Una visita al hospital madrileño donde el Rey Juan Carlos se recupera de una operación menor, fue la excusa que las dos reinas de España, Sofía, la emérita, y Letizia , su sucesora y nuera, eligieron para mostrar una foto de reconciliación y así bajarle el tono al "escándalo real" de esta semana.
Fue durante la tarde del sábado en España, cuando el Mercedes Benz gris que manejaba Felipe VI se detuvo frente al Hospital Universitario Sanitas La Moraleja. Del asiento del acompañante, apareció una sonriente Doña Letizia, quien de inmediato se acercó a la puerta trasera para ayudar a bajar a su suegra, quien también se ocupó de mostrar su sonrisa para los fotógrafos.
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A un costado, el Rey Felipe, de 50 años, se mostraba satisfecho y daba espacio para que las dos mujeres, madre y esposa, fueran retratadas sin interferencias y hasta pudieran intercambiar algunas palabras en los pocos metros que separaban el auto de la entrada al hospital, indicaron los medios locales. Incluso Letizia, de 45 años, se animó a extender su mano sobre el brazo de Doña Sofía para acompañarla hacia el ingreso.
La escena sacudió a la prensa rosa luego de que el domingo de Pascuas ambas fueran filmadas en un video que dejó a la monarquía envuelta en un escándalo.
Aquel día, a la salida de la catedral de Palma, se vio a Letizia interponiéndose a la foto que la reina emérita pretendía hacerse junto a sus dos nietas, las princesas Leonor, de 12 años, y Sofía, de 10. También fue evidente la contrariedad del Rey Felipe, quien no puso disimular su enojo, mientras las niñas se movían de un lado al otro sin saber a quién obedecer.
La prensa española habló del "rifirrafe" de Letizia y Sofía, en referencia a lo que la Real Academia Española define como un "contienda o bulla ligera y sin trascendencia". Pero lo cierto es que el altercado dejó en evidencia problemas más profundos dentro de la monarquía.
Aunque en un primer momento las dos mujeres tuvieron una buena relación, e incluso, al anunciar su compromiso, Letizia aseguró que su suegra era su "camino a seguir", las diferencias no tardaron en aparecer.
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La nueva reina traía consigo "fallas de origen" para la monarquía: un matrimonio anterior rompía el cuento de hadas de la princesa. Además, Letizia tenía una profesión, era una periodista prestigiosa, y no necesitaba marido para ganarse la vida. Y como si eso fuera poco, venía de una familia republicana y era hija de una madre sindicalista que se enoja cuando el mayordomo del palacio de la Zarzuela llama "altezaa" a sus nietas.
Como muestra de lo que la monarquía significa en España, el jueves, durante una actividad protocolar a la Organización Médica Colegial, Letizia tuvo que escuchar cómo la abucheaban a la salida.
La visita del sábado al rey Juan Carlos fue entonces la ocasión que encontraron Sofía y Letizia para enfriar la situación. Allí, el monarca se recupera en la unidad de cuidados intensivos (UCI), donde va a permanecer 24 horas en observación tras la intervención para sustituirle la prótesis artificial que le fue implantada en la rodilla derecha hace siete años, informó la prensa local.
Con las infantas
Este domingo 8 de abril la familia real de España se dejó volver nuevamente juntos esta vez hasta con las infantas Leonor y Sofía.
Junto a sus padres y la abuela, las niñas llegaron muy simpáticas al hospital de Madrid en una visita dominical que hicieron a su abuelo, el emérito rey Juan Carlos.
"En la entrada del centro, Doña Sofía se hizo la foto que no pudo hacerse el pasado domingo. Mientras, los Reyes aguardaban un poco separados del grupo para dejar todo el protagonismo a la Reina madre y a las niñas, que posaron muy sonrientes", reseñó el diario ABC.
"A la salida, Don Felipe comentó que todo iba bien y que Don Juan Carlos tardará poco en volver a casa, mientras que Doña Sofía se quedó a almorzar en el hospital", puntualizó el mismo diario.