Luego de ser coronada este domingo en la ciudad de Atlanta, Estados Unidos, como la nueva Miss Universo, Zozibini Tunzi siente que esto no fue lo más valioso de ese momento, sino que lo más importante para ella fue el haber destacado –frente a las otras 89 mujeres del certamen– a pesar de haber roto estereotipos –por ejemplo, por su cortísimo cabello–, que son la reconfirmación de la seguridad que tiene en sí misma y la firmeza de sus convicciones.
Con 26 años, la joven oriunda del municipio de Tsolo, Sudáfrica, demostró a lo largo de los 10 días que duró el concurso de belleza, que tenía todo lo necesario y más para alzarse con la corona, a pesar de que distintas páginas especializadas en escoger a las favoritas de cada año, la dejaron por fuera en sus top 20.
Pero Tunzi resultó ser más astuta de lo que algunos pensaron, ya que supo enamorar al grupo de juezas –que por primera vez año estuvo integrado por mujeres– en la entrevista que tuvo el jueves pasado, y que duró entre tres y cinco minutos. A esto se suma su gran desempeño en la gala preliminar que se llevó a cabo el viernes en la noche, en donde deslumbró con su figura y carisma.
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Sin embargo, la sudafricana logró guardar lo mejor para el final, pues al ser seleccionada entre las finalistas del Miss Universo tuvo la oportunidad de expresarse ante el mundo de entero, labor que asumió de forma serena y alejada de las respuestas “clichés” a las que nos tienen acostumbrados la mayoría de las misses.
Ese fue su verdadero as bajo la manga para terminar por conquistar a propios y extraños. No es para menos, ya que cuando el presentador de la gala, Steven Harvey, le preguntó cuál sería la enseñanza que le daría a las niñas de hoy, ella contestó desde su experiencia personal.
"El liderazgo, algo que hace falta en las niñas, jóvenes y mujeres desde hace mucho tiempo porque la sociedad nos ha etiquetado así. Somos el ser humano más poderoso del planeta y debemos tener todas las oportunidades. Nada es más importante que ocupar nuestro espacio en la sociedad”, concluyó en medio de la ovación y gritos de los presentes.
Si existe alguien que sabe de perseverancia es ella, ya que no quiso darse por vencida y cumplir su sueño, no solo de ser coronada como la mujer más bella de su país, sino de todo el Universo. Es por ello que ingresó al concurso de Sudáfrica, pero no tuvo lo necesario para ser seleccionada ni como finalista ni reina; el siguiente año se dedicó a prepararse todavía más en cuanto a protocolo y pasarela, por lo que decidió inscribirse, nuevamente, en el concurso de este año.
Si realmente nos ponemos a hurgar en los motivos que la llevaron a ser la nueva soberana de la belleza, las razones sobran. La sudafricana Tunzi comentó que tuvo que dejar el colegio, ya que tiene tres hermanas y su familia es muy pobre, por lo que no tuvo otra opción que ponerse a trabajar y colaborar con los suyos. Regresar a las aulas solo fue posible luego de ser electa como Miss Sudáfrica en el 2019, y poder costearse sus estudios gracias al premio que recibió.
La joven, quien es licenciada en relaciones públicas y gestión de imágenes, ha confesado en distintas ocasiones que es una activista apasionada en la lucha contra la violencia de género. Ella ha dedicado su campaña en las redes sociales a cambiar la narrativa en torno a los estereotipos de género y se siente orgullosa de ser una orgullosa defensora de la belleza natural, por lo que alienta a las mujeres a amarse a sí mismas como son.
Ese será su principal norte a seguir en el año de reinado que le espera, ya que su meta más importante es que estando en la palestra pública como lo ha estado desde su coronación, siente que tiene las herramientas necesarias para exponer situaciones por las que atraviesan las poblaciones en vulnerabilidad, especialmente, aquella que tiene que ver con el estudio. Su objetivo será servir de ejemplo para aquellos que consideren que no se puede hacer frente a las adversidades.
Según dijo en una entrevista reseñada en CNN en Español, al igual que ella quiere ser un modelo a seguir para otros, desde que era niña tuvo a dos mujeres que la inspiraron: Harriet Tubman y Mama Winnie Madikizela Mandela de Sudáfrica.
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“Harriet Tubman fue una esclava y obtuvo su libertad y cuando era libre, en vez de escaparse, regresó para liberar a otros esclavos, arriesgando su vida, era como una especie de espía moderna, y eso me inspiró para ser más en vida, para querer hacer más, para romper el estatus quo. Quiero vivir una vida con propósito por personas como ella. Ella fue una gran fuente de inspiración”, aseguró la Miss Universo.
Mientras Zozibini Tunzi celebra cumplir otra de sus metas personales, su país natal festeja al máximo el tener su tercera Miss Universo, pues en el 2017 fue coronada Demi-Leigh Nel-Peters, mientras que en 1978 el turno fue para Margaret Gardiner. Ellos desean ser potencia mundial en que cuando las cosas se desean desde el corazón y se trabaja por ellas, definitivamente, no hay imposible. Solo basta con creérselo en vida.