Luego de que el Rey Carlos III, de 75 años, fuera diagnosticado con cáncer, según el anuncio del Palacio Real de este lunes 5 de febrero, la monarquía británica se enfrenta a una sustantiva preocupación por la salud de su actual monarca, quien asumió el trono hace menos de un año.
Esta situación es notablemente inusual, ya que su madre, la reina Isabel, durante sus 70 años de reinado no experimentó enfermedades de gran preocupación, generando una percepción de estabilidad en la monarquía. Aunque en sus últimos años de vida se encendieron esporádicamente las alarmas, algo propio de una persona de edad tan avanzada, nunca hubo motivo de gran preocupación para la salud de Isabel, fallecida en el 2022.
El caso es muy singular, porque cuando Isabel II se convirtió en monarca del Reino Unido, con tan solo 25 años, Carlos de inmediato pasó a ser uno de los herederos más jóvenes al trono británico. A sus tres años, ya era el siguiente en la línea de sucesión y toda su vida estuvo preparándose para su coronación, la cual ocurrió a sus 74 años (el pasado mayo).
Es decir, que a solo meses de haberse puesto la muy esperada corona, ya el monarca debe afrontar una enfermedad de mucho cuidado, que tal como lo anunció el Palacio Real, lo alejará por un tiempo indeterminado de sus apariciones públicas. Además, aunque Buckingham asegura que “Su Majestad continuará llevando a cabo los asuntos de Estado y la documentación oficial como de costumbre”, se desconoce si en un futuro estas mismas funciones puedan verse afectadas.
Cabe destacar, eso sí, que el rey Carlos III ha enfrentado diversos padecimientos a lo largo de los años. Su historial incluye fuertes dolores crónicos, originados en un accidente mientras practicaba polo, su pasatiempo favorito. Además, a los 42 años, sufrió una fractura en el brazo derecho tras una caída durante una partida de este deporte.
Posteriormente, otro incidente mientras jugaba resultó en fracturas de costillas y cartílagos en una rodilla. Además, ha lidiado con la dactilitis, un trastorno que provoca hinchazón en ciertas partes del cuerpo, vinculado comúnmente con la artritis psoriásica, que a su vez es afecta a aquellos que padecen psoriasis, una enfermedad cutánea.
Más recientemente, el rey también enfrentó dos episodios de covid-19, aunque se informó que experimentó síntomas leves y logró una pronta recuperación.
Aunque aún las expectativas sobre el cáncer del rey son reservadas (ni siquiera se ha oficializado el tipo de cáncer que padece), en Internet existen muchos cibernautas que han vuelto a revisitar el árbol genealógico de la realeza británica.
Si el rey falleciera, quien asumirá la corona sería su hijo, el príncipe William, duque de Cornualles y primero en la línea de sucesión; seguido por el príncipe George, nieto del rey Carlos e hijo de William.
Carlos III ascendió al trono en mayo del 2023 en una ceremonia de coronación celebrada meses después de la muerte de su madre, la reina Isabel II. Isabel reinó hasta su fallecimiento, a la edad de 96 años, en setiembre del 2022.