Han pasado nueve años desde que Nicole Carboni resultó virreina en el Miss Costa Rica 2015. Después de aquel segundo lugar en la competencia de belleza más importante del país decidió apartarse de los certámenes, se radicó en México y se concentró en el fitness.
En estos años también se ha dedicado a ser la mamá de Odín, Freya y Atenea –de siete años, cuatro años y ocho meses, respectivamente–, fruto de su matrimonio con el mexicano Raúl López.
Sin embargo, Carboni no dejó de estar en el ojo público y ha dado de qué hablar desde las redes sociales, donde con frecuencia criticaba ácidamente a la organización del Miss Costa Rica, a sus reinas y aspirantes, incluso acusando de supuesta corrupción a lo interno del certamen, aunque sin aportar pruebas que sustentaran sus señalamientos.
Sin embargo, los cambios impulsados por la actual organización de Miss Universo abrieron la puerta a Carboni para aspirar una vez más por el máximo título de la belleza tica, coincidiendo con la participación de un nuevo franquiciado local.
En una reciente entrevista con La Nación, la reina de belleza habla de la posibilidad de convertirse en Miss Universe Costa Rica 2024, la oportunidad de hacerse con una corona que creía perdida, así como de las polémicas que ha protagonizado y lo que ella considera “corrupción”.
–¿Por qué tomó la decisión de inscribirse en esta edición del certamen?
–Para nadie es un secreto que desde niña mi sueño ha sido ser Miss Costa Rica y representar con orgullo a todos los costarricenses en un Miss Universo y ganar para Costa Rica la primera corona universal. Tuve mi primera participación en el 2015, en la que quedé de virreina y, después de eso, empecé a formar una familia, que es de las cosas que más amo en toda mi vida. Por distintas razones, no volví a participar en certámenes de belleza.
“Ahora que entró todo este tema de inclusión de parte de la organización internacional, donde mujeres que somos casadas, que tenemos hijos, que ya la edad sobrepasa lo que antes era límite, y lo tomó una nueva organización, yo dije: ‘Esto es como si Diosito me estuviera dando otra oportunidad’. Soy de las personas que siempre piensan que no hay que dejar todo para después, que tengo que aprovechar los momentos del ahora porque uno nunca sabe qué puede pasar mañana.
“El mundo está cambiando y una nunca sabe si viene otra pandemia, si quitan esto de la inclusión, un cambio de edad, y dije: ‘Tengo que arriesgarme’. Sentí como si el universo me estuviera hablando y nunca dudé porque ya contaba con toda la preparación. Solo estaba esperando esta oportunidad y se me dio”.
–¿Ya había renunciado a este sueño?
–Sí. Era un sueño que definitivamente ya no veía. O sea, continué con mi vida normal como mamá, como atleta profesional, en competencias fitness representando a Costa Rica internacionalmente, modelando... Entonces, el certamen de belleza ya había terminado ahí por distintas razones. Seguí cumpliendo otras metas, otros sueños que tenía en mi vida. Entonces, cuando esto se presentó, dije: ‘Vamos de nuevo a Costa Rica’.
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–¿Cuánto tiempo tiene viviendo fuera de Costa Rica?
–Ya tengo como 10 años aproximadamente viviendo en México. Vengo mucho a Costa Rica, pero paso más tiempo en México, porque ahí nacieron mis hijos, ahí está mi esposo, pero sin duda sigo siendo costarricense. Mi familia, mis papás y mi hermana viven aquí; entonces, aunque esté viviendo en otro país, mi gente está aquí en Costa Rica y todas las veces que compito en cualquier competencia deportiva, represento a Costa Rica.
“Sin embargo, ahorita, para el certamen, literalmente me traje todo lo de México para Costa Rica. Dos de mis hijas están aquí; en el caso del más grande, está en México con mi esposo, porque él está estudiando allá y no lo puedo sacar de la escuela”.
—Volviendo a los certámenes: en algún momento intentó ser Miss Estados Unidos...
—Correcto. Cuando terminó mi tiempo aquí en Costa Rica como virreina, dije: ‘No quiero perder otra oportunidad’. Siempre estoy en busca de superación y, bueno, por todo el tema de corrupción que se manejaba en aquel entonces con la organización que lo tenía, decidí probar en Estados Unidos por tener esa otra nacionalidad.
“Gané el Miss Miami y luego el Miss South Florida. Fui al Miss Florida y ahí no quedé como reina. De todas formas, durante ese proceso quedé embarazada y por reglamento no podía continuar, pero quedé muy agradecida por la oportunidad de al menos dejarme terminar. Siento que todos los ciclos deben cerrarse y así fue. Después de eso, busqué superarme en otras cosas que no me pusieran limitaciones, como el modelaje y obtener mi titulación profesional”.
—Ahora que menciona la palabra “corrupción”, usted siempre ha hablado de ese tema en los certámenes de belleza...
—Bueno, no solo he expuesto la corrupción en los certámenes de belleza, aunque creo que la gran mayoría me conoce por eso. Toda la vida he hablado de temas de política, del gobierno, de delitos, de asesinatos, de violencia y temas que son muy importantes de exponer públicamente, para que algún día el gobierno tome acción y se mejoren esos tipos de delitos que están ocurriendo en Costa Rica. Es preocupante porque cada año la tasa de criminalidad, violencia e inseguridad va aumentando.
—¿Por qué fue tan crítica con la anterior organización del certamen de Costa Rica?
—No fue que llegué a ser crítica, sino que tomé la decisión de exponer lo que estaba sucediendo ahí adentro. No solo sucedió en mi año, sucedió en muchos años y es lamentable que muchas mujeres como yo, que nos hemos preparado e hicimos sacrificios, nos hayan utilizado para algo que estaba arreglado. Mi misión siempre fue exponerlo de forma pública.
—¿Se considera una líder de opinión?
—Sí, de hecho, es algo que agradezco. Nunca imaginé que mis publicaciones tuvieran cierto impacto en las personas y creo que es porque soy de las pocas personas en Costa Rica que están preocupadas por las situaciones que pasan en nuestro país, que no deberían pasar. Entonces, decidí convertirme en esa voz, a pesar de recibir críticas o amenazas.
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— ¿Se considera una persona polémica?
—En mi vida, en general, no me considero una persona polémica; lo que me considero es una persona transparente y honesta, a la que la gente no está acostumbrada a ver o a escuchar. Entonces, piensan que esa Nicole Carboni es polémica. Pero no, en realidad lo que estoy es preocupada por los costarricenses y estoy tomando ese riesgo de ser la voz de las cosas que están pasando y nadie quiere hablar.
“Sí, conlleva riesgos y he recibido amenazas en redes porque he tocado temas muy complicados, que nadie ha querido abordar y, por supuesto, he recibido amenazas. Además, de todas las cosas de las que hablo, siempre estoy asesorada por mi esposo, quien es criminalista forense y tiene mucha experiencia en estos temas”.
—¿Se arrepiente de algo que haya publicado?
—No me arrepiento de algo como tal porque pude expresar lo que estaba pasando en cierto momento para que hubiera un cambio. Quizá podría arrepentirme de haber dicho algo que haya provocado que me ganara el odio de mucha gente, pero aun así siento que logré abrirle los ojos a muchos, ganarme también el respeto de las personas y la empatía de otros que sufrieron violencia o que sufrieron porque les asesinaron a un familiar.
—¿Se ve ganando la corona de Miss Universe Costa Rica?
—Me veo ganando. Creo que desde el primer día que me puse los tacones de mi mamá fue mi sueño. Sabía que si algún día quería ser Miss Universo y representar con orgullo a mi país, tenía que prepararme. Desde niña dije: ‘Voy a lograrlo’. Me preparé en pasarela, en dicción, en modelaje.
“Me considero una persona apta para representar a mi país. Espero poder tener la oportunidad porque, de verdad, mi mayor deseo es representar con orgullo a todo el pueblo costarricense”.
—A veces se gana, a veces se pierde, ¿ha pensado en esa posibilidad?
—Como deportista uno sabe que a veces se gana y a veces se pierde, pero para mí lo más importante es que no haya corrupción y que gane la que realmente merezca ganar. Así como en una competencia gana el que cruzó primero la meta, porque es el que mejor se preparó.