Sheynnis Palacios saluda con la generosa sonrisa con la que conquistó al mundo. Son las 3 p. m. en Costa Rica y una hora más tarde en Nueva York, su nueva casa. Miss Universo está a punto de abrir su corazón y profundizar en sus sentimientos, sueños y en los momentos complicados con los que ha lidiado ya con la corona en su cabeza.
Antes de este encuentro virtual, tuvo muchas actividades y todavía se muestra dispuesta. Sheynnis Palacios se deja ver con la misma dulzura y accesibilidad con la que la conocí, por primera vez, en una rueda de prensa con las candidatas a Miss Universo, en noviembre pasado, en El Salvador, donde se realizó la final de essta competencia de belleza. Su cabello continúa con el mismo corte con el que captó la atención y sus ojos negros mantienen su brillo.
La joven escucha cada pregunta atenta, comprende que alguien que ha decidio alzar tanto su voz, también tiene que estar dispuesta a oír. Crea un ambiente ameno y hasta me llama por el diminutivo de mi nombre. Sheynnis nos presenta, en un encuentro de una a una, su esencia.
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Una decisión, cuando tenía 12 años, marcó el destino de esta mujer, nacida en mayo del 2000. Su fuerza y deseos por conquistar sus sueños, teniendo a Dios, a su familia y al trabajo como aliados, la trajeron hasta donde está hoy. Sheynnis Palacios, una nicaragüense que nació en cuna sencilla y que creció viendo cómo su mamá y abuelita “se ganaban la vida honradamente”, le cumplió el sueño a una adolescente que aspiraba a coleccionar coronas.
Creció como una niña amante de las artes y que no se alejaba de ninguna actividad del Instituto Pedagógico La Salle Managua, donde cursó la secundaria y se la pasaba bailando o declamando poemas.
“A los 12 años se me presentó la oportunidad de representar a mi octavo grado en los certámenes del colegio y ahí se despertó mi interés por estar en un certamen de belleza. Decidí participar el próximo año en uno de mi país y logré ganar.
“Definitivamente fue el impulso que me dijo: tenés que ir hasta la meta final que es Miss NIcaragua y Miss Universo. Siempre vi los certámenes más allá de una banda o una corona o ganar un título. Los vi como una responsabilidad para alzar tu voz. Una plataforma en la que podés crecer y un lugar donde podés conocer una nueva versión de niña, de mujer”.
Ya todos conocemos cómo termina esta historia y cómo empieza otra. En esa vamos a ahondar.
Con 23 años, Sheynnis conquistó la corona del Miss Universo el pasado 18 de noviembre en San Salvador, El Salvador, donde se realizó la edición número 72 del certamen de belleza más importante del mundo. Además, se ganó el cariño de cientos de miles de personas, quienes quedaron cautivadas por una reina magnética que los atrajo con su carisma. Hoy vive en Nueva York y tiene una agenda de viajes programada con la que conocerá muchos países del mundo.
Se mueve en un mundo de glamour y de oportunidades que pondrían a soñar a cualquiera. Sin embargo, Sheynnis Palacios Cornejo mantiene la esencia de toda la vida. En sus redes sociales no faltan los guiños a sus raíces latinas y sobre todo, sus mensajes acerca de la importancia de la salud mental.
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En tiempos en los que en plataformas digitales se romantiza todo y se muestra “lo más lindo”, Palacios no titubea en enseñar cuando está por iniciar su cita de terapia psicológica: quiere que se normalice hablar del bienestar emocional y que las personas ejerzan como derecho expresar lo que sienten y buscar ayuda cuando lo necesiten.
En su colección de fotos e historias con poses de modelo luciendo llamativos atuendos, también han aparecido otras imágenes con las que recuerda quién es ella. Como la de su mamita (como llama a su abuela materna) llevando a sus mascotas al veterinario en Nicaragua.
Mantenerse siendo ella misma es lo que le ha funcionado en la vida, asegura la que es considerada la mujer más bella del mundo, quien no teme mostrarse en pantuflas durante esta entrevista.
Para Sheynnis, quien se ha acostumbrado a la soledad que implica no vivir con nadie más, no existen las apariencias.
“Ser yo misma es lo que me ha traído aquí, no me nace ser alguien más”, aseguró en entrevista con La Nación, el pasado 26 de de enero.
En sus mensajes, sobre todo en redes sociales, Sheynnis habla en inglés y no deja de lado su español nativo, un idioma en el que mantiene intacto su acento que tanto la llena de orgullo. Cuenta que está dentro de sus planes visitar su país, para celebrar con un pueblo pinolero que se tiró a las calles (aunque se le prohíbe manifestarse desde el 2018) para celebrar masivamente y ondear su bandera azul y blanco por el primer triunfo de Nicaragua en Miss Universo.
De la situación política en su país, el equipo de comunicación que coordinó la entrevista anunció anticipadamente que no se iba a hablar, a pesar de que han sido muchas las noticias que trascendieron desde el triunfo de Sheynnis, empezando porque la dictadura Ortega Murillo nunca la felicitó directamente, además de que le prohibió a un grupo de artistas nicaragüenses hacer un mural con su rostro.
Entre otros acontecimientos, también trascendió que la directora del concurso Miss Nicaragua, Karen Celebertti renunció a la dirección del certamen local luego de que el gobierno la acusara de traición y le impidiera ingresar al país procedente de El Salvador, donde se realizó la final del Miss Universo el 18 de noviembre. Ademas, su esposo e hijo fueron detenidos y posteriormente desterrados.
Desde que fue elegida como Miss Universo, Sheynnis Palacios y la organización de Miss Universo no se han referido a la situación social y política de Nicaragua. Sin embargo, cuando Karen Celebertti renunció a la dirección del Miss Nicaragua, la reina compartió en su cuenta oficial de Instagram, donde es seguida por 1.6 millones de personas, una fotografía de ellas juntas y un mensaje en el que le agradecía por todo y le deseaba lo mejor.
Sheynnis Palacios, descrita por su familia como “una niña noble y disciplinada”, se expresa con elocuencia después de superar el pánico escénico, tiene grandes sueños relacionados con la televisión y hasta el cine. En la siguiente entrevista, la joven, de 23 años, habla de la causa que detonó su ansiedad durante estos primeros meses con la corona planetaria, así como de la esencia y los factores que hoy la tienen en la cima del mundo.
“Quiero confesarte que yo antes era muy mala para hablar en cámaras, me costaba muchísimo. Tenía pánico escénico. En este momento he avanzado tanto y lo he hecho muy bien porque así me lo he propuesto. He decidido salir de mi zona de confort, romper con diferentes barreras a lo largo de mis 23 años. Digo que no quiero quedarme aquí, quiero avanzar, ser mejor”, Sheynnis Palacios.
Los primeros meses de Miss Universo
-¿Cómo han sido estos primeros dos meses como Miss Universo?
Han sido dos meses muy bonitos, donde he conocido tantas culturas. Vine aquí a Nueva York y significó mudarme por primera vez a los Estados Unidos. Tuve que adaptarme a una nueva lengua que no es la mía. He podido practicar y he ido creciendo con mi inglés, algo que me había propuesto desde que tengo 19 años.
“Llegué a Nueva York en la temporada mágica: en Navidad (...). Fue muy bonito porque fue como un tiempo donde pude pasar con la familia (visitó a su mamá en San Francisco), pude adaptarme a la ciudad de Nueva York, también pude traer buenos recuerdos al baúl de mi memoria. Tomaba fotografías de todo, lo viví, lo gocé al máximo. Ya en enero inició el trabajo, el mes donde no faltan las entrevistas, visitar diferentes actividades que tienen para la Miss y todavía las que faltan.
“A finales del año pasado viajé a Indonesia, entonces esto te permite conocer tantas culturas, conocer a tantas personas tan maravillosas que te llenan, te motivan y al mismo tiempo te impulsan a seguir haciendo un buen trabajo como Miss Universo”.
-¿Cuál cree que ha sido el cambio más grande que ha traído ser Miss Universo?
La responsabilidad. Cuando decidí participar en Miss Universo dije que iba a aplicar a un trabajo, lo miraba como un trabajo no de horario de oficina, sino de 24 horas los siete días de la semana y es así. Tomás la responsabilidad de ser agente de cambio, un modelo a seguir, inspiración y motivación para las personas que te ven a través de las redes sociales, de los medios como este en el que estoy conversando con vos.
“Entonces, ahora todo lo que hago puede ser para bien o para mal. Alguna acción que puedo tomar, puede ser en pro de muchas niñas, pero al mismo tiempo esa misma acción si es de ámbito negativo también puede generar pensamientos negativos. Tengo la responsabilidad de tratar todo el tiempo de hacer las cosas bien; de disfrutarlo, pero también estar comprometida con la labor de que sos ahora una vocera de todo el mundo, que están al pendiente de vos”.
-¿Qué ha sido lo más complejo de estos primeros meses como Miss Universo? Siempre se habla de lo lindo, de la ropa, del maquillaje, los viajes, pero como dice, esto es un trabajo…
Es un trabajo. Desde muy pequeña fui muy independiente porque mi mamá fue madre soltera, ella iba a trabajar y yo me hacía cargo de mis tareas; tenía a mi mamita (su abuela materna) que me daba mi alimentación y me cuidaba dentro de lo que ella podía y nunca me faltó el amor.
“Siempre estuve rodeada de la familia, de mascotas, de mis abuelos, bisabuelos, de mis primos cuando llegaban a visitarnos. Ahora mudarme a Nueva York, donde cada quien está en su área, en sus momentos, en sus horas de trabajo. El único momento que tal vez tengo para conversar con mi familia es cuando puedo hacerlo por medio de una llamada telefónica o una videollamada; entonces es entrar a este cambio en donde estás todo el tiempo sola. Tenés sesiones de fotos, entrevistas, muchas actividades pero retornás a tu apartamento y estás sola.
“Yo estaba acostumbrada a llegar a contarle a mi familia mi día a día (...) Entonces es llegar a esa soledad que ahora disfruto. Fue un cambio que en algún momento jugó en mi contra porque iniciaron mis episodios de ansiedad, que lo hablé abiertamente en mis redes sociales. Gracias a la compañía de mi psicóloga, que nunca me ha dejado sola, he logrado salir de esa primera batalla que tuve durante mis primeros meses como Miss Universo.
-Por otro lado, ¿qué ha sido lo más increíble de estos primeros meses?
Me encanta viajar. Tengo alma viajera, entonces viajar es uno de los regalos maravillosos que puedo tener ahora como Miss Universo y no solo viajar, sino que viajar con propósito, con un legado, con una responsabilidad. Entonces siento que es un mix de ambas cosas que me gustan hacer: conocer nuevos lugares pero también inspirar a las personas. Dejar un poco de quién es Sheynnis Palacios, de lo que quiere dejar en su año como Miss Universo, y poner en práctica todas mis habilidades como comunicadora.
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La esencia de Sheynnis
-Es llamativo que su contenido en redes sociales refleja su esencia. Continúa hablando español, usa música latina para tiktoks y reels. Sigue mostrando orgullosa sus raíces…
Estoy muy orgullosa de ser Latinoamérica. Tenemos el sazón, el color, tantas maravillas que el mundo todavía desconoce sobre Latinoamérica y me encanta exponer lo que es la mujer latinoamericana a través de mi historia de vida, de lo que soy ahora, de lo que quiero llegar a ser en un futuro. Estoy muy orgullosa de decir de dónde vengo, del centro de Centroamérica, Nicaragua, en donde también hay mujeres maravillosas, mujeres líderes, con voz.
-Hablando de raíces. ¿Cuáles fueron sus sentimientos al ver a un pueblo nicaragüense unido, celebrando con ese orgullo cuando ganó la primera corona de Miss Universo para el país?
Eso fue un regalo y no solo para mí, sino para esos más de 6 millones de nicaragüenses que ese día se unieron en oración para traer un triunfo que va a quedar marcado por el resto de la historia de Nicaragua, de Miss Universo y de toda Latinoamérica.
“Cuando era Miss Nicaragua me preguntaban que qué pasaría si ganaba la primera corona para mi país y les decía que eso sería un regalo para mí y una gran responsabilidad. Ser la miss de tu país te da la responsabilidad y el honor de representar tus raíces. Me siento muy agradecida porque todos los nicaragüenses confiaron en mí. Me apoyaron, me motivaron, y respetaron la esencia de Sheynnis Palacios”.
“Ver como toda mi gente (nicaragüense), al día siguiente de ganar, tenían mis redes sociales inundadas de su amor y su cariño ha sido un regalo que solo Dios y la vida me pudieron haber dado”.
- Sheynnis, usted nunca ha ocultado su historia y contó que estudió comunicación social gracias a becas. Hoy es Miss Universo. ¿Qué cree que ha marcado su destino?
Ser quien soy. Mi esencia es lo que me ha llevado a estar hasta donde estoy. Así, como siempre tener mis pies sobre la tierra, también mis sueños en el cielo y viendo las estrellas y más allá. Tener claras cada una de mis metas, no olvidar el amor por mi familia, porque son quienes me inculcaron los valores que tengo hoy como mujer y los que también me apoyaron para ser quien soy.
“Sin las desveladas de mi mamita, que es mi abuelita, que me hacía los desayunos para salir a trabajar y buscar el pan de cada día. Cuando trabajaba como presentadora de televisión y tenía que salir a las 5:40 de la mañana, ella estaba al pie del cañón. También mi hermano, que me ayudaba a pasarme los tacones, me ayudaba cuando se me quedaba alguna cosa.
“Mi mamá, que nunca faltaron sus consejos y estaba ahí siempre que la necesitaba. La que salió a vender buñuelos, la que empezó este proyecto de sueños en donde toda la familia se unió y la apoyó a pesar de tantos comentarios que nos pudieron botar, pero fue más grande nuestro amor, unión y fe”.
“En mis ataques de ansiedad fueron mis perros quienes me ayudaron, sin tener una educación previa en algún centro para animales. Ellos perfectamente sabían cuando yo iba a entrar en alguna crisis de ansiedad, me ayudaban, me empezaban a lamer la mano y buscaban cómo atraer mi atención para que no entrara en un trance de ansiedad. Yo tengo mucho respeto por los animales. En un futuro quiero tener una asociación de rescate animal. Todavía no sé si va a ser en mi país o va a ser fuera. Me encantaría que pudiera ser en mi país”, Sheynnis Palacios.
Su misión
-Usted reitera que su triunfo es dedicado a las niñas y a las mujeres. ¿Cuál es el mensaje principal que quiere darle a las niñas del mundo?
Que no se queden en su zona de confort. Que vuelen alto, que cada una de nosotras nacimos con una estrella, con cualidades impresionantes que podemos encontrar siempre y cuando se trabaje en ello. Les digo que no tengan miedo a lo que nos impone la sociedad, que a pesar de que existan tantas puertas que se cierren, que sientan la voz interna. Nuestra intuición nunca falla; que decidan vivir en lugar de sobrevivir.
“Quien decide vivir, decide luchar por lo que quiere ser en un futuro. Esa mujer que puede ser ingeniera, médico cirujana. Esa mujer que desea ser presidenta, la mujer que desea salvaguardar el ambiente. Lo podemos llegar a ser sin temor alguno, siempre y cuando trabajemos en pro de ello. El claro ejemplo soy yo. Que se tome mi historia como ese motivo para continuar con cada una de sus metas. Quiero que sean mejores que yo. Ese es el consejo que quiero darles”.
“Con más mujeres líderes y voceras formamos una gran cadena de unión que puede traer cambios trascendentales en nuestra sociedad”.
-Con su nueva vida en Nueva York y pudiendo tener muchas cosas a sus pies, usted decide mostrarse como siempre y fiel a sus causas…
No existe nada más bonito que recordar los momentos en los que trabajaste tanto para estar donde estás y decís: Dios ha sido bueno, Dios me ha escuchado, Dios me ha bendecido. Yo tenía unos planes y Él me dijo: ‘no, tus planes eran una flor y yo te doy todo un árbol y un jardín’.
“Realmente puedo decir que estoy muy agradecida con Él. No hay día en el que no le agradezca, que no le pida por mi familia; no pido por mí, pido por personas alrededor del mundo que no conozco y no voy a llegar a conocer, porque sé que cuando uno pide por los demás esas obras llegan más rápido. Quizá no los vaya a conocer, pero me llena el alma y el corazón saber que pido por personas que están pidierndo ayuda”.
-Ahora con la inmensa plataforma que es Miss Universo, ¿cuál es su propósito principal?
Seguir siendo la abanderada por la salud mental. Soy el claro ejemplo de que a pesar de que sufro episodios de ansiedad, muchos todavía creen que la salud mental es un mito y continua siendo estigmatizada. Romper con esas barreras es mi responsabilidad. Voy a seguir abrazándola con mucho amor y pasión.
“Sé que estamos cerca de llegar a la meta final que es poder hablar abiertamente de cómo nos sentimos. No está mal sentirse mal, no está mal buscar ayuda. No está mal decir: tengo depresión, estoy luchando. Eso te hace valiente, te hace guerrero de la vida, te hace persona que tiene el poder de sensibilidad y empatía con los demás”.
“Quiero seguir mi proyecto y vocación, quiero también, en algún momento, sacar un libro durante mi reinado. He estado platicando con la organización, este libro es justamente con mi vivencia con la ansiedad antes, durante y después. Sé que muchas personas, sobre todo adolescentes que siguen los certámenes de belleza, pueden pasar las situaciones que yo viví y mi libro puede salvar la vida, mi experiencia de lo que viví y cómo continué y decidí continuar puede ayudar a muchas personas para que también cierren la ventana del silencio y empiecen a abrir la ventana de la oportunidad”.
-Lo que menciona es importante, porque siempre se han asociado los concursos de belleza, sobre todo Miss Universo, con fama y glamour, pero lo que está haciendo con el tema de salud mental puede salvar vidas…
Así es. Me alegra tanto cuando leo que iniciaron cita con la psicóloga o psicólogo y que se están tomando en serio visitarlos. Que se dieron cuenta, gracias a mi experiencia, que no estaba mal hablar de salud mental con la familia y que su familia realmente les escuchó. Me llena tanto el corazón, me motiva y me digo a mí misma: lo estás haciendo. Lo estamos haciendo. Este es solo el inicio de lo que realmente puedo conseguir: que realmente nuestra sociedad pueda hablar libremente de cómo nos sentimos sin miedo a ser juzgados, rechazados y sin dejar de ser lo que queremos ser.
-Recién llegada a Nueva York compartió una dosis de realidad mostrando en sus historias que estaba lista para su terapia con la psicóloga…
Sí. Tengo en mis manos un medio de impacto a nivel internacional, masivo, de todas las edades, sin importar religión, situación económica, sin importar edades y tantas diversidades. Tengo en mis manos el poder de hablar de un tema que está atacando a nuestra sociedad y por qué no hacerlo desde mi experiencia.
“Cuando se habla desde la experiencia se conecta más con las personas. No es lo mismo hablar de la experiencia del hermano o del mejor amigo. Cuando vivís en carne propia lo que yo vivo, que son episodios de ansiedad, la gente dice: ella está siendo real.
“Yo no quiero ser recordada como la Miss Universo 2023. Yo quiero ser la reina del pueblo, la reina de toda mi gente”.
“Estar agradecida por quién sos y de dónde venís te lleva a lo alto. Cuando uno es agradecido, la vida, Dios, el Ser Supremo, en la fuerza mayor que querás creer, en mi caso yo creo mucho en Dios y en el poder de la manifestación; si vibrás alto, si trabajas por el bienestar de las demás personas y el tuyo, es lo que la propia vida te va a retribuir”.
Su vida personal
-Falta mucho para entregar la corona, sin embargo, ¿ha pensado en el futuro, en volver a la televisión (en Nicaragua trabajaba como presentadora), dedicarse a algo más?
Sí, sí, sí y sí. Sí he pensado en lo que va a pasar después de Sheynnis cuando entregue su corona. Realmente quiero estudiar producción audiovisual, si bien me gusta estar frente a cámaras y disfruto conversar con la gente, también amo estar detrás de la cámara. Dirigir, que lo que ven mis ojitos y se imagina mi mente pueda ser proyectado en la pantalla. Deseo llegar a hacer un documental, dar un aporte para alguna película, no solo como Miss Universo, sino también como una centromaericana, latinoamericana, como una nicaragüense que llegó a las grandes pantallas. Es algo que me apasiona.
“Quiero también hacer otro libro más adelante (el primero será acerca de su experiencia con la ansiedad, durante y después de Miss Universo) ya como Sheynnis Palacios, hacer mi fundación de rescate animal. Los animales merecen un lugar y un estado de plenitud que se lo pueden dar estas ONG donde les pueden proveer diferentes cosas que necesiten. He pensado también tirarme a la carrera de actuación, lo he meditado, pero sé que ser actriz lleva mucho trabajo. Vamos a ver si más adelante se da”.
-¿Qué planes hay en el ámbito sentimental?
Ahorita esta Miss Universo está enamorada… enamorada de su proyecto y su vocación. No de alguien más.
-Vimos que para recibir el Año Nuevo participó en un programa de Telemundo y empezaron a decir que Danilo Carrera la estaba viendo mucho…
Realmente somos muy buenos amigos, nos tocó ser colegas. Como profesionales nos enfocamos cada uno en lo que nos tocaba hacer, él como comunicador y actor y yo como comunicadora. Tengo una muy buena relación con Danilo, pero más allá de amistad no existe algo. Solo es una bonita relación de compañeros y amigos y por el momento no estoy concentrada en tener una relación. Ser Miss Universo es una gran responsabilidad que me tomo al 101% para poder hacer un gran trabajo y equipo con la nueva organización.
¿Cómo recibió la noticia de que tendrá un hermanito? Por otro lado, ¿sueña con la maternidad?
La noticia fue maravillosa, yo recién ganaba Miss Nicaragua y fui a visitar a mi mamá de sorpresa, pero la sorpresa me la llevé yo. Me dijo, ya me diste tu sorpresa, yo también tengo una sorpresa que darte. Se puso la mano en su vientre, dije: está embarazada. Empecé a llorar, a sentirme tan feliz.
“En un momento muy privado e íntimo de mi vida recé mucho a Dios para que este bebé venga sano, totalmente cubierto por Él. Siento que hay una conexión muy grande entre el bebé y yo. Cuando toco la panza de mi mamá, siempre está en constante movimiento, pero cuando alguien más toca la panza no se mueve, entonces mi mamá dice que hay una conexión entre él y yo. Realmente así va a ser, será como mi hijo, (pues nacerá) 23 años después (que ella).
“Ya casi nace, estoy esperando conocerlo, abrazarlo y apapacharlo, llorar y agradecerle a Dios por este regalo que nos ha dado a todos.
“Contestando la pregunta de la maternidad, yo sí quiero ser mamá unos dos años antes de los 30. Lo que Dios mande, sí deseo tener una familia llena de amor, de unidad, de excelentes valores. No estoy apresurada, cada año que va corriendo en mi vida lo trato de disfrutar al máximo, disfrutar cada una de mis emociones. Sí sueño con tener mi familia y ser muy, muy feliz. Entrar de blanco al altar como en las películas”.
“(el primer encuentro con su mamá luego de ganar la corona) Fue maravilloso. Cuando la abracé me dijo: ‘ya estoy aquí’. Sentí ese abrazo como cuando sos chiquita y te caés y te consuelan. Un abrazo genuino, de energías, amor de verdad. Me dio mucha fortaleza el tiempo que estuve con ella, que me mimara, que yo la mimara, que tuviéramos esas conversaciones de mamá e hija”.