Este miércoles 5 de setiembre falleció el reconocido y respetado periodista deportivo Javier Rojas González. Así lo confirmó a Viva su hija Rosa María Rojas.
“Para la honra y gloria de Dios, mi papá ya está descansando”, declaró. Su cuerpo será velado en la funeraria Shalom, en Tibás; a partir de las 5 p. m. de este miércoles y su sepelio será el jueves 6 de setiembre, a las 11 a. m., en la iglesia de ese cantón.
Vida
Cuando en su infancia pateaba semillas de jocotes, Javier Rojas no vislumbraba el futuro que tendría con el deporte. Aunque no sobresalió como jugador, sí se convirtió en un gran periodista deportivo que sumó más de 60 años de carrera.
Hijo de Javier Rojas y Cayetana González nació en Tibás, pero en su adolescencia se trasladó hasta Alajuela. Su mamá, Cayetana González, necesitaba vivir en un clima cálido y decidieron mudarse de provincia. Viviendo allí, a sus 17 años y sin haber terminado la secundaria, tuvo su primera oportunidad en la radio, medio de comunicación que fue su mayor amor durante más de seis décadas.
Radio Ecos del Poás fue su primera casa. Sin tener conocimiento, llegó hasta los micrófonos; su buena actitud y poderosa voz hicieron la yunta perfecta para que Rojas sobresaliera.
Su gran pasión por el deporte lo llevó hasta las cabinas de Radio Columbia, emisora en la que juró se retiraría; siempre estuvo agradecido porque afirmaba que Columbia lo forjó. En esa empresa cumplió más de 50 años de trabajo.
Había analizado dejar la radio para el 2016, sin embargo, en este 2018 dijo que se quedaría al menos dos años más. Su vehemencia por el medio de comunicación que consideraba “más importante” lo hizo permanecer hasta que las fuerzas se lo permitieron: por unos dos meses él estuvo fuera de su querida emisora, misma de la que se despidió el viernes 31 de agosto.
El fútbol lo llevó a ocho mundiales (cubrió los mundiales de México 1970, Alemania 1974, Argentina 1978, España 1982, México 1986, Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998); sin embargo, hay uno que siempre atesoró en su corazón: Italia 90. Las experiencias más gratificantes que tuvo en cuanto a su labor profesional siempre estuvieron ligadas con el deporte, mas su gran y real pasión fue la política.
LEA MÁS: Las verdades de Javier Rojas González
Nunca ejerció un cargo en el Gobierno, pero sí ayudó a varios candidatos que se convirtieron en presidentes. En una entrevista a mediados de marzo del 2018 dijo a Viva que lo hacía “por simpatía”.
“Recuerdo las coberturas que hice con don Mario Echandi Jiménez, candidato a la presidencia de 1957. Me subí con el gran piloto Marcos Naranjo en su avioneta. Esa vez le pusieron dos parlantes en las alas. Yo era el que iba diciendo: ‘vote azul, vote azul’. Pasábamos casi al ras de los techos de las casas...
Me gustaba ayudar. Y ayudé a don Mario, al doctor Calderón Guardia; él perdió en el 62. En el 70 le ayudé de nuevo a don Mario Echandi; en el 74 a don Rodrigo Carazo, quien en el 78 fue presidente con el partido Coalición Unidad Social Cristiana con la bandera celeste y blanca. Ayudé a Rafael Ángel Calderón Fournier, a don José Joaquín Trejos; él fue un ídolo para mí”, recordó aquella vez.
Rojas González también apoyó a Miguel Ángel Rodríguez, a quien tuvo como compañero de escuela en la Buenaventura Corrales. Cuando colaboraba en política, pedía permiso en sus trabajos como periodista.
LEA MÁS: El repaso de los momentos más importantes de su vida que hizo Javier Rojas con 'La Nación'
Institución
La verdad fue algo que Rojas siempre procuró tener en su boca. Su mamá le heredó el valor de la sinceridad y también la buena memoria, aliada que le respaldó en reiteradas ocasiones cuando tuvo que confrontar a alguien que mentía.
Muchas veces tuvo enfrentamientos y hasta afrontó demandas por lo que decía, mas siempre salió victorioso ante aquellas contiendas.
“Me gusta decir la verdad, me gusta ser duro cuando tengo que ser duro. Tengo buena memoria. Eso siempre me lo he reconocido y ante esa situación yo vine a dominar un campo donde se necesita no ser blando ni tampoco andar pasando la mano por la espalda: diciendo (a los demás) gracias, gracias”, detalló Rojas González en el 2018.
La única mentira que recordaba fue la que le dijo a su mamá cuando cursaba los primeros años escolares en la Buenaventura Corrales. La niña Baby Castro le mandó una nota (recado) a la madre y aquel niño no la mostró. Cuando la mamá sabía la verdad le preguntó que si era cierto lo de la nota y él lo negó. Esa mentira hizo que su progenitora le enchilara la boca. A partir de ese momento, él aprendió a nunca mentir.
Rojas fue considerado una institución: recibió el respeto y admiración por su imponente carácter y su transparente labor.
Fue presidente del Colegio de Periodistas en 1980, representante del Saprissa en la Federación Costarricense de Fútbol, presidente de la Federación de Baloncesto de Costa Rica y directivo de Ramonense en la Primera División. También es Hijo Predilecto del cantón de Tibás.
Muy fiel a su estilo, Rojas González ventiló sus gustos. Siempre profesó su amor vehemente por el Herediano, la afición fue heredada por su mamá. Como amante de sus colores tuvo “el privilegio” de escribir Ninguno pudo con él tema (musicalizado por Otto Vargas, fallecido el pasado 13 de febrero 2016) insignia del equipo.
Aunque nunca estudió periodismo, ejerció la profesión como un titán. Siempre dijo que “el periodismo es algo que se trae”, su desempeño y reconocido ejercicio respaldaron sus palabras.
Entre sus mentores estuvieron José Luis El Rápido Ortiz; Jorge Pastor Durán y Juanito Martín Guijarro, de estos últimos se inspiró para ser buen entrevistador y buen comentarista.
Sus último trabajo fue en radio Columbia, donde por más de 35 años presentó el programa Actualidad. En 2014, se había unido a Bola al Centro, en TDMás de Cabletica, pero hacía un tiempo decidió dejar la televisión.
Papá
Su vida personal giró en torno a su amada esposa Janneth Arias, con quien tenía 56 años de casado; se unieron tres veces: una por lo civil, otra vez bajo la bendición evangélica y también por la iglesia católica.
Del fruto de su relación nacieron tres hijos: Mario Javier, Leonor Jannete y Rosa María. Don Javier disfrutó de cuatro nietos que de cariño lo llamaban papá: Alejandro, Rebeca, Vanessa y Gloriana.
Su gran firmeza a la hora de hablar y su fuerte voz no fue algo que intimidó a los suyos, para ellos siempre hubo mimos y mucha dedicación. “Me gusta alcahuetear a los nietos, para eso son los abuelos”, decía.
LEA MÁS: Los papás del himno del Herediano, Javier Rojas incluido: ninguno pudo con ellos
Javier Rojas González siempre se presentaba con sus dos apellidos, para él era muy importante resaltar a su madre por medio del González.