El rostro de Hanzell Carballo en la memoria pop de Costa Rica, aunque desde hace más de un lustro no se le vea en la pantalla chica.
Fue a mediados de los 2000 cuando apareció en VM Latino y se convirtió en una de las figuras juveniles más populares de la televisión. Posteriormente saltó a Teletica, apareciendo en programas como En Vivo y El Chinamo, entre otros. Su carrera había comenzado en la radio desde 1997, pero fue su rol en la tevé el que catapultó su nombre.
Fue a mediados de la década pasada que la presentadora sorprendió con una nueva facetal la musical. En el 2014 lanzó su primer disco titulado Luna y desde entonces ha enfocado sus energías en su obra como cantante cristiana, al mismo tiempo que se alejó en silencio de la esfera mediática.
Hoy recuerda que su pasión por las cámaras nunca ha desaparecido y que, si bien se siente satisfecha entre micrófonos y canto, no descarta volver eventualmente a la pantalla chica.
Sobre sus nuevos propósitos para este 2023, Carballo conversó con Viva.
— El 2023 se mira como el año en que la pandemia finalmente quedó atras. ¿Cómo se siente al encarar este nuevo año? ¿Hay menos limitantes para emprender proyectos?
— Bueno, en estos tiempos ya no se puede ni hablar de estabilidad ni lo que va a pasar el día de mañana, porque estamos aún expuestos a que todo dé un giro. No es por ser negativa, sino muy realista al ver las noticias en China y Europa con lo que sucede hoy con el covid-19, tal como pasó a finales del 2019. De nuevo se está repitiendo la historia casi como una copia, cuando llegó aquí ese virus al año siguiente.
”Pero bueno, en mi caso con o sin pandemia he aprendido que Dios sigue estando presente. La palabra dice que disfrutemos de los buenos tiempos siempre que podamos, y que cuando lleguen los malos tiempos, reconozcamos que ambos proceden del Señor, para que todos se den cuenta de que no hay nada seguro en esta vida’.
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”Así que debemos de caminar confiados de que estamos en el mejor refugio de sus promesas. No quiere que nos preocupemos por nada ya que Él sabe lo que necesitamos, si es un trabajo, ropa, comida, una idea creativa...
—¿Cuáles son sus principales propósitos para este año?
—Inicié el año súper enfocada en una graduación que tendré pronto en México sobre alphabiotismo, una terapia que trata de alinear la columna vertebral y los hemisferios del cerebro para ayudar a la gente a tener mejor calidad de vida en su cuerpo, alma y espíritu.
”Y paralelamente estoy escribiendo un libro sobre nuestra identidad verdadera en Cristo. Tengo unos videos que grabé recientemente en Perú y pienso lanzarlos en estos meses.
”En mis redes cada día sigo haciendo contenido positivo para las personas que quieran recibirlo.
—¿Cómo entra su faceta en la música para este año? ¿Es su principal interés?
—Sí. La música no para. Trato de sacar por lo menos cada dos meses un video. Es una manera de llevar el mensaje de Dios que da consuelo, paz y hasta gozo a muchos corazones, así que así seguirá a menos que Dios dicte otra dirección.
—Es habitual leer en sus redes sociales comentarios de mucha gente que se pregunta si usted volvería al frente de las cámaras. ¿Qué piensa al respecto?
—A mi me sigue apasionando la televisión. Es algo que no muere. Lo que sí cambia es la perspectiva y misión de lo que uno va a hacer. El mismo conocimiento de la palabra lo hace a uno madurar y querer participar en proyectos que arrojen luz.
”Así que si es para algo que edifique, yo lo haría súper feliz, pero en lo secular hay que ser realistas: no se dan casi proyectos con ese tipo de contenido.
—Esos comentarios aparecen porque mucha gente quisiera volverla a ver por el cariño que le guarda. ¿Qué cree que ha hecho usted para cosechar a los seguidores con el paso de los años?
—Bueno, sinceramente antes eran más seguidores (risas), hay que ser sinceros, pero los que quedan es porque tienen hambre de espiritual y debe de ser que encuentran un oasis en medio de sus desiertos. Eso es bello.
”Es de gran bendición ser una voz que les pueda edificar, consolar o animar para que se llenen de fe y sigan firmes en su trayecto diario. A cada uno Dios nos ha dado talentos diferentes; lo importante es que los pongamos a su servicio para que podamos cumplir nuestro propósito llevando una vida de abundancia a su lado sin que nada de lo que pase afuera nos aflija.