
La actriz estadounidense Sharon Stone publicó este martes su autobiografía en la que revela que fue víctima de abuso sexual infantil y tuvo una experiencia cercana con la muerte.
El libro llamado La belleza de vivir dos veces incluye otras impactantes historias de la vida de la artista de 63 años y que fue nominada al Óscar en 1996 por el filme Casino.
Uno de los pasajes más desgarradores es cuando Stone confiesa que, por años, ella y su hermana menor Kelly fueron abusadas por su abuelo materno con la ayuda de la esposa de este, que también era abusada, según recopila The Washington Post.
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— Sharon Stone (@sharonstone) March 29, 2021
En su relato, la actriz recuerda que cuando visitaban a sus abuelos, la mujer las encerraba en un cuarto con el hombre, una práctica que empezó desde que eran infantes.
El sujeto murió cuando Stone tenía 14 años y recuerda que en su funeral se acercó al ataúd para asegurarse de que ya no podría herirlas más. “Lo toqué y una extraña satisfacción de que por fin estaba muerto me cayó como una cubeta de hielo. Miré a Kelly y ella comprendió; ella tenía 11 años, había acabado por fin.”
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En el libro, Stone se refiere a otros pertubadores momentos de su vida personal y profesional, como sus relaciones fallidas y los tres abortos espontáneos que sufrió.
Cinco impactantes revelaciones

Cerca de la muerte
En el año 2001, la intérprete sufrió un paro y una hemorragia cerebral que la tuvieron al borde la muerte. Según el diario, Stone tuvo una visión en la que tres amigos, ya fallecidos, le decían que no tuviera miedo. “Había una luz muy luminosa. Era tan... mística. Quería saber qué era. Quería adentrarme en ella”, escribe la exmodelo. Luego recuerda que sintió un fuerte golpe en el pecho como si la hubiera pateado una mula y se despertó con un gran suspiro. Había escogido seguir viviendo. A la actriz, quien entonces tenía 43 años, se le había dado un 1% de posibilidades de sobrevivir y fue sometida a una operación de siete horas. La hemorragia cerebral le produjo secuelas severas y la tuvo durante dos años en una larga rehabilitación en la que básicamente debió volver a aprender a hablar y caminar.
Depredadores de Hollywood
Sharon Stone también la emprende contra el machismo en la industria del cine. Sin mencionar nombres, recuerda que el productor de una película la presionó para que tuviera sexo en la vida real con la coestrella masculina con el objetivo de que tuvieran química en la pantalla. Luego dicho actor le hizo varias insinuaciones, las cuales está segura que fueron alentadas por el mismo productor, a quien calificó, en broma, como un genio. “El sexo, no solo la sexualidad, es algo que siempre se ha esperado en mi negocio”, destaca.
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Engaño en el set
Por años, la protagonista de Bajos Instintos ha asegurado que fue manipulada para grabar la famosa escena de la película en la que muestra su entrepierna desnuda. Pese a que el director del filme, Paul Verhoeven ha dicho que Stone miente, en la autobiografía, la actriz insiste que le hicieron creer que la escena era menos reveladora de lo que resultó ser. Incluso afirma que un miembro de la producción le aseguró que no se le vería nada pero que necesitaba que se quitara su ropa interior blanca porque reflejaba la intensa luz de la filmación. Ella no vio el resultado hasta el día del estreno. “Subí a la cabina de proyección, abofeteé a Paul (Verhoeven, el director) en la cara, me marché, fui a mi auto y llamé a mi abogado”. Además recuerda que su coprotagonista Michael Douglas se negó a audicionar con ella porque la consideraba una desconocida pese a que ya tenía 17 filmes en catálogo.
Machismo y humillaciones
Stone asegura que pese a haberse convertido en una estrella de cine por su papel en Bajos Instintos nunca ha dejado de batallar por ser vista y escuchada. Es normal que se ignoren sus peticiones de elegir a sus estrellas de reparto pese a que lo estipula en los contratos. Pero las humillaciones fueron aún más allá: “Como aquel cineasta que no me dirigía porque no quise sentarme en sus piernas para recibir indicaciones. Este candidato para ser víctima del movimiento #MeToo me llamó al set todos los días durante semanas y me hacía pasar por todo el proceso -peluquería, maquillaje y vestuario- y luego no filmaba escenas conmigo porque me negué a sentarme en sus piernas. Era una superproducción millonaria de la que yo era la estrella y los ejecutivos del estudio no hicieron ni dijeron nada”, narra. Otro productor le dijo en una reunión que ella era la opción número 13 para un papel y que solo estaba ahí porque las otras 12 ya habían dicho que no. A partir de ahí, empezó a llamarla Karen en lugar de su nombre durante todo el rodaje.
Sorpresa en el quirófano
En el libro, esta madre soltera de tres hijos revela uno de los momentos más sorprendentes que ha vivido. Ella se había sometido a una operación para remover unos tumores enormes que tenía en el pecho por lo que tuvo que recurrir a una operación reconstructiva. Mientras estaba anestesiada, el doctor improvisó la reconstrucción porque pensó que se vería “mejor” con senos más grandes. “Él cambió mi cuerpo sin mi conocimiento ni mi consentimiento”, narra la ganadora del Globo de Oro.