EscucharLa causa del fallecimiento del actor Matthew Perry, reconocido por su papel de Chandler en la serie Friends, permanecía envuelta en misterio desde que fue hallado sin vida en el jacuzzi de su residencia en Los Ángeles, California, el 28 de octubre.
Inicialmente se especuló sobre posibles fallos cardíacos o ahogamiento como motivos de su muerte, sin embargo, recientemente se confirmó que la causa de su deceso fue atribuida a los efectos de la ketamina, según indica el informe de la autopsia.
Medios estadounidenses señalan que se encontraron niveles elevados de esta sustancia en la sangre del actor, estableciéndose como la principal causa de su fallecimiento. La revista People destaca que, aparentemente, Perry participó en una terapia de infusión de ketamina, siendo su última sesión una semana y media antes de su muerte.
Según el informe, la ketamina hallada en su organismo tenía entre tres y cuatro horas de antigüedad.
Asimismo, de acuerdo con la revista estadounidense, los resultados de la autopsia indicaron que la muerte del actor de “17 Otra Vez” ocurrió por una “vía desconocida de ingesta de drogas”.
El forense informó de que Matthew Perry fue encontrado “en una piscina residencial”. Aunque se hallaron medicamentos recetados y pastillas sueltas en su hogar, ninguno de ellos estaba cerca del lugar donde ocurrió su deceso. La autopsia también subrayó que “no se observaron signos de traumatismo mortal ni se sospecha de un acto criminal”.
Un especialista mencionó en el informe que, dada la alta concentración de ketamina en las muestras post mortem, los efectos letales principales serían la sobrestimulación cardiovascular y la depresión respiratoria. Se añadió que el ahogamiento contribuyó debido a la probabilidad de inmersión en la piscina mientras perdía el conocimiento.
La muerte del actor fue catalogada como un accidente.
El informe, al cual tuvo acceso People, concluyó que Perry falleció debido a los efectos de la ketamina, con contribuciones del ahogamiento, la enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de la buprenorfina, un fármaco utilizado en el tratamiento de trastornos por consumo de opioides.
¿Qué es la ketamina?
Según el Departamento de Justicia estadounidense, la ketamina es un anestésico utilizado principalmente en el ámbito veterinario, aunque fue aprobado tanto para animales como para humanos.
Esta sustancia puede presentarse en forma de polvo blanco, cristalino o líquido, con la concentración de clorhidrato de ketamina variando del 7% al 99%, dependiendo de su origen.
Es importante destacar que, clínicamente, la ketamina se emplea para inducir pérdida de sensibilidad y conciencia o para provocar sueño en pacientes sometidos a cirugía. Además, se encuentra en estudio para el tratamiento del dolor causado por la quimioterapia, según el Instituto Nacional del Cáncer.
¿Cuáles son los efectos de la ketamina?
En la actualidad, la ketamina se utiliza como sedante en animales domésticos y de granja, así como anestésico general en pediatría, geriatría y terapias psicológicas experimentales para el tratamiento de trastornos como el alcoholismo. La droga puede ocasionar náuseas, vómitos, mareos, vértigos, sudoración, dolores de cabeza, confusión y desorientación.
Se subraya que el uso continuo puede generar dependencia y tolerancia, así como provocar trastornos físicos y psicológicos. Entre estos, se incluyen problemas abdominales, oculares, temblores, ansiedad, insomnio, psicosis, daño renal y afectaciones en la memoria, atención y concentración.
Es crucial resaltar que la combinación de ketamina con cantidades significativas de alcohol u otros depresores puede conducir a la pérdida de conocimiento y, en algunos casos, a paros respiratorios.
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