EscucharEl cantante español Miguel Bosé reveló que los asaltantes que invadieron su casa hace un mes, el 18 de agosto, no solo ingresaron para robar sus pertenencias, sino que también le pidieron un selfi por ser sus fanáticos.
Según contó el cantante en una entrevista con el medio El Hormiguero, el jefe de la banda de asaltantes –compuesta por 10 encapuchados– se quitó su máscara en un momento para comentarle que era uno de sus mayores seguidores.
De acuerdo con el relato, él se le quedó mirando al artista durante un momento del asalto. Luego le dijo al resto de los asaltantes “Chavos, este es Miguel Bosé”, y ante la respuesta afirmativa del cantante, procedió a quitarse la máscara y decirle: “Yo soy tu fan”.
Luego lo siguió otro de los encapuchados, quien pidió el selfi, que no fue concretado por razones obvias.
El español describió el robo como surrealista y afirmó que no entendía la totalidad de lo que está pasando. Sin embargo, el hecho que los asaltantes se mostraran como fanáticos le brindó una sensación de tranquilidad y que “no iba a pasar nada”.
Incluso, Bosé le comentó a los asaltantes que debían llevar “las cosas por buen camino o se acaban los conciertos”.
El asalto a la casa de Miguel Bosé
La noche del 18 de setiembre, Bosé se encontraba con su familia en México. Cuando ya todos estaban dormidos, los despertaron con pistolas apuntando hacia sus cabezas.
La banda había interceptado, atado e incluso desnudado a los trabajadores de seguridad para ingresar a la vivienda.
“Estábamos ya dormidos y de repente me despierta alguien. Abro los ojos y veo caras que no conozco y estaba encañonado con una pistola. Estábamos todos rodeados de gente armada hasta los dientes con metralletas y artillería pesada muy grande”, comentó Bosé en entrevista.
Después del shock inicial, el cantante buscó intermediar con los hombres para que mantuvieran a sus dos hijos en un cuarto de manera segura. Los asaltantes aceptaron y ataron a los niños en una habitación contigua, en la cual permanecieron encerrados por dos horas.
Esto ocurría mientras Bosé recorría toda su casa con los criminales, abriendo las cajas fuertes para que se llevaran el dinero, que estaba reservado para pagarles a los trabajadores.
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Además, agregó el artista, se podía notar que los hombres no eran profesionales, ya que los ataron con los cordones de sus propios zapatos. Aclaró que nunca utilizaron violencia física en su contra o de su familia, más allá de algunos insultos verbales.
Luego de las dos largas horas, los hombres se llevaron todas las pertenencias que quisieron, incluido el dinero y su vehículo, y salieron huyendo de la vivienda del cantante. Hasta la fecha, las autoridades mexicanas no han podido atrapar a los responsables del robo.
El artista dio a conocer este suceso en su cuenta de Instagram el 21 de agosto, con una publicación en la que detalló que sus hijos y los trabajadores estaban en buenas condiciones de salud.
Bosé aseveró que permanecería en México, a pesar del robo, por ser “el país más hospitalario del planeta”.
