El conductor del programa Giros, Ítalo Marenco, compartió una reflexión significativa en esta Navidad a través de sus plataformas de redes sociales después de un encuentro con su amiga conocida como “Trafiquina”.
Como parte de su rutina habitual, Ítalo suele visitar a su amiga en su camino hacia el trabajo; sin embargo, la visita del 12 de diciembre se destacó como un encuentro particularmente especial que generó una profunda reflexión.
“Trafiquina”, de nombre Janeth Peréz, reveló al comunicador que no experimenta ninguna emoción durante la temporada navideña y se encuentra en soledad. “Las mamás y los papás son lo más importante en la vida, y Dios”.
A pesar de esto, Ítalo aseguró a su amiga que ella no está sola, ya que cuenta con su apoyo y también con una familia virtual a través de las plataformas sociales.
Este momento resonó profundamente en Ítalo, ya que le recordó la ausencia de su propio padre y la experiencia de enfrentar la primera Navidad sin su compañía.
Ítalo afrontó el fallecimiento de su padre, Álvaro Marenco, a la edad de 79 años, luego de someterse a una intervención quirúrgica el 11 de enero para extirparle un cáncer. No obstante, el deceso se produjo el 9 de febrero después de enfrentar semanas de lucha en una unidad de cuidados intensivos.
“Gente linda, ¿cómo están? Bueno, hoy me quedé un ratito con ‘La trafiquina’. Creo que compartimos un mismo sentimiento: esta Navidad tiene un sinsabor, y es la primera Navidad sin mi papá. Son fechas muy retadoras para aquellos a quienes les hace falta esa persona especial”, expresó el presentador.
Ítalo continuó reflexionando sobre cómo a menudo se visualiza la Navidad con árboles llenos de regalos y mesas repletas de comida, con familias riendo y compartiendo momentos, pero también reconoció las diversas realidades que pueden existir durante esta temporada, especialmente cuando falta alguien querido.
Además, Marenco compartió que su padre había superado una intensa batalla contra el Covid-19, una experiencia que requirió un esfuerzo considerable para su recuperación.
“Por eso, nada más quiero cerrar diciéndoles: valoren mucho a su papá, valoren mucho a su mamá, chinéenlos, ámenlos, valoren el tiempo juntos, por favor. El cuerpo es tan frágil que en cualquier momento nos podemos ir, pero no podemos irnos sin dar ese abrazo o ese beso”, destacó Marenco de manera nostálgica.
“Si alguien no tiene con quién pasar Navidad, invítelo a la casa, pasen a la casa de alguien a dejarle un ‘gallito’. Creo que también dejamos de hacer eso porque hay gente que tal vez no la está pasando bien en estas fechas, que son bastante retadoras. Un abrazo y que Dios bendiga sus hogares”, concluyó Ítalo.