Kianny Berry Peraza se parece cada día más a su mamá Glenda. Hoy, a sus 18 años, inicia como influencer en redes sociales, el mismo trabajo que ha ejercido su madre en los últimos tiempos.
Kianny sigue los pasos de su mamá, pero sobre todo, en su forma de ser. Cuando habla lo hace entre risas, con soltura y siempre con palabras positivas. Menciona los sueños, la importancia de ser felices todos los días y lo valioso que es para ella que sus más de 84.000 seguidores la perciban como a una muchacha igual que ellos y no como a una figura inalcanzable que es lo que muchas veces se ve en redes sociales, sobre todo, en Instagram.
Kianny es hija de la exmodelo y presentadora Glenda Peraza y el exfutbolista Austin Berry. Por el trabajo mediático de sus papás, la cara de la pequeña se hizo familiar años atrás. Hace un tiempo ella protagonizó, junto a su madre, un comercial que aún se puede ver en la televisión. Esa experiencia le agradó porque siempre había visto la pequeña pantalla desde atrás, como admiradora de su madre, el mayor ejemplo de su vida.
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De cerca
Kianny, quien empieza su propio camino como generadora de contenido o influencer, se siente agradecida por esta oportunidad. Siempre le contaba a sus allegados que quería trabajar apenas saliera del colegio.
“Soy una joven normal, apenas tengo 18 años. Apenas comienzo mi vida. Soy estudiante de la universidad, estudio publicidad. Me considero una persona muy alegre, independiente y ahora mismo como una joven cualquiera empezando su vida y encontrando lo que le gusta y que lucha por sus sueños”, cuenta. Uno de esos anhelos es llegar a tener un negocio propio (como lo ha hecho su mamá con una tienda virtual de ropa); le gustaría que fuera una agencia de publicidad.
“Además sueño con ser feliz y hacer con amor todo”, cuenta.
Su crecimiento en redes sociales, comenta, empezó porque las personas que veían el contenido de su mamá comenzaron a seguirla a ella cuando aún no creaba contenido.
“Luego la gente de marcas me empezó a contactar y vieron cómo me desarrollaba. En esto de las redes empecé a finales del año pasado. Siento que todo se lo debo a mi mamá. Al haber crecido con ella no pude tener mejor escuela”, dice.
Además de presentar productos a sus seguidores, Kianny usa su Instagram (en el que la encuentran como @kikiberryperaza) para mostrarse como es y compartir mensajes que incentiven a otros chicos de su edad.
“Quiero transmitir cosas que le hagan bien a la gente, alegría. Un día de estos hice algo que me salió del corazón: le expliqué a la gente sobre la adopción de animales. Las personas que me conocen saben que yo los amo. Dios me dio esta oportunidad (de trabajar como creadora de contenido) y quiero usar bien la plataforma.
A veces, como humanos, se pueden cometer errores, por eso quiero incentivar a las personas jóvenes que sienten que no se puede, a que sí se puede”, cuenta Kianny, quien dice que al inicio sentía un poco de pena, pero que decidió dejarla de lado porque “al final nadie lo va a hacer por uno”.
“No quiero que me perciban como alguien inalcanzable. Soy una persona normal: estoy estudiando, tengo mis problemas. Al fin y al cabo todos somos iguales”, añade.
Sobre esta experiencia, que la tiene motivada y agradecida, cuenta que hay mucho trabajo detrás que no se ve.
“Muchos creerían que es muy fácil, pero hay un montón detrás que la gente no ve. A veces hay que grabar varias veces, hay que reunirse con clientes, tener cuidado de no romper el contrato. No es solo que se enseña algo y ya. No es tan fácil, pero es bonito.
Me siento muy agradecida. Dios me empezó a mandar clientes. Lo he aprovechado al máximo. No es una oportunidad que le llega a todos, hay que hacerlo lo mejor posible”, detalla Kianny, quien en sus redes sociales se muestra cercana y con notable elocuencia.
Una relación de amor
En sus redes sociales, la expresentadora de televisión Glenda Pereza se muestra accesible a sus seguidores, con quienes comparte mucho de su vida, incluyendo su relación con Kianny. El amor que Glenda expresa es el mismo que siente su hija por ella, según cuenta.
“Ella es todo para mí. Mi ejemplo a seguir. En algún momento quisiera darle de vuelta todo lo que me ha dado. Es la que me da consejos, me apoya. Es lo máximo para mí”, confía la muchacha, quien dice que con su papá se lleva bien y que lo ama mucho.
Kianny se siente realizada con lo que está viviendo y no deja de soñar. Luego de hacer el comercial con su mamá dice que le gustaría seguir trabajando en ese ámbito. También, cuenta que el modelaje le encanta, pues “ha hecho pasarelas” toda su vida mientras se vestía con la ropa y zapatos de su mamá y jugaba en casa.
“El modelaje me encanta. Me gusta la fotografía, no he empezado a buscar (en esa área), pero me gusta mucho.
En televisión no se me ha presentado la oportunidad, pero creo que no tendría problema en hacerlo. Todo llega a su momento. Quién sabe qué tendrá el destino. También pienso en terminar mi carrera y estudiar otra. El estudio siempre está presente en mi vida”, agrega entusiasta.
Por ahora, Kianny continúa trabajando con varias marcas y está en conversaciones para empezar con otras.
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