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Martha Isabel Bolaños, la actriz que interpretó a Jenny García en la serie Yo soy Betty, la fea, volvió a visitar Costa Rica. Conocida como la “Pupuchurra” por su personaje en la telenovela colombiana, la intérprete llegó al país para participar en un retiro espiritual y “sanar su niña interior”.
Horas antes de volar a su natal Colombia, Bolaños conversó con La Nación sobre su experiencia en el país, al cual describió como un lugar hermoso que le permitió sentirse “como en casa”, debido a que encontró numerosas similitudes entre los colombianos y los costarricenses.
Según la intérprete, los ticos y los colombianos se parecen en la gastronomía, fisionomía y hasta en su forma de ser. La única diferencia es que los costarricenses pronuncian la “R” arrastrada, un elemento que le resultó fascinante.
Además, la actriz, que recientemente participó en la última edición de La Casa de los Famosos Colombia, comentó que tuvo una maravillosa primera impresión de Costa Rica. Destacó especialmente la pureza del aire en el país, que considera “diferente al resto del mundo.”
Aunque Bolaños ya había visitado el suelo tico en tres ocasiones anteriores, esta fue la primera vez que vino para descansar y dedicarse a sí misma. Su experiencia fue tan satisfactoria que expresó su deseo de regresar en un futuro cercano, tanto con su familia como para explorar proyectos profesionales.
Al igual que su compañera de elenco Lorna Cepeda, quien dio vida a Patricia Fernández en Yo soy Betty, la fea y ganó el concurso de baile tico Dancing With The Stars en 2022, la actriz también manifestó su anhelo de participar en un reality show costarricense en algún momento.
Martha Isabel Bolaños pasó cuatro días en La Fortuna, San Carlos, como parte de un retiro espiritual. Durante su estadía, exploró el volcán Arenal y participó en actividades de aventura como el canopy y tarzan swing.
Según explicó, el propósito del retiro era “sanar el niño interior,” que sostiene que en la medida en que las cosas estén organizadas en el interior de las personas, eso también se reflejará en su entorno exterior.
“Yo soy actriz de 30 años, pero mi vida gira alrededor de mi mundo interior (...). Sé que para que a uno le vaya bien en la vida, tiene que sanar a su niño interior, porque si no crece con comportamientos inadecuados, uno se hace daño y le hace daño a los demás. En la medida que sanes a esa niña, que fue quien recibió las heridas, tu vida de adulta funciona mejor. Y a mí me encanta estar bien”, agregó la actriz.
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