A Lisbeth Valverde aún le quedan un par de meses siendo Miss Costa Rica 2023; sin embargo, tiene claro que después del 16 de agosto ya no buscará volver a ser reina de belleza.
Afirma que han sido años que jamás olvidará, no solo porque hizo muchos sacrificios por alcanzar sus metas, sino porque también gozó de los frutos del esfuerzo y la dedicación. Su mayor sueño era ser Miss Costa Rica y ahora eso nadie se lo quita.
Para la joven, vecina de Osa, se vienen nuevos proyectos personales y profesionales al tiempo que trabaja como “embajadora de las causas nobles de Teletica”, labor que ocupa la mayor parte de su tiempo.
En entrevista con La Nación, la reina de belleza reflexiona sobre ser la última Miss Costa Rica, sobre la invitación del Miss Universe Costa Rica para coronar a su reina y de los proyectos que prepara para el futuro.
—¿Qué significa para usted ser la última Miss Costa Rica?
—Bueno, yo no puedo asegurar que soy la última Miss Costa Rica, pero obviamente es una experiencia demasiado linda que va a marcar para siempre mi vida en general. Participé en 10 concursos antes de estar en Miss Costa Rica, que siempre fue un sueño para mí, no solo ser parte de este reinado, sino también de toda la producción del canal, entonces, para mí, obviamente siempre será una gran alegría.
—Esa corona le ha permitido ser parte de un legado...
—Ah sí, por supuesto, y ahora siempre voy a ser la Miss Costa Rica 2023 y bueno, se cierra para mí ese ciclo de los concursos de belleza. Siempre planeé que mi último concurso de belleza fuera Miss Costa Rica y para mí fue una experiencia de vida y profesional, porque yo veo el modelaje como una carrera. Entonces siempre voy a ser parte de esas 50 ediciones de Miss Costa Rica que tanto han construido. El Miss Costa Rica ha sido una plataforma muy importante para muchas chicas y en este caso para mí.
—Es decir, ¿cierra con el Miss Costa Rica su etapa como reina de belleza?
—Sí, totalmente. Ya en este momento, después de tantos concursos y demás, obviamente tengo otras metas personales y profesionales que he estado organizando y planificando. Ahora me queda seguir con la comunidad de redes sociales, porque me encanta crear contenido, generar publicidad, los medios de comunicación y las cámaras.
“He construido una comunidad muy linda en toda la experiencia que yo tuve como Miss Universo y ahora como embajadora de las causas nobles se abre esa exposición que quiero seguir utilizando, ya no solo como reina de belleza, sino como educadora especial y promotora de turismo. Tengo una agencia de viajes con mi novio en Uvita y me ilusiona muchísimo saber que, haga lo que haga, siempre voy a ser la Miss Costa Rica 2023 y todo lo que logré durante esa etapa de mi vida”.
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—La invitaron, a título personal, a coronar la Miss Universe Costa Rica 2024, ¿qué piensa al respecto?
—Yo te puedo decir que para mí el foco es 100% con Teletica, con las causas nobles y mi proyecto social. Ahorita, mi tiempo lo tengo 100% invertido en lo que es trabajar por las comunidades que tienen necesidades y demás. Sinceramente, ese mi foco, y pues voy a estar trabajando por lo que resta del año en eso, o hasta que Dios quiera.
—¿Cómo ha cambiado su vida desde que se convirtió en Miss Costa Rica y fue al Miss Universo?
—Yo ya tenía varios años de estar viviendo en Osa, porque tengo una agencia de viajes y era educadora especial ahí; sin embargo, con los certámenes, me tuve que venir a San José y la vida es muy diferente, porque Uvita es una zona turística y con mucha naturaleza. Entonces, antes mi vida era cómo levantarme, ir a correr a la playa, luego trabajaba con la computadora mientras escuchaba los pajaritos y, obviamente, que me cambió un montón la vida, al menos en ese sentido.
“No obstante, pese a todo, yo creo que es importante buscar los sueños, y a veces por el hecho de que uno no vive en San José se limita, pero uno debe tomar la decisión de irse detrás de un sueño. Yo sentía que mi corazón me decía: ‘este es el momento para hacerlo y competir’.
“Al final, lo disfruté muchísimo, gané la corona, me preparé, trabajé con todo el corazón y yo creo que por eso tantas personas conectaron conmigo, con mi historia de vida, porque he compartido que no vengo de una familia de muchos recursos de la Zona Sur. A mí me costó muchísimo ir a los concursos de belleza: hice ventas, rifas de números y de todo porque era un sueño que yo tenía demasiado grande.
“A veces hasta me pongo un poco triste de que la etapa de Miss ya vaya cerrando, pero yo sé que me dejó excelentes recuerdos y muchas oportunidades que pienso seguir desarrollando”.
—¿Qué representa ser la embajadora de las causas nobles de Teletica?
—Ha sido muy lindo, porque es una continuación de lo que ya yo venía haciendo como profesional en el área de educación especial. Siempre me ha entusiasmado mucho ayudar a otras personas, que tal vez no nacieron en la misma condición. De hecho, yo tenía mi proyecto social Manos Unidas Costa Rica y desde que gané el Miss Costa Rica se ha ido formando cada vez más. Actualmente, como que mis funciones en ese sentido se amplían.
“Y es muy lindo, porque puedo combinar la pasión del modelaje y el espectáculo con lo que tanto me gusta, que es mi pasión por la educación especial, entonces un proyecto muy interesante”.
—¿Cómo reaccionó cuando le pidieron ser la embajadora de las causas nobles?
—Bueno, esa siempre ha sido una función de la Miss Costa Rica, pero ahora desean acentuar ese legado por el 50 aniversario de Miss Costa Rica, y qué mejor momento para celebrarlo con esto, que es una misión tan bonita. Esto se combina con mi profesión y me permite entregarme muchísimo más a mi pasión. Vamos a ayudar adultos mayores, animales abandonados y otros proyectos.
—Sigue siendo Miss Costa Rica hasta agosto, ¿siente nostalgia desde ya?
—Sí, he vivido tantas cosas, que a mí no se me va a olvidar. Ha sido una experiencia que me va a quedar grabada para toda la vida.
“Al mismo tiempo me recuerda que yo siempre voy a ser Miss Costa Rica y eso es algo que va a perdurar; voy a poder contárselo a mis nietos. Son muchos recuerdos y sé que aunque se cierre esta etapa se abren muchísimas más, que también me entusiasma poder vivir. Hay que ver qué le repara a uno la vida”.