La estrella que iluminó al mundo de la música en los años 70, gracias a un repentino golpe de suerte con la película Grease (Vaselina) y varios hits musicales como Physical, se ha apagado. La cantante y actriz Olivia Newton-John falleció este lunes 8 de agosto, a los 73 años.
El deceso fue confirmado por la familia de la artista mediante una publicación de su esposo, John Easterling, en la cuenta oficial de Facebook de la actriz y cantante.
“Falleció en su rancho en el sur de California esta mañana, rodeada de familiares y amigos”, dice la publicación que se acompaña de una fotografía de la actriz.
Si bien los allegados no compartieron detalles adicionales sobre la muerte de la intérprete de Sandy Olsson en Grease, se sabe que Newton John recibió tratamiento por cáncer de mama en 1992. Aparentemente, este habría sido el motivo de su muerte.
De hecho, tras años de llevar su enfermedad en silencio, en el 2017 la actriz reveló que luchaba contra la enfermedad desde el 2013 una vez más.
“Olivia ha sido un símbolo de triunfos y esperanza durante más de 30 años compartiendo su viaje con el cáncer de mama. Su inspiración curativa y su experiencia pionera con la medicina vegetal continúan con el Fondo de la Fundación Olivia Newton-John, dedicado a la investigación de la medicina vegetal y el cáncer”, detalla el post.
A Olivia le sobrevive su Easterling, así como su hija Chloe Lattanzi.
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Una estrella internacional
Hija de un galés y una judía alemana, Olivia Newton-John nació en Cambridge, Reino Unido, el 26 de setiembre de 1948. Cuando tan solo tenía cinco años, se mudó con su familia a Australia, luego de que su papá Brinley Newton-John consiguiera un trabajo como profesor en la ciudad de Melbourne. En ese país de Oceanía vivió los siguientes años de su infancia y adolescencia.
Olivia debutó en el medio artístico muy joven. A los 16 años ganó el concurso de talentos Sing Sing Sing, un programa televisado, el 19 de abril de 1964, lo que la impulsó a seguir en el camino musical. De hecho, tras quedarse con el primer lugar del concurso, la joven cantante formó Sol Four, un grupo musical de chicas, con el que comenzó a participar frecuentemente como invitada a varios programas de música australianos.
Para 1970 su rostro ya era más que conocido en Australia, sin embargo, su fama internacional apenas iba a empezar a dar frutos. En 1971 la intérprete lanzó If Not For You, su primer álbum, el cual llegó a los Estados Unidos para vivir de un éxito imparable con temas como Banks of The Ohio, If Not For You y Me and Bobby McGee, que le abrieron las puertas a su ascenso al estrellato.
En 1973 publicó Let Me Be There, el segundo álbum de su carrera, que se colocó rápidamente entre las 10 primeras producciones en las listas de música country. Tan solo un año después, en 1974 la cantante presentó su tercer álbum, If You Love Me, Let Me Know, que incluía el tema I Honestly Love You, que alcanzó el primer lugar de Billboard en Estados Unidos.
Fue en 1978, cuando Olivia tenía 29 años, que llegó la oportunidad de hacer Grease, una película que no solo le daba a la artista la posibilidad de demostrar sus dotes como actriz, sino que le iba a permitir cantar y compartir créditos con un joven artista: John Travolta.
Según detalla Vanity Fair esta era una “producción descuidada, planificada en cinco semanas y filmada durante dos meses, que recibió un modesto presupuesto de $6 millones”; sin embargo, Olivia, quien había debutado en el cine en 1970 (en el filme Tomorrow), tomó el riesgo de interpretar a la dulce Sandy Olsson, luego de que la producción (y Travolta) hicieran todo lo posible para convencerla de que tenía que ser la estrella de la cinta.
“Estaba muy ansiosa porque mi carrera musical iba bien y no quería estropearla haciendo otra película que no fuera buena”, dijo la actriz en declaraciones reproducidas por Vanity Fair.
Sin embargo, hizo la prueba frente a cámaras y convencida del resultado y de ver cómo lucía con Travolta (quien para ese entonces tenía 23 años) decidió hacer la película.
La cinta de bajo presupuesto se estrenó el 16 de junio de 1978 rompiendo récords de taquilla y ubicándose de número uno en Estados Unidos con su banda sonora por 12 semanas. En ese entonces obtuvo ganancias brutas de $160 millones y recibió una nominación al Óscar en la categoría mejor canción original por Hopeless Devoted to You.
Por su parte, Olivia estuvo nominada a un Globo de Oro por su actuación. Además, tuvo la oportunidad de cantar Hopeless Devoted to You en los premios Óscar, en 1979.
“La película sigue siendo un elemento básico muy querido de la pantalla chica y en el ámbito musical; su banda sonora es una de las 10 más vendidas de todos los tiempos”, dice The Guardian.
Esta cinta solo fue el impulso para más proyectos exitosos para Olivia en el plano musical, que la llevaron a vender millones de discos a nivel mundial a lo largo de 45 años de carrera artística.
En 1981, Olivia lanzó su tema Physical, que se convertiría en el mayor éxito musical de su carrera. Un tema pop que pasaría a la historia.
Esta canción permaneció por 10 semanas consecutivas en el puesto número uno de la lista Hot 100 de Estados Unidos. Además, en el 2013 Billboard la colocó en la casila número ocho de su lista Hot 100 55th Anniversary: The All-Time Top 100 Songs. Por este tema, Olivia obtuvo un Grammy por Video del año, en 1983.
A lo largo de su carrera estuvo nominada al Grammy en 12 ocasiones y obtuvo cuatro de los galardones.
Tragedias y enfermedades
Más allá de su éxito en el pop, Olivia Newton-John también enfrentó dramas lejos de las cámaras que la marcaron de por vida.
Una de ellas fue en el 2005, cuando su entonces pareja Patrick McDermott desapareció en el mar de California, mientras pescaba. El novio de la cantante nunca apareció.
“Es muy difícil vivir con eso. Es probablemente lo más difícil que he experimentado, y he pasado por muchas cosas”, afirmó a Larry King en el 2006, en declaraciones reproducidas por CNN.
Otro trago amargo para la artista fue la batalla contra el cáncer de mama, que le fue diagnosticado en 1992, en la misma semana que su padre murió de cáncer.
En ese entonces se sometió a una mastectomía parcial, a un tratamiento de quimioterapia y a una reconstrucción mamaria.
“Hice fórmulas herbales, meditación y me enfoqué en una visión de bienestar completo”, relató la actriz en la Fundación Olivia Newton-John, la cual creó para ayudar a aquellas personas que atraviesan por la misma enfermedad que ella.
Y añadió: “Aprendí muy rápido lo importante que era para mí pensar positivamente. Cuando el segundo amigo al que llamé con la noticia se echó a llorar, pensé: ‘esto es demasiado estresante’. Tuve que encontrar a alguien más para manejar las discusiones diarias sobre mi salud para poder concentrarme en la curación”.
El Centro de Investigación y Bienestar del Cáncer Olivia Newton-John, es un sitio que busca ayudar a las personas con cáncer y que “ofrece la mejor investigación médica y los tratamientos de vanguardia más nuevos, combinados con lo mejor en atención de bienestar, donde apoyamos a los pacientes y sus familias con programas de bienestar que mejoran la vida durante su viaje”.
“Creo que a través de nuestra investigación finalmente encontraremos curas para todos los tipos de cáncer. Mi sueño es que algún día el Centro ONJ sea solo para el Bienestar y ya no necesitemos centros oncológicos porque el cáncer será cosa del pasado”, decía la activista.
Con el cáncer de mama batalló en dos ocasiones, pues en el 2013 fue diagnosticada nuevamente con la enfermedad, sin embargo, fue hasta el 2017 anunció que el cáncer había regresado y se había convertido en metástasis.
Por ello, tras su deceso, la familia le pidió a los seguidores que en vez de enviarle flores a la actriz, hagan donaciones en su memoria al Fondo de la Fundación Olivia Newton-John.
Mientras tanto, sus fanáticos se quedarán con el recuerdo de aquella rubia positiva que conquistó el cine y la radio con éxitos que pasarán a la historia.