(Fotos) Príncipe Felipe de Edimburgo visitó Costa Rica en dos ocasiones, bromista y elegante
En 1975 y 1988, cuando visitó el país, el fallecido duque de Edimburgo se ganó el corazón de los costarricenses. Así lo constatan las fotos y notas periodísticas de ‘La Nación’ de ese entonces
Pancartas de bienvenida, miradas curiosas y hasta empujones para tratar de estar lo más cerca posible del distinguido visitante, así fueron las visitas del fallecido príncipe Felipe, duque de Edimburgo, quien murió el viernes 9 de abril a los 99 años.
De acuerdo con los archivos de La Nación, quien en vida fue el esposo de la reina Isabel II, visitó Costa Rica en dos oportunidades. La primera fue una visita en 1975 en la que recorrió buena parte del territorio nacional con actividades en San José, Alajuela y Limón.
Los miembros de la monarquía inglesa, acostumbrados a guiarse por estrictos protocolos, suelen ser distantes con los lugareños de los sitios que visitan. Incluso, la nota de este periódico describe como imperturbable al príncipe y asegura que las demostraciones de cariño fueron en una sola vía.
No obstante, también se registraron momentos en los que se rompió el protocolo y conversó de cerca con algunos vecinos curiosos y hasta bromeó durante su participación en actos oficiales, fiel a su singular personalidad.
Por ejemplo, durante su visita a Atenas para ver los terrenos donde se construiría la Escuela de Ganadería, Felipe bromeó con dos campesinos. Cuando uno de ellos le respondió que tenía seis hijos, Felipe le dijo en el típico humor inglés: “eso está mucho mejor”, ya que el otro le había dicho que tenía nueve.
Luego, Felipe preguntó cuando iniciaría la construcción y le respondieron que aún faltaban dos semanas. De nuevo, su humor característico estuvo presente y dijo: “me mandan un telegrama”.
Por su parte, a la ciudad de Heredia, llegó en un auto Rolls Royce hasta el frente de la iglesia, se bajó y entró a paso firme. Los lugareños aprovecharon y también entraron al templo mientras el escolta del príncipe quedaba atrás. Se armó tal tumulto que incluso se dieron empujones para llegar a estar más cerca de él, lo cual motivó que lo sacaran de inmediato por razones de seguridad. El príncipe solo atinó a alzar la mano para despedirse y marcharse.
La segunda fue una visita en 1988, con motivo de Asamblea General de la Unión Internacional para la Conservación en la que participó con representantes internacionales, incluído el expresidente Óscar Arias.
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