Si algo caracterizó a Ramón Luis Méndez fue su franqueza. El exárbitro costarricense dedicó gran parte de su vida a trabajar como comentarista de la labor de los silbateros en Teletica y sí, sus opiniones fueron no solo polémicas, sino que generaron controversia.
A sus 68 años, él falleció la mañana de este miércoles 20 de noviembre, luego de batallar por más de un año contra un tumor cancerígeno en la garganta.
Méndez llegó a la televisión nacional en 1997, luego de que se retirara de las canchas. Desde entonces se convirtió en un rostro conocido en la televisión nacional y sus análisis eran esperados por la audiencia deportiva del canal de la Sabana.
Prueba de ello es que en un momento, en Teletica lo vacilaban cuando llegaba a las reuniones y le decían: “¡Aquí viene el rating!”.
“Lo hago con humildad y sin ningún afán, pero es una realidad. Es una sección que está con un rating muy alto, pero lo hago con un afán de broma. Es un trabajo en equipo, no solo mío”, le dijo, años atrás, en una entrevista con La Nación.
Ramón Luis no lo pensaba dos veces para referirse a partidos, árbitros, directivos, jugadas y jugadores. De hecho, sobre el futbol opinaba así en el 2010: “Es un negocio para los vivos, una pasión para los tontos, y un disfrute para el que lo ve deportivamente. Esa frase es mía. Me gustaría que quedara en mi lápida, pero le agradezco al futbol, porque esa fue mi profesión”.
Sin embargo, por esa trascendencia más allá de las canchas de fútbol, que lo llevaron a convertirse en una figura televisiva, se consideraba “diferente a todos”.
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“Cuesta mucho retirarse de una actividad y seguir activo. Yo me retiré hace 15 años y hoy tengo más de 1.000 columnas publicadas, mi propio programa deportivo (Arbitraje y mucho más en Radio América). Soy inmerecidamente un hombre muy bendecido por Dios”, afirmaba en el 2010.
Además, le gustaba esa esencia suya y no pasar desapercibido: “No hago nada para caer mal, pero tampoco me esfuerzo para caer bien”.
De hecho, ante la noticia de su muerte, Mario Segura, con quien Ramón Luis trabajó por aproximadamente dos décadas, expresó que aplaudía esas opiniones polémicas del exárbitro.
“Siempre admiré su estilo polémico, era un hombre que le gustaba ir contra la corriente”, puntualizó Segura.
Sus opiniones generaban discrepancias y mucho de que hablar no solo entre los televidentes, sino que también entre los protagonistas, jugadores, árbitros y directores técnicos, al punto que muchas veces llegó a los titulares en los diferentes medios de comunicación.