La actriz y cantante costarricense Maribel Guardia abrió su corazón para contar cómo ha sido su vida tras la muerte de su hijo, Julián Figueroa, quien falleció el pasado domingo 9 de abril.
En una entrevista con el afamado matutino mexicano Hoy, la artista comenzó diciendo que aún conserva las cenizas del joven, quien murió a los 27 años.
“Tengo mucha fuerza. Tengo todavía las cenizas de mi hijo en la casa, hay gente que dirá: ‘No, pues ya que se lleve al hijo’, pero yo cada vez que llego le prendo una velita, rezo y siento una luz, una paz tan grande, una energía tan bonita en la casa, que por mucho tiempo lo voy a tener ahí. Hasta que algún día decida que nos pongan juntos en algún lugar”, comentó al programa de Televisa.
Maribel aseguró que a pesar de todo se siente tranquila, que no se arrepiente por nada y que está agradecida por haber tenido la oportunidad de ser madre y por tener “un hijo tan maravilloso”.
“Le tenemos mucho miedo a la muerte, pero es lo único seguro que tenemos en la vida y lo que podemos aprender de esto es a vivir haciéndole honor a Dios, sin la fortaleza de Dios no se puede y con el recuerdo en el alma de mi hijo que me dejó tanta luz y tantos recuerdos hermosos. Todos los días le hablo, todos los días me despido de él, todos los días le doy las buenas noches...”, continuó Maribel.
Y añadió: “No tengo nada que reclamarle a Dios, al contrario, le doy las gracias todos los días. Yo me quejaba de tonterías y ahora digo: ‘Yo no me vuelvo a quejar de tonterías’”.
La actriz costarricense agregó que está consciente de que tiene que seguir adelante no solo por su nieto, su esposo y su nuera (a quien también considera una hija), sino por ella misma.
“Hay que maquillar el dolor. Tienes que levantarte porque te puedes quedar tirada revolcándote en el dolor, pero te tienes que parar, bañarte, salir a la calle y continuar una vida. Conozco a muchas mamás que se han muerto después de que han enterrado a un hijo. Yo no me voy a morir, no por eso... yo me voy a morir el día que Dios decida que me muera y Julián va a estar esperándome ahí”, dijo.
Por eso, agregó que “ya me verán un día en bikini, otro día modelando fajas... porque yo voy a continuar con mi vida. Una cosa es vestirse de luto que es vestirse de negro y otra cosa es el duelo: el duelo lo llevas por siempre, yo lo traigo en mi alma”.
Un sueño
Durante la entrevista en Hoy, Maribel recordó que por medio de la Virgen de Guadalupe tuve una “visión hermosa” de su hijo.
“Tuve una experiencia hermosa con mi hijo, porque lo vi, era luz, sonriendo y platicamos telepáticamente y hasta me habló de mi muerte, no les voy a contar eso, porque es algo que no le he contado a nadie, pero obviamente me encargó a su niño que es un regalo para mí”, dijo.
Aunque no ahondó en el tema, cuando terminó la entrevista, la costarricense conversó con varios medios de comunicación que la esperaban afuera de Televisa.
“Cuando murió Julián no podía ni caminar, me temblaban las piernas y un día que estaba rezando el rosario, llegó a mí, lo vi lleno de luz y me dijo muchas cosas sin hablar, me dijo cuándo me voy a morir, pero ya no eso no se los voy a contar. Él está en mi corazón y va a estar hasta el día que me muera y ese día va a ser un fiestón, porque me va a esperar ahí un montón de gente que amo” comentó.
Antes de retirarse, Maribel reveló que tras la muerte de su hijo, canceló varios proyectos, incluidos unos con Netflix, pues, reconoce que ahora lo que necesita es “ver una tanatóloga y trabajar muchas cosas en el corazón, dedicarle más tiempo a mi nieto, a mi esposo, a mi familia y dedicarme más tiempo a mí que me hace mucha falta, revisar mi salud, ya he maquillado mucho mi dolor y tengo que trabajarlo”.