En 2020, durante el confinamiento, Julia Roberts adquirió una lujosa mansión en el barrio de Prestigio Heights, en San Francisco, por $8,3 millones, a la cual se mudó con su esposo, Daniel Moder, y sus tres hijos en común, Phinnaeus Walter, Hazel Patricia y Henry Daniel.
Sin embargo, tras tres años viviendo en aquel lugar, decidió ponerla a la venta y las imágenes de su interior salieron a la luz.
En un primer momento, la actriz de Pretty Woman puso en venta la mansión por un precio mucho más elevado, pero tan solo 18 días después de que se diera a conocer la noticia, el valor final se tuvo que reducir $500 mil, obteniendo por ella $11,25 millones.
La propiedad, diseñada por el arquitecto Sylvain Schnaittacher en 1912 y renovada posteriormente por el diseñador John Wheatman, cuenta con 580 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas, dos de ellas subterráneas. Para ingresar a la misma hay que marcar un código en la cerradura y subir unas escaleras hasta dar con una puerta de madera.
La casa, que fue el hogar de Julia Roberts durante tres años y medio, ofrece cinco dormitorios, cuatro baños completos, dos toilettes, dos salas de estar, una cocina, un comedor, una terraza privada y un patio.
En la planta principal, a mano izquierda de la entrada, se encuentra uno de los salones que cuenta con dos sofás, uno beige y otro morado, un sillón blanco y una mesa de madera. Pero lo que se lleva toda la atención es la chimenea en el centro de aquel luminoso espacio.
En cuanto a la cocina, tiene una gran isla central de mármol y unas increíbles vistas. El lugar para comer de la familia Roberts posee una capacidad para diez personas, con un mueble para bebidas alcohólicas y una lámpara que cae del techo.
En el segundo piso se encuentra la suite principal, que tiene espectaculares vistas al puente Golden Gate y a la bahía californiana. Ambos son paisajes ideales tanto para despertarse como para irse a dormir, y si alguno de los que vive en esta propiedad quiere salir a tomar aire, la habitación tiene acceso a una terraza privada que cuenta con una parrilla para hacer las tradicionales barbacoas norteamericanas.
En la tercera planta hay otro dormitorio, una sala de estar y un vestidor, ideal para guardar una gran cantidad de ropa. Pero también cuenta con una zona para descansar y admirar el paisaje desde mayor altura.
La antigua casa de Julia Roberts también tiene otros destacados detalles, como un gran patio dividido en una zona de césped y otra construida con madera, para darle un toque moderno. Por otra parte, la mansión cuenta con un gimnasio privado en la planta baja que tiene diversas máquinas, pesas y mancuernas para mantenerse en forma.
En conclusión, los nuevos dueños de esta mansión disfrutarán de un amplio espacio y las mejores comodidades para pasar distintos momentos del día. Además, que Julia Roberts haya vivido en ese hogar, es una anécdota digna de contarle a cualquier invitado.
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