Soportó un aluvión de críticas antes, durante y después del desenlace del certamen Miss Universo , en Miami. Aunque suelen ser incómodas, es algo a lo que ya es inmune la colombiana Paulina Vega , la nueva reina universal, quien dijo que quiere demostrar con hechos que es más que una cara bonita.
Desde Nueva York –donde se mudó tras su victoria– la joven de 22 años conversó con Viva sobre su cambio de vida, el portar lo que pinta será el reinado más corto de la historia, y qué pasó por su mente cuando escuchó el abucheo en favor de la jamaiquina.
¿Cómo es su rutina ahora como la nueva Miss Universo?
Después de que me coronaron fueron entrevistas sin parar. Fui a Miami otra vez y vienen mis primeros viajes afuera. Viajo a Indonesia la próxima semana (entre el 17 y 20 de febrero), luego Dubai y bueno, visitaré mi país el primer semestre del año (medios colombianos confirmaron que será el 27 de abril).
¿Cuál ha sido el cambio más drástico luego de ganar?
Lo único que me ha costado es el clima porque en Colombia estaba acostumbrada a lo demás. Allá también me manejaba la organización mis agendas. Yo tampoco podía decidir por mí misma, ni cuadrar si quería salir con un amigo. Todo eso, pedir permiso, seguir reglas, protocolos, ciertos comportamientos, mover redes sociales, estar en hoteles sola o con chaperona. Solo el frío sí me ha pegado durísimo.
¿Cómo describe a su jefe Donald Trump? ¿Es bromista o un tipo más serio?
(Risas). Es muy serio pero también es muy bromista. Obviamente es un poquito intimidante porque es un hombre reconocido en el mundo. Nunca te imaginarías que Donald Trump terminaría siendo tu jefe. Pero es una persona muy chistosa. Siempre me recibe con los brazos abiertos. Cuando lo conocí me hizo un tour por sus oficinas, me presentó a su hija, nos tomamos fotos con todo el mundo. Es como otro papá.
Tengo entendido que será el reinado más corto, ¿es así?
Eso depende. Mi reinado, supongo, será más corto porque no creo que el próximo (concurso) sea otra vez en enero del 2016. Puede ser en diciembre, en setiembre. Eso depende del trato que se haga con el país sede.
¿Le da pesar eso? porque Gabriela Isler tuvo el más largo...
No. Una por otra. También tuve el reinado de Miss Colombia más largo. Cuando entregué corona de Colombia tuve un mes sola para hacer las cosas que necesitaba para el Miss Universo .
Donald Trump le dijo a este medio en el encuentro con la prensa previo a la final, que China quiere ser sede para la próxima edición, ¿sabe algo?
Sí, sí, sí. En la conferencia de prensa habló de China. Yo misma me encontré con unos chinos en la fiesta después y me dijeron que estaban hablando con él para que sea allá. Está sonando muchísimo. Habrá que esperar, pero hay una gran posibilidad de que sea en ese país.
Antes de la preliminar me negó que fuera creída. ¿De dónde cree que nacieron esas críticas?, ¿de sus propias compañeras?
(Risas). Siempre va a haber algo que encuentren. A la venezolana le inventaron que se había engordado 50 kilos, que no podía participar. A otra le dijeron que estaba casada, otra que estaba embarazada, y a mí me tocó que era creída. Yo creo que me tocó un buen chisme y un buen rumor. Lo que me terminaron dando fue más fama dentro del concurso. Demostré que soy todo lo contrario a ser creída. Cuando uno se convierte en figura pública la gente siempre va a encontrar algo malo, y más en este mundo de reinados de belleza que la gente se apasiona muchísimo. Entonces, si no gana la que ellos querían es como de vida o muerte.
Se le criticó muy fuerte tras sus respuestas en la final, ¿cómo se toma esos comentarios?
La gente que se mete al mundo del entretenimiento tiene que ser fuerte porque sino va a sufrir y se termina deprimiendo. Yo decidí no confiarme por las buenas cosas que me decían, porque todo el mundo me decía: ‘¡Tú vas a ganar! ¡Eres la mejor!’. Si me la creyera no hubiera hecho nada y no me hubiera preparado. A lo que voy es que no me creo ni los buenos ni los malos comentarios. Solo tengo que tener seguridad en la persona que soy. En los reinados la gente se apasiona demasiado. De pronto, la gente que tenía otra favorita inventa y le pone más atención a lo que dije. Mi segunda respuesta fue para todo el mundo la mejor, pero la gente nadie habla de eso, solo hablan que la primera fue la peor. Entonces, simplemente, es reírme del asunto. Hay cosas más graves en la vida. No perderé el tiempo pensando en las críticas.
¿Qué pensó cuando el público abucheó que Jamaica la llamaran en el quinto lugar, y que merecía mejor suerte?
¡Uy sí! Fue muy incómodo. Si tú ves el video cuando empiezan a abuchear, yo me quedé como: ‘¿qué está pasando aquí?’. Yo me incomodé un poquito porque mucha gente pensaba que Jamaica nunca iba a ser la primera en llamar en ese grupo, pero todo el mundo tiene sus opiniones. La belleza es subjetiva, la personalidad es subjetiva, la inteligencia es subjetiva. Fue muy desafortunado porque ya no la consideran como una ganadora sino como perdedora. Fue algo triste. La gente solo habla de: ‘Ah que mal Jamaica’, en vez de celebrar que fue quinta entre 88 mujeres.
Cuando terminó el concurso se notó muy claro dos grupos de abrazos: Las europeas y asiáticas con usted, y las latinas aparte. ¿Eso refleja que no la querían?
Con las latinas es fácil que uno se lleve bien porque todas nos parecemos en cómo nos vestimos, nos comportamos y cómo pensamos, pero también es muy fácil que uno se lleve mal porque las latinas siempre son las favoritas. Casualmente, no sé, por la educación que recibí al graduarme de un colegio alemán, siempre me pareció interesante conocer la cultura y comportamiento de las europeas. Me relacioné con Francia, Alemania y Grecia. Quería conocer las razones por la cuales estaban en un reinado; en esos países esto no es tan común ni tan popular. Pero yo no sé, en ese momento, no me di cuenta ni de quién me abrazó por estar pendiente de que no se me cayera la corona y estar en shock .
¿Cómo se llevó con la tica?
Con ella me relacioné mucho. Sí me sorprendió muchísimo que no haya quedado en el top 15. La veía segurísimo allí. Costa Rica era una mujer que en belleza e inteligencia lo tiene todo. Muy preparada, pero bueno, uno nunca sabe qué está buscando el jurado. Igual pienso que ella representó a Costa Rica como se debe.
¿Cómo llevará la relación a distancia con su novio?
Lo único que podemos hacer es vernos cuando tengamos tiempo. Cuando llegue a mi país me darán unos días libres, o un fin de semana libre. Acá a la Miss Universo le dan muy pocas vacaciones al año; una o dos semanas. La gente no lo sabe. Ni siquiera podré estar con mi mamá menos con mi novio. Es tener paciencia y tolerancia. Como bien dijiste será el reinado más corto de toda la historia. Si pudo Gabriela Isler el año pasado yo también puedo.
¿De qué forma le gustaría que la gente la recuerde cuando le toque entregar corona?
Quiero desempeñarme de la mejor forma en todo el año, y no solamente que la comunidad colombiana se sienta orgullosa de mí, sino la latina. Yo no quiero que la gente me recuerde por lo que vieron de mí o que digan ‘¡Ay, que linda!’. ¡No!, sino por lo que les hice sentir, por el mensaje que les hice llegar. Que conozcan mi esencia y mi personalidad al evento que vaya. Soy un poquito contra la corriente de las típicas reinas. La gente no se espera que las reinas sean auténticas, que actúen como quieran y digan lo que quieran. Quiero que me recuerden como una mujer que nunca tuvo miedo a ser lo que es.
¿Se ve como actriz, modelo o regresa a su país al final de esto?
Quién sabe. Eso depende mucho de a quién conozca este año y cómo me vaya. De pronto Trump me ofrece un negocito (risas). Equilibraré mi carrera de Administración de Empresas con algo de entretenimiento, sea actuación, presentación o modelaje. Obviamente cantante no, porque soy muy mala (risas).
Descríbame a Paulina si me la encuentro en su natal Barranquilla, ¿cómo sería la escena?
No estaría en la posición de reina y ese tipo de cosas. Actúo como quiero, me siento como quiero, me pongo lo que sea de ropa. Si me encuentro contigo en Barranquilla estaría en chancletas con una mochila mojada, porque me encanta ir a la piscina y a la playa. Me encanta comer comida rápida y postres. Me desinhibí. Esto se está volviendo peligroso (risas). Soy una persona superrelajada, un poquito loca, arrebatada, costeña. Me dejo llevar mucho por mis emociones. Soy auténtica, natural. Si me ves en Barranquilla no habrá mucha diferencia.