La noche de este lunes, Paola Chacón Fuentes regresará a la labor que realiza desde hace dos años: ir a las calles josefinas y, además de darles un plato de comida, llevar palabras de ánimo a los habitantes de la calle e, incluso, invitar a los más jóvenes a cambiar su vida. Miss Costa Rica 2019 es parte de una fundación que ayuda a aquellos que viven en la indigencia.
La banda y la corona que porta desde el viernes 19 no la alejarán de la mujer que es, ni la hace olvidar lo que vivió para adquirir el temple y madurez que caracterizan a esta joven, quien empezó a trabajar desde los 15 años.
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Solo unas horas después de recibir de la gala en la que fue elegida como “la mujer más bella del país”, Chacón, de 28 años, visitó La Nación para hacer una entrevista que se ha vuelto tradición entre las ganadoras de los últimos años.
En esta oportunidad, la oriunda de Alajuelita habló de todo lo relacionado a su experiencia como miss, pues desde hace cinco años ha estado en distintos certámenes de belleza. Además repasó su vida, tocó temas relacionados con la mujer y con esa voz en la que se quiere convertir para motivar a las niñas y jóvenes que la siguen o admiran.
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El sueño de una “chica normal”
En el caso de Paola, el anhelo de ser miss no viene desde la infancia. Su deseo por portar una corona y una banda que ante el mundo la convertirán en Costa Rica, nació hace cinco años, cuando su hermana Shirley Chacón la instó a participar en un certamen.
Paola entró y se encantó con lo que los certámenes tenían; asegura que, desde siempre, supo que, aparte de belleza, se podía dar un poco más, por ello buscó fortalecerse a sí misma porque la disciplina que requieren estos concursos la tiene desde hace mucho.
María de los Ángeles Fuentes es, quizá, la culpable de que Paola sea tan persistente en cazar sueños. Ella es la mamá de quien hoy es Miss Costa Rica 2019, título que Chacón se prometió que tendría. Su carácter, dice, se formó gracias al ejemplo de su madre, una mujer que desde joven trabajó para darles lo mejor a sus hijos y fue especialmente importante sus enseñanzas en cuanto a valores.
Paola hoy mira hacia atrás y ve un camino en el que “como un caballo con una anteojera puesta (que evita que el animal se distraiga)” ha avanzado enfocada en lo que quiere. A los 15 años trabajó, con autorización de su mamá, en una marisquería: iba los fines de semana y sus oficios eran desde lavar platos hasta atender clientes. Hoy es una amante de cocinar mariscos y agradece esas vivencias pues son parte de la mujer que es.
“Ahora como Miss Costa Rica quiero representar a la mujer trabajadora, sencilla, a quien a pesar de los obstáculos lucha todos los días para seguir adelante y cumplir lo que se propuso. Soy una chica normal”, dice con voz ronca, resultado de varios días enferma y, aun así, su sonrisa no se borra.
Antes de ser coronada, Paola continuaba trabajando: junto a su hermana Shirley tienen una tienda virtual. Además, ella estudia administración de empresas y quiere seguir una profesión relacionada con otro de sus mayores pasiones: el deporte.
Al mundo de los números ingresó luego de trabajar como asistente contable en un hotel. Antes, ella cursó enfermería por un año; fue cuando tomó el consejo de su madre, quien al ver que Paola “era feliz ayudando a los demás”, le recomendó esta carrera. Sin embargo, ella supo que no era su vocación. Eso sí, cuenta que su gusto por el servicio a otros continúa y pretende potenciarlo durante su reinado junto a su compromiso para ayudar al empoderamiento de las mujeres.
“Empecé lavando platos, luego en servicio al cliente. Soy una chica normal que ha tenido que trabajar. Atiendo dos teléfonos al día (para contestar a las clientas de su página). Quiero que todas las chicas que quieren entrar, sepan que cualquiera puede participar en un concurso de belleza. No importa de dónde vengan ni cómo son. Simplemente tiene que derribar miedos e inseguridades que nosotras nos ponemos en la mente”.
La reina de cerca
–Ingresó a Miss Costa Rica casi que en el límite de la edad; antes dijo que tuvo dudas de hacerlo, ¿por qué?
–Quería seguir con otra carrera enfocada en deporte, y no sabía si sacrificarlo, porque ser Miss Costa Rica es un trabajo muy arduo, las personas a veces no lo creen, pero es una responsabilidad muy grande. Pero era algo que verdaderamente anhelaba, entonces tenía que hacerlo.
–Es la ganadora de un concurso que busca una belleza física que, según ha perpetuado la sociedad, se acerca “a la perfección”. Más allá de lo externo, ¿qué cree que la hace bella?
–Todas las mujeres somos hermosas. Cada una tiene sus fortalezas y sus esencias, pero lo más lindo de una mujer es su belleza interna, lo que ella transmite a las demás personas y eso es lo que yo siento y creo que tengo.
–¿Qué características debe tener una mujer integral?
–Es una mujer decidida, que se ama así misma; una mujer a la que le gusta ayudar a las demás personas, que es disciplinada, que es trabajadora. Para mí, así es una mujer integral y así soy.
–En estos días sus seguidores en redes sociales han aumentado mucho (empezó el certamen con 4.000 y ahora tiene más de 27.000); ahora es una figura más mediática e incluso aspiracional para algunas personas jóvenes y algunas mujeres. ¿Cuál es el mensaje y ejemplo que les quiere dar?
–Yo quiero ser una voz para todas esas mujeres a las que muchas veces les crean miedos, las critican y les dicen que no pueden hacer algo. Actualmente, las redes sociales son muy importantes, son mi fuente de trabajo, pero hay que tener cuidado porque llegan a afectarnos y hacen creer que hay que caer en estereotipos de perfección. Nadie es perfecto; tenemos imperfecciones y mi mensaje es que se amen, que sean ellos mismos, que no sigan estereotipos.
–Físicamente, usted se ve muy bien, ¿cómo enviarles mensajes de aceptación a personas que tienen inseguridades en ese campo, jóvenes que están sufriendo bullying por su apariencia...?
–Esto también debe ser algo que trabajen los padres de familia, inculcarles a los niños seguridad, que se sientan seguros de hacer lo que quieran, lo que los hace felices. Si los padres inculcan esa seguridad en los niños, nosotros tendríamos una sociedad mejor. Yo trabajé arduamente en aceptarme y amarme como soy. Cuando usted se ama como es, lo transmite.
–Ya hablamos de la importancia de las redes sociales y ahora lo unimos con el tema de la aceptación. Han pasado unas horas desde su coronación y ya las redes se han llenado de comentarios, unos a favor, otros disconformes y otros particulares que dicen que se ve mayor de su edad. ¿Cómo las afronta?
–El 21 de abril cumplí 28 años, edad límite para Miss Universo. Soy una mujer muy madura y sé que a veces uno no puede ser la persona perfecta para todo el mundo. Estas críticas las acepto y simplemente les digo que voy a trabajar muy duro para Miss Universo y se van a dar cuenta de que la apariencia cuenta, pero más importante que eso es lo que uno expresa y eso es lo que voy a hacer.
–¿Cómo evitar que lo que digan otras personas la dañen?
–Muchas veces hay comentarios que hieren por más que diga que los evito y que no me afectan. Hay comentarios muy dolorosos; por suerte, tengo apoyo de mi familia, de muchos seres cercanos y lo que digo es que lo que tengo lo logré a pesar de todos los obstáculos con los que topé en el camino.
–¿Qué cree que la hizo destacarse en el concurso?
–Es difícil decirlo porque siento que todas tenemos cualidades diferentes que nos hacen destacar y no me gusta como decir que fue por algo, pero creo que fue mi sencillez y humildad.
–¿En qué quiere trabajar durante su reinado?
–Mi objetivo es ser voz para que las niñas y jóvenes que se frustran por querer ser ‘perfectas’ o encajar en los estereotipos que las redes sociales nos ponen. También, continuar como voluntaria del proyecto Calle Génesis. La gente tiene mal concepto de los habitantes de calle; en nuestro grupo lo que hacemos es que vamos por ciertas áreas y, más que dar un plato de comida, es darles amor, compañía, que no se sientan solos. Hay personas muy jóvenes en las calles y tratamos de incentivarlos para que salgan de las calles. Es algo que quiero seguir haciendo. Esto es parte de mi vida. Es algo a lo que quiero que todos los costarricenses puedan unirse, no necesariamente yendo a las calles, sino tomando pequeñas acciones, incluso con solo darles algo para apaciguar el hambre, si ellos se acercan. En mi carro, siempre ando jugos y galletas.
–En Miss Universo (todavía no se define la sede), usted se va a convertir en la representación de Costa Rica. ¿Cuál es la esencia del tico que quiere transmitir allá?
–Siento que los costarricenses nos caracterizamos por ser personas sencillas, trabajadoras, humildes, que aman su cultura pluriétnica, algo que nos hace sentir orgullosos. Eso quiero transmitir a nivel internacional.
–Sabemos que los concursos de belleza tienen muchos detractores. ¿Para qué cree sirve un concurso de belleza en estos tiempos?
–Para ser voz de muchas obras sociales, de mujeres que no se atreven a perseguir sus sueños y metas por el qué dirán.
–¿Qué podría fortalecer de camino al Miss Universo?
–Uno busca preparación, no de pasarela ni de cuerpo. Ya no solo se busca eso. Ahorita quiero mejorar mi oratoria. Naty (Natalia Carvajal, Miss Costa Rica 2018) es hermosa y eso (su oratoria) la hizo destacar. Es una de las partes que más tengo que trabajar para ir a resaltar allá. El inglés es algo en lo que estoy trabajando; el lunes inicio nuevamente, lo congelé durante el concurso para retomarlo cuando acabara, pasará lo que pasará.
“Entiendo que un concurso de belleza tiene que ser un concurso de físico, pero tiene que ir más allá. Se tiene que tener corazón de oro para que las demás personas lo sientan. Uno va a llegar a Miss Universo con 100 chicas, hermosas, perfectas y siento que debe haber una diferencia con lo que usted transmite”.
–Durante siglos, las mujeres han tenido muchas luchas en pro de sus derechos. ¿Cuán identificada se siente usted con las luchas del movimiento feminista?
–Estoy super de acuerdo con que entre los hombres y las mujeres haya una igualdad de género. Estoy de acuerdo en que cada mujer luche por lo que quiere. Antes teníamos limitaciones incluso al vestir; estaba mal visto hasta si se usaba una enagua. Creo que lo más importante es sentirse segura de lo que se hace y que se valore el trabajo que nosotras hacemos en cualquier área.
–En los últimos tiempos las mujeres han alzado su voz para denunciar acoso y abuso sexual. ¿Ha vivido alguna situación semejante?
–Gracias a Dios no lo he vivido. Sin duda, también lo haría, denuncio. No lo pensaría.
Créditos de la producción:
Maquillaje: Equipo Maquillaje de Televisora de Costa Rica.
Vestuario/diseños: Donato, Art Nouveau, Ana Gutiérrez
Calzado: Daniel del Barco
Joyas: Ana Gutiérrez
Cabello: Image Design-Mauricio Jiménez
Traje de noche: Daniel Moreira