La autora de Harry Potter, J.K Rowling fue nuevamente criticada por consideraciones transfóbicas.
En esta ocasión debido al último libro que publicó Troubled Blood en el que habla de un asesino serial, que para cometer sus crímenes se viste de mujer.
Anteriormente, la escritora fue señalada por sus seguidores, incluido el actor Daniel Radcliffe, quien en cine da vida al mago principal de su novela, por hacer comentarios en redes sociales que van en contra de las manifestaciones sexuales de personas transgénero.
“Si el sexo no es real, la realidad vivida por las mujeres a nivel mundial se borra. Conozco y amo a las personas trans, pero borrar el concepto de sexo les quita la capacidad a muchos de discutir sus vidas de manera significativa”, escribió Rowling.
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Con este y otros comentarios, la británica ganó reputación como una persona que odia a la comunidad trans, lo que ella negó posteriormente argumentando que desde su trinchera se ha mostrado siempre a favor de las diferencias de género.
“Como donante de larga data a grupos LGBT y defensora del derecho de las personas trans a vivir libres de persecución, rechazo categóricamente la acusación de que odio a las personas trans o les deseo algo malo”, declaró.
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Sin embargo, tras la publicación de Troubled Blood, volvió a ser tendencia por el planteamiento de la historia, que considera juzga y señala con problemas mentales a un hombre que se viste de mujer.
Bajo el hashtag #RIPJKRowling los tuits sentencian que, aunque la escritora sigue activa, su carrera ha muerto. Esto dividió las opiniones entre los usuarios que consideran que la autora está siendo duramente juzgada por los inconvenientes previos y quienes creen que esta es una nueva expresión homofóbica.
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Asimismo, se inició un movimiento para cancelar las cuentas en redes sociales de Rowling.
En junio incluso algunos miembros de la compañía literaria The Blair Partnership renunciaron al no comulgar con las ideas de la autora.