Si el 2022 tomó por sorpresa a alguien, esa fue a Karina Ramos. Su año empezó con el trabajo que tanto había buscado como presentadora del espacio mexicano de noticias Qué News, de Telehit, con una relación estable de más de dos años y con múltiples viajes por trabajo.
Sin embargo, a mitad de año, la Miss Costa Rica 2014 oriunda de Coronado enfrentó una crisis emocional que la llevó a aislarse en su casa y llorar como hace mucho no lo hacía. En cuestión de semanas, se vio obligada a renunciar a su trabajo, descubrió una infidelidad y el hombre que la acosa llegó al condominio en el que vivía en México y a su casa en Costa Rica.
Hoy entiende que esas situaciones eran necesarias para convertirse en una versión más fuerte y valiente de ella misma. Aunque no tapa el sol con un dedo, puede decir que termina el año siendo otra Karina, de la que se siente muy orgullosa.
En entrevista con La Nación, la también empresaria cuenta los detalles de las situaciones que enfrentó y cómo la cambiaron a nivel personal y profesional.
—¿Por qué toma la decisión de renunciar a Telehit?
—A mediados de año entre mis jefes y yo tomamos la decisión de que ya no iba a continuar más en el programa, porque –para bien o para mal– mi trabajo requiere que viaje mucho. Ellos necesitan a alguien que esté más fijo ahí y yo quiero seguir viajando. Entonces, tomamos la decisión de que me iba a apartar del canal.
“Al final quedamos con muy buena relación y lo bueno es que ahora ya estoy mucho más establecida en México y tengo una agencia que me consigue buenos trabajos, entonces ya no dependo 100% de Telehit como lo hacía cuando llegué”.
—¿Cómo fue tomar esa decisión? ¿Era su trabajo soñado?
—Sí y fue muy duro porque mis compañeros me caían muy bien, el programa me encantaba y conocí a tantos artistas que ahora son amigos míos que a mí me parece irreal... Era muy lindo, pero la decisión de Telehit se dio justo uno de los peores momentos que yo tuve este año y todo era como una avalancha de cosas malas, mucha incertidumbre y no sabía qué iba a pasar. Entonces fue bastante duro, muy extraño y como que se me vino el mundo encima a mediados de año; me costó mucho volver a recuperarme y sentirme fuerte otra vez.
—¿Qué fue lo que pasó a mitad de año?
—Bueno para nadie es un secreto que yo tenía una pareja y pues todo se arruinó de un día para el otro. Básicamente lo que pensé que tenía, ya no lo tenía, ya no existía. Sentí que me había imaginado algo que nunca tuve. De la noche a la mañana, me desperté del sueño que estaba teniendo y chao. Todo cambió: mi trabajo cambió, mi estabilidad emocional cambió. Había días que no podía ni siquiera ser, que tuve que cancelar el programa porque no podía parar de llorar, no podía levantarme de la cama. Entonces fue muy duro porque nunca me había pasado algo así.
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“Sentía como que estaba jugando con mi cabeza de una manera que nunca me había pasado y solo intenté mantenerme lo más al margen que pude en redes sociales, pero todo explotó justamente un par de semanas antes de mi cumpleaños (14 de julio). Fue horrible, todo se me juntó.
“Además, ha sido complicadillo con mis abuelitos, que han tenido algunas complicaciones de salud y, para mí, ellos son todo. Entonces ha sido muy difícil lidiar con todo al mismo tiempo: el trabajo, estar lejos, que a veces mi abuelito está internado y eso también me desestabiliza un montón. Han sido meses tan duros emocionalmente que a veces no puedo con tanto... Es que es una tras otra.
Ahora me siento tan tranquila y tan en paz, que agradezco demasiado que eso haya pasado, porque soy otra Karina estos últimos seis meses. Una Karina diferente y que me gusta más.
— Karina Ramos, modelo y presentadora
“A veces una no se puede contener y hablé de eso en redes sociales porque no podemos pretender que la vida de la gente que vemos ahí sea perfecta porque, claramente, no lo es. Yo me considero una persona muy fuerte y valiente, pero a veces se me está cayendo el mundo y nadie sabe porque así es mi personalidad. No porque lo intente esconder ni nada, simplemente es mi personalidad; entonces, si tengo que trabajar lo hago y lo hago bien, pero esa fue la primera vez que no pude..., simplemente no pude. Me eché a morir en mi casa unos días y con mis perritos me desconecté de todo.
“Pero ahora me siento tan tranquila y tan en paz, que agradezco demasiado que eso haya pasado, porque soy otra Karina estos últimos seis meses. Una Karina diferente y que me gusta más. Creo que a veces la vida, el destino, Dios o como le quieras llamar, nos presenta situaciones para que nosotros nos demos cuenta de que ahí no es”.
— Las situaciones de acoso que usted comenzó a denunciar desde el año pasado también se incrementaron en este 2022...
—Sí y creo que esto fue de lo que más me afectó a mediados de año porque esta persona (el acosador) al darse cuenta que estaba soltera, reaccionó de otra manera, porque este tipo no hubiera llegaba a mi casa a tocarme la puerta a las 11:30 de la noche si él hubiera pensado que estaba con alguien. Fue demasiado duro también porque eran demasiadas situaciones pesadas y no lograba solucionar ninguna. Para él, ahora no es tan fácil ubicarme, pero ha sido muy complicado.
“Sin embargo, he tenido que cambiar mi estilo de vida y eso no es justo, porque al final yo me pregunto: ¿por qué tengo que cambiar mi estilo de vida cuando él es el que está actuando de manera incorrecta?
“Ya nunca publico donde estoy, cuando estoy. Nunca ando sola, siempre me acompañan, no salgo con gente que no conozca bien y he cambiado muchísimas cosas en mi redes sociales, en mi estilo de vida en general para protegerme. Ahora mi prioridad es la seguridad. Cuando voy a un hotel, cuando voy a un restaurante, cuando voy a un condominio o lo que sea, me fijo en absolutamente en todo porque obviamente yo ando toda paranoica. Pero, bueno, me siento más segura ahora porque noto cosas que antes no”.
Entendí que no podemos estarnos lamentando, el mundo es mucho más grande que esta situación. Cuando volví, era otra persona. Me siento mucho más enfocada, más preparada para lo que sea que venga y con metas más grandes y eso es lo que me emociona, porque siento que el próximo año (el 2023) va a ser demasiado bueno.
— Karina Ramos, presentadora y modelo
—¿Cómo fue que descubrió a esa otra Karina de la que me hablaba?
—El día después de mi cumpleaños me iba para Tailandia con un grupo de influencers en un viaje de la marca Pandora. Éramos como 50 personas y yo estaba tan triste pero yo decía: ‘La tengo que pasar bien. O sea, no puedo no pasarla bien’. Y ahí conocí a Sofía Aragón, que fue virreina de Miss Universo, y ella me decía: ‘Karina, vamos a ir a celebrar’. Le decía que no tenía nada que celebrar y ella me terapió tanto que volví de Tailandia siendo otra persona: conocí mucha gente nueva, muchas personas que hacen lo mismo que yo hago o cosas que a mí me gustaría hacer en otro país. También los elefantes, los lugares a los que fuimos..., todo era terapéutico; fue como que me sacaron de mi realidad para decirme: ‘Basta’.
“Entendí que no podemos estarnos lamentando, el mundo es mucho más grande que esta situación. Cuando volví, era otra persona. Me siento mucho más enfocada, más preparada para lo que sea que venga y con metas más grandes y eso es lo que me emociona, porque siento que el próximo año (el 2023) va a ser demasiado bueno; de hecho, ya tengo varios proyectos en enero aquí en Costa Rica.
“En febrero, me voy para Asia a dos proyectos que tengo allá: uno en Vietnam, el otro en Filipinas. Después de eso, me voy a Colombia, a otros dos proyectos que tengo. Estoy muy emocionada porque mi meta para el 2023 es viajar más trabajando y creo que se va a dar justamente como yo soñaba. Es muy bonito ver cómo finalmente estoy cosechando todo lo que me ha costado tantos años, proyectos para los que no me sentía preparada antes y ahora sí”.
Sin importar lo que otros piensen
—¿La plataforma del Miss Costa Rica impulsó esa carrera que soñaba?
—Sí y vieras que a mí me hace mucha gracia porque para mí ya el Miss Costa Rica pasó y aún así tengo clientes que me presentan como: ‘ella es la Miss Costa Rica’. Eso a mí me da mucha risa porque yo ya cerré esa etapa. Obviamente me hace sentir muy orgullosa y, de hecho, me acuerdo que en mi entrevista al jurado del Miss Costa Rica, yo les dije: ‘Yo voy a ser Miss Costa Rica para siempre. Y aunque entregue la corona, ese título se queda con uno para siempre’.
“Sabía que era una responsabilidad que conllevaba más que un año de reinado. Para la gente voy a seguir siendo Miss Costa Rica. Aunque no tenga la corona en la cabeza en este momento, me catapultó demasiado, muchísimo”.
—¿Le interesaría otro certamen?
—Vieras que en febrero voy a ir a conducir el Miss Charm en Asia. Cuando me llamaron, me invitaron a concursar, pero yo ya con 29 años no voy a participar en un certamen de belleza. Entonces, la respuesta es no porque una corona a este punto de mi carrera no va a generar demasiado cambio. Eso es importante cuando vos estás empezando; en mi caso, gané Miss Costa Rica con 20 años; a esa edad tuve un gran nivel de exposición y aprendizaje.
Ahorita estoy enfocada en que mi carrera como conductora crezca. Es decir, sí sigo haciendo cosas de modelaje porque uno no puede modelar toda la vida y quiero aprovechar la juventud para seguir con cosas de modelaje, pero mi principal prioridad es la conducción y la tele en México o en donde sea.
“Valoro mucho haber empezado tan jovencita porque ahora apenas tengo 29 y el camino que llevo me parece larguísimo.
“Ahorita estoy enfocada en que mi carrera como conductora crezca. Es decir, sí sigo haciendo cosas de modelaje porque uno no puede modelar toda la vida y quiero aprovechar la juventud para seguir con cosas de modelaje, pero mi principal prioridad es la conducción y la tele en México o en donde sea”.
—¿Cómo ha sido lidiar en este tiempo con las críticas?
—Uno no puede definir su valor por lo que otras personas piensan de uno, si les gusta o no les gusta lo que vos hacés, porque siempre habrá gente que le guste y siempre habrá gente a la que no. Siento que ya no recibo tanto odio como antes. En algún momento, sí fue más fuerte el asunto. No sé si yo aprendí a ignorarlo tanto que ya no lo noto, pero la verdad es que siento que ahora la gente es mucho más linda conmigo. Siento que me confían sus historias y para mí es muy importante porque yo soy una desconocida.
“Me enfoco en motivar a las personas a seguir sus sueños, a trabajar en lo que ellos creen, a que ignoren lo que otras personas piensan o dicen de ellos mismos. Me gusta mucho esa conexión de las redes sociales con la gente”.
—¿Cambiaría algo de su 2022?
—Creo que no. Todo lo que sufrí y todo lo difícil que viví este año era necesario... Es que, en serio, después de esa etapa, no entiendo qué pasó conmigo, soy otra persona y siento que todo valió la pena. Los momentos más difíciles que viví este año me hicieron ver realidades que antes no veía y eso para mí es demasiado importante.