping the Colour se celebra el segundo sábado de junio y se le considera el festejo oficial del cumpleaños de la monarca británica.
El año pasado, la actividad fue cancelada por motivo de la pandemia y solo se realizó un pequeño acto militar. Este año cambió su locación, ya que en lugar de realizarse en los alrededores del Palacio de Buckingham, en el centro de Londres, se realizó en el castillo de Windsor, la residencia real ubicada en las afueras de la capital inglesa.
El desfile contó con la participación de la compañía de Guardas escoceses, caballería y músicos. Se caracterizó por un formato reducido pero vistoso y respetando el distanciamiento social.
La reina asistió en compañía de su primo Eduardo, duque de Kent de 85 años, y observó el acto desde una carpa instalada para la ocasión y bajo estrictos protocolos sanitarios por la pandemia.
La tradición de tener una celebración oficial de cumpleaños, aparte de la fecha real, data de siglos atrás. Se creó con la intención de tener una ceremonia más pública y en una época con mejor clima, por esa razón se escogió el segundo sábado de junio.
Para finalizar, se lanzaron 41 cañonazos en honor de la reina, mientras que aviones acrobáticos de la Real Fuerza Aérea (RAF) británica efectuaron su tradicional vuelo dejando un rastro de humo rojo, blanco y azul.
La reina Isabel II ha tenido una agenda muy ocupada en estos días, ya que es la anfitriona de la cumbre G7 que se realiza en este momento en Inglaterra. En este encuentro se reúnen los mandatarios de la siete economías más importantes del mundo.