El 11 de noviembre, la actriz Megan Fox compartió en sus redes sociales que está esperando a su cuarto hijo. La estrella de Transformers sorprendió a sus seguidores al revelar esta nueva etapa de su vida, marcada por el equilibrio entre su carrera, su maternidad y su relación con el músico Machine Gun Kelly.
Fox, de 37 años, protagonizó recientemente una sesión fotográfica dirigida por Tylor Klipfel, donde lució un conjunto de lencería de encaje negro, un velo translúcido y un maquillaje estilo “cat eye”. Las imágenes destacaron su “baby bump” (panza de embarazo) y reflejaron un estilo que combinó elegancia y atrevimiento. Este es el cuarto hijo de Fox, quien ya es madre de Noah, de 10 años; Bodhi, de 9; y Journey, de 7, fruto de su relación anterior con Brian Austin Green.
La noticia llega en un momento de estabilidad para la pareja, luego de superar un aborto espontáneo que Fox describió en su libro Pretty Boys Are Poisonous. En esta obra, la actriz reflexionó sobre la pérdida y el impacto emocional de este episodio.
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Una maternidad transformadora y sin estereotipos
Desde que se convirtió en madre, Fox ha sido abierta sobre los retos y alegrías de la maternidad. En particular, ha hablado sobre cómo apoya a su hijo mayor, Noah, quien ha desafiado estereotipos al expresar su amor por la moda, incluyendo vestidos y colores comúnmente asociados al género femenino. La actriz ha mencionado los retos que esto implica, como el bullying, pero insiste en la importancia de fomentar un ambiente de aceptación para sus hijos.
A pesar de la atención mediática que rodea a la familia, Fox procura proteger la privacidad de sus hijos, compartiendo únicamente reflexiones sobre su crecimiento y carácter. Por ejemplo, describe a Journey como un niño curioso y enérgico, cualidades que admira profundamente.
Un nuevo capítulo en su vida
Con este embarazo, Megan Fox no solo celebra la llegada de un nuevo integrante a su familia, sino también el empoderamiento y la belleza de vivir cada etapa plenamente. Las imágenes de su reciente sesión fotográfica se han convertido en un símbolo de cómo afronta la maternidad: con fortaleza, estilo y un mensaje claro de aceptación y amor.
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