La próxima semana, el comediante Carlos Ramos, más conocido como el Porcionzón, demandará al Grupo Radiofónico Omega por ₡250 millones debido a sus diferencias con la empresa luego de que el programa De 5 a 7 fuese sacado del aire a consecuencia de la crisis por el nuevo coronavirus y que el trabajo del humorista quedara suspendido.
El 30 de abril, Omega le comunicó a Ramos que como el programa no seguía, él tampoco y en el horario que ocupaba De 5 a 7 se colocó el espacio La risa se pega de 5 a 7 con otros locutores. Desde entonces, el Porcionzón ha expresado su disconformidad con la decisión de Omega y ha alegado que él era un empleado más de la empresa, mientras que el Grupo Radiofónico ha insistido en que a él su trabajo se le pagaba por servicios profesionales.
Omega se defiende de lo que ha dicho Ramos y lo acusó de “desleal y malintencionado” en un comunicado de prensa.
¿A qué se debe la demanda del Porcionzón?
Roy Castillo, abogado de Ramos, explica que la medida tomada Omega fue “discriminatoria” porque aduce que solo Ramos recibió la carta de suspensión del programa.
Según Castillo, el Ministerio de Trabajo le aprobó a Omega la reducción de jornada laboral mas no la suspensión de contratos en la coyuntura del covid-19, por lo cual la empresa incurrió en una falta al suspender a Ramos.
Otro de los motivos de la demanda, asegura Castillo, es que al revisar los datos de las cuotas obrero patronales de la Caja Costarricense de Seguro Social, a Ramos se le reportaba un salario de ₡500.000 mensuales desde el año 2016; sin embargo, Ramos ganaba ₡2.250.000 al mes. Es decir, argumentan ellos, sus cuotas no corresponden ni al tiempo laborado ni al salario real que devengaba.
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En la demanda se pedirá que se le pague a Ramos vacaciones y aguinaldos que, según Castillo, el humorista nunca recibió en sus dos décadas en la radio.
“De los 20 años nunca le pagaron vacaciones (a Ramos), nunca le pagaron aguinaldo y de la cesantía menos, ahí van sumando como ₡80 millones. De la Caja de Seguro le deben ₡125 millones más los daños y los perjuicios, los gastos del proceso como honorarios, etcétera. En realidad ₡250 millones es la base y de ahí para arriba”, explicó Castillo.
Este miércoles 24 de junio por la tarde, el Porcionzón se despidió en su página de Facebook de los radioescuchas (”menecazos”) de Omega. “Aunque no hubiese querido que fuera de ésta manera la verdad es que no tengo otra opción ya que me separaron del micrófono desde hace casi 2 meses de manera repentina”, escribió este humorista de 71 años.
“Por dicha existen otros medios en donde se puede tener contacto con el publicaso (sic) y en esta ocasión y de manera oficial me despido de todos esos oyentes que me dieron tantas alegrías durante estos 20 años”, agregó en la red social.
Ese mismo día, su abogado entregó, a nombre de Ramos, una carta de rompimiento laboral con la empresa en las instalaciones de Omega, en Zapote. En el documento solicita el pago de los salarios que dejó de percibir durante estos dos meses, así como de las vacaciones, aguinaldo y cesantía.
De acuerdo con Castillo, el documento lo dejó en manos de un guarda de seguridad porque los encargados de la empresa no lo quisieron atender.
“Carlos tiene sentimientos encontrados porque no es fácil que después de una relación laboral de 20 años que tuvo con una empresa llegar a esta etapa (...) No estamos actuando de mala fe, ellos (Omega) fueron los que actuaron de mala fe con actos discriminatorios y de abuso”, dijo Castillo.
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Omega le responde
Al otro lado de la acera está el Grupo Radiofónico Omega que este jueves circuló un comunicado de prensa con su posición ante el desacuerdo con Ramos.
“El empresario y comediante Julio Carlos Ramos Vargas, c.c. Porcionzón, ha vendido sus servicios profesionales al Grupo Radiofónico Omega Sociedad Anónima, desde el año 2002. Servicios profesionales cuyo pago ha sido debidamente cancelado de la forma acordada con nuestro fundador don Jorge Hernández Ramírez, con quien Ramos Vargas tenía más allá de una relación comercial, una relación de amistad”, detalla el documento.
Se explica que hace unos meses Ramos solicitó una reunión con la Junta Directiva de Omega para discutir las relaciones comerciales entre ellos y que ahí se le indicó que debido a la situación económica producida por la pandemia se debía suspender del aire el programa De 5 a 7 y por ende a él.
“La sorpresa fue que de una forma abusiva, desleal y malintencionada, el señor Ramos Vargas al indicarle a doña Alexandra Carmona (directora de Omega) y a sus hijos que él podía poner una demanda laboral ‘de proporciones épicas’ y que se encargaría de que su séquito de abogados cerrara para siempre la empresa a menos que le pagaran la suma que él quisiera, que eran muchos millones de colones (sic)”, explica el comunicado.
La empresa confirmó que procederá conforme a “la normativa nacional para hacer valer sus derechos” ante lo que ellos afirman son “difamaciones, daños en la imagen y las amenazas” por parte de Ramos en su contra.