La duquesa de Sussex, Meghan Markle, esposa del príncipe Enrique, es una de las asistentes más observadas durante el funeral de la reina Isabel II, es por ello que durante las transmisiones de la solemne despedida de Su Majestad, la exactriz fue captada secándose una lágrima del rostro.
Con su cara notablemente compungida, el momento en el que Markle se mostró más conmovida fue cuando el féretro con los restos mortales de la reina fueron retirados de la Abadía de Westminster para seguidamente ser trasladados hasta la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor.
Despedida
Durante su estancia en Westminster, la duquesa se mantuvo cerca de la reina consorte Camila, y de la princesa de Gales, Kate Middleton, quien acudió al funeral en compañía de Jorge y Carlota, sus hijos mayores.
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Más tarde, Meghan y su esposo, el príncipe Enrique, se sentaron juntos durante la ceremonia religiosa, informó Daily Mail.
Durante el funeral, Meghan quiso honrar a la reina utilizando un par de pendientes que Isabel II le obsequió.
Meghan y Enrique, duques de Sussex, han permanecido en Inglaterra, sin sus hijos, durante los días de luto tras la muerte de la reina. Aún en estos tiempos han dado de qué hablar porque tras renunciar a sus obligaciones reales, no fueron invitados a una recepción que el rey Carlos III organizó en Buckingham para dar la bienvenida a algunos jefes de estado el 18 de setiembre.
Además, han recibido críticas por caminar tomados de la mano durante sus apariciones públicas en actos oficiales.
Un rey conmovido
Mientras sonaba una solemne melodía de gaitas en la abadía de Westminster, fue el rey Carlos III quien no contuvo el llanto mientras miraba el ataúd de su madre Isabel II.
Más tarde, cuando los restos de la monarca eran colocados en la bóveda real, ubicada en la capilla de San Jorge, en Windsor, el rey volvió a mostrarse muy dolido por la partida de su madre.