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“Ni yo tenía nada más qué ofrecer a La Roncha, ni el programa tenía nada más que ofrecerme a mí”.
Así de contundente fue la presentadora de televisión Sharon Segura, al hablar con Viva sobre su salida del programa de farándula, donde trabajó como una de sus presentadoras durante los últimos tres años.
La Roncha nació en la radio hace siete calendarios, luego se potenció en redes sociales y de ahí saltó a la televisión. Repretel fue su casa por un breve tiempo y luego el espacio se alojó en Multimedios Costa Rica, donde se transmite de lunes a viernes a las 3 p. m.
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Este jueves Sharon cumplirá dos semanas desde que decidió apagar su micrófono del espacio, una producción que le ayudó a sumar “horas aire” en el medio televisivo del país y que la encaminó, el año pasado, al programa de canal 7, Dancing with the Stars.
Segura dijo a La Nación que desde enero le había planteado a Tony Bertarioni (El Tigre Tony, director del proyecto) su inquietud de cerrar su ciclo en La Roncha, pero la decisión se fue aplazando porque semanas después otros talentos del espacio decidieron apartarse también para asumir otros proyectos.
“A mediados de febrero, por la salida de mis compañeros, le dije a Tony que iba a estar hasta finales de marzo. La idea era darle tiempo para que él formara el nuevo equipo y al final mi salida se concretó el 2 de abril, en medio de esta pandemia, porque si seguía dando chance, continuaría postergando mi salida”, dijo Segura este martes en una entrevista telefónica.
La simpática muchacha es de las que le pone cerrojos a los ciclos cuando siente que estos se cumplen, solo eso justifica su salida del programa. No hubo resentimientos, problemas ni incomodidades de por medio que la impulsaran en su decisión. Pero aclara que su salida es de ese proyecto, no de la televisión, medio del que sigue enamorada y con ganas de llegar en algún otro momento con un proyecto más alineado a su personalidad.
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“No estoy frenando nada (su carrera en la televisión). Simplemente hay ciclos que se cumplen en la vida. En La Roncha crecí mucho, aprendí, fue una gran escuela para mí. Estuve tres años al pie del cañón. Amé y amo La Roncha y puedo decir que me sentí muy parte de ese proyecto, pero ni yo tenía nada más qué ofrecer a La Roncha, ni el programa tenía nada más que ofrecerme a mí”, refirió.
Cuando sopesó esa variable con otras (como la del horario del espacio y lo que devengaba por trabajar ahí) determinó que era momento de apartarse del programa y de dedicarse a otros proyectos: fortalecer su presencia en redes sociales donde trabaja como embajadora y modelo de algunas marcas comerciales y dedicarle tiempo a un negocio familiar de comida que había desplazado a un segundo plano.
“La exposición en televisión es lindísima y estar en la pantalla diariamente te da cierto poder, de alguna u otra manera. Yo me siento cómoda frente a las cámaras pero no es de lo que vivo, tengo que velar por mi seguridad y estabilidad económica y, ahorita, lo que me da eso son las redes sociales, es lo que me mantiene y me da de comer”, afirmó Segura, quien tiene 13 años de carrera en el medio local del entretenimiento.
Como no descarta retornar a la televisión en algún otro momento de su vida (ojalá en un programa con público infantil como meta, que es su anhelo), Sharon dice que hasta ahora lo más satisfactorio de su carrera ha sido lograr mostrarle a la audiencia su verdadera esencia como persona.
“Era algo que me mortificaba un poco. La gente suele juzgar sin conocer y de alguna manera uno se los permite porque es uno quien se expone, por eso quería que me conocieran cómo soy realmente. Durante mucho tiempo fui tachada con etiquetas que quería y necesitaba quitármelas de encima y eso lo logré con mi estancia en televisión”, dice Segura en referencia a los múltiples comentarios que llegaba a recibir donde la llamaban “interesada, malcriada, mimada o repugnante”.
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De esos epítetos se fue librando con el tiempo y en ello contribuyó mucho Dancing with the Stars, proyecto en el que participó en el 2018 tras invitación de Teletica Formatos y donde logró mostrar a un público mucho más masivo que el de La Roncha, su verdadera personalidad.
“Con Dancing dejé saber a la gente quien y como soy”, indicó.
Sharon contó que además de proyectarse con más fuerza en sus redes sociales (Instagram es su principal vitrina con 166.000 seguidores) y fortalecer el negocio familiar (Corazón lleno, un negocio de comida criolla por envío), estudia la posibilidad de abrir un canal en YouTube para compartir contenido relacionado con belleza, cocina y manualidades, tres de sus aficiones.
