La fortaleza de los Zamora Rodríguez es invencible y se agranda con cada proceso que superan. En julio se informaba que Gerardo Zamora había salido victorioso de una cirugía en la que le retiraron cuatro tumores. Este diciembre la noticia fue que el periodista debía ingresar de nuevo al quirófano debido a que dos masas estaban creciendo: una en la zona en la que extirparon el ojo derecho y otra en la zona izquierda de la frente. Esa fue su octava cirugía y afortunadamente todo salió bien durante la intervención.
Actualmente, Gerardo Zamora está internado en la unidad de cuidados intensivos, esto para tener una mayor vigilancia, sin embargo, su recuperación ha sido tan extraordinaria que su familia está asombrada, pero sobre todo, agradecida.
El periodista despertó pronto tras la operación y le ha contado a su familia cuánto disfrutó una gelatina que le sirvieron y, la mañana de este 15 de diciembre, envió fotos de lo “bueno” que se veía el pinto con huevo que le ofrecieron para desayunar.
La actitud frente a la vida de Gerardo Zamora es optimista y se acrecienta tras cada operación.
Ginnés Rodríguez, su esposa y compañera fiel en esta lucha, que suma más de dos años contra un tumor meningioma, comentó cómo se encuentra su esposo. Al escucharlo tan bien, la presentadora tiene el anhelo de que este jueves 15 lo pasen a un salón normal y que ya el viernes le den el alta médica. Confía en que su deseo sea compatible con el criterio de los doctores.
“La cirugía fue ayer (miércoles 14) y él está super bien. Uno siempre se sorprende, aunque ya es la norma en él: cada vez que lo vemos en un post operatorio está despierto, comenta al respecto y dice que no tiene dolor. Hoy avisó que durmió excelente. Con el tema del pinto notamos que tenía muchos deseos de comérselo. Son cosas que indican que la recuperación va por buen camino. Son píldoras de paz, satisfacción y calma para el resto de la familia”, comentó Ginnés.
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Más que prueba, proceso
Ginnés y Gerardo hablan de lo que viven porque buscan naturalizar el tema, y sobre todo, ayudar a quienes estén pasando por situaciones difíciles. Sus entrevistas se han vuelto recurrentes, porque los tumores no han dejado de reaparecer. Sin embargo, no viven con incertidumbre, pues han aprendido a verlo como parte de un proceso.
“Hemos ido entendiendo que cada una de estas cirugías no son el fin. Uno quisiera verlo con fe e ilusión de que no haya más (tumores ni cirugías), pero entendemos que el comportamiento del tumor es otro: las cirugías permiten conocer mejor la enfermedad y darle calidad de vida a Gerardo”, comentó Rodríguez.
Ginnés explicó que el tumor recién retirado, que había aparecido en el párpado derecho, creció tanto que le impedía usar lentes. Además, estas masas ejercen presión, por lo que se terminan generando intensos dolores de cabeza.
“La idea de la intervención es que él pueda realizar las actividades diarias de forma más cómoda. Que no tuviera que dejar a los chicos en media película porque no aguantaba el dolor de cabeza. El objetivo de la cirugía es que esté en casa en Navidad: qué pase una Noche Buena y un feliz fin de año, disfrutando de la familia. Parece que ese objetivo se va a cumplir. Gera va a estar en Navidad para comerse uno o más tamales”, comentó la esposa.
Los tamales que disfrutarán serán los de la abuelita de Gerardo, quien ya invitó a la familia para que la visiten el 24 de diciembre.
Pasar por este proceso de salud, en las vísperas navideñas, no genera molestias a la familia. Más bien, los inunda el sentimiento de esperanza, al saber que Zamora no pasará las fechas especiales hospitalizado.
“Afortunadamente lo logramos esquivar (que estuviera hospitalizado para Navidad), gracias a la recuperación. Está sorprendemente bien”.
Gerardo además está agradecido, pues la habitación en la que se recupera se encuentra en un tercer piso, en la que cuenta con una vista agradable de Heredia y un televisor, artefacto indispensable en días de Mundial de Fútbol. Lo que parecen detalles simples, ayudan a evidenciar que aún dentro de lo complejo siempre hay “pequeñas luces de alegría, felicidad y motivación para celebrar”, dice Ginnés.
¿Por qué el tumor vuelve?
Anteriormente, Ginnés contó a La Nación que Gerardo ha enfrentado en repetidas ocasiones a un “tumor necio”. En su caso, lo que ocurre es que la manifestación que se le presenta es la atípica.
Existen tres tipos de meningiomas, en el 90% de los casos (el grado 1), los tumores avanzan lento y en ocasiones ni siquiera se requiere operación. Si se extirpan luego reaparecen, eso ocurre hasta 20 años después.
Los grado 2 son tumores que reaparecen cada cinco años. Y el tipo 3, que es el que enfrenta Gerardo, es muy poco común y las masas se presentan en cuestión de meses.
“Donde haya meninges (tejidos entre el cráneo y el cerebro) es posible que vuelvan a aparecer”, explica Rodríguez.
Sobre las posibilidades de que los tumores regresen, los Zamora Rodríguez han aprendido a sobrellevar la realidad y a tomarlo con calma.
“No es sencillo, me ha costado mucho. El doctor ha tenido un papel muy de mentor para decir: vamos un paso a la vez. Vamos avanzando conforme se presenten. Ahora enfoquémonos en que se recupere de las heridas y vemos qué hacer”, cuenta Ginnés, quien es madre de Luciana y Marcelo Zamora Rodríguez, niños que han comprendido la situación de su padre y le transmiten su amor.
Lo que viene
Ginnés Rodríguez comentó a La Nación que actualmente están pensando en alternativas para Gerardo en el exterior. Pronto, una muestra del tumor será enviada a Boston, en Estados Unidos.
“La idea es conocer mejor qué hay detrás del tumor y buscar si hay algún ensayo, estudio clínico o medicamento que se esté probando y que ayude a desacelerar el crecimiento (de los tumores). Eso es lo siguiente que tenemos en mente. Hemos aprendido a que si los tumores van volver a aparecer, hay que tomarlo con calma”, confió.
Los Zamora Rodríguez no se afanan pensando en el futuro, viven y agradecen el presente. Celebran cada victoria, como la recuperación tan acelerada de Gerardo tras esta octava operación. Lo que venga lo dejan en manos de los expertos, y sobre todo, en las de Dios.