La nicaragüense Sheynnis Palacios, actual Miss Universo, visitará Costa Rica el próximo martes 27 de febrero junto a una comitiva de la organización internacional del certamen de belleza.
La noticia se dio a conocer este jueves 22 de febrero por medio de un comunicado de prensa, difundido por el comunicador José Cañas.
Esta será una visita fugaz, ya que Sheynnis y la delegación, conformada por otras nueve personas, estarán solamente dos días en el país, según información obtenida por La Nación.
Entre la comitiva que la acompaña se encuentra Raúl Rocha (quien es uno de los propietarios de la organización), y Olivia Quido-Co, vicepresidenta de Miss Universo, así como varios ejecutivos.
De acuerdo con el comunicado de prensa, la visita de la reina de belleza se debe a que la organización oficializara al empresario Carlos Valenciano Kamer, como el nuevo dueño de la franquicia, que ahora se llamará Miss Universe Costa Rica.
Según supo La Nación, debido a su apretada agenda, la reina de belleza no tiene planeado ningún tipo de evento masivo.
Eso sí, de acuerdo con Lumai Aragón, asesor negociador de Miss Universo, se espera que la modelo regrese a Costa Rica el próximo mes de agosto para una gira de cuatro días.
“Ella se siente feliz porque es lo más cerca que puede estar de su casa. Ella tiene un grandísimo amor por este país, tanto que ella siente que está llegando a su casa, y no lo digo solo por los nicaragüenses que viven acá, sino porque ella ha expresado que tiene un aprecio por Costa Rica”, dijo Aragón, quien trabaja como asesor de la organización desde el 2016.
Sheynnis Palacios fue coronada Miss Universo el pasado sábado 18 de noviembre, en el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda, en San Salvador, El Salvador. Desde entonces se especulaba que la reina podía visitar Costa Rica, dada la cercanía a su país de origen.
Su triunfo fue un hecho histórico para Nicaragua, pues se convirtió en la primera reina de belleza de ese país en obtener la codiciada corona y aunque su deseo era celebrar en su tierra y con su pueblo el acontecimiento, hasta ahora, no ha ocurrido.
“Hemos roto una barrera y esto es importante, sobre todo para que mi Nicaragua sea vista ante el universo y para que muchas personas conozcan mi historia de vida y que vean que no hay limitante. Que vean que cuando las cosas van acompañadas de grandes sueños, de gran determinación, perseverancia y pasión, todo se puede lograr, porque cuando disfrutas las cosas que estás haciendo el camino se va abriendo solito. Luego ves los objetivos que has alcanzado y te sientes orgullosa de todo lo recorrido”, decía Sheynnis a La Nación previo al certamen.
La reina de belleza afirmó en aquel momento que llevaba ocho años de preparación y que desde que tenía 15 años se visualizaba caminando por la pasarela del Miss Universo.
Tan solo un par de días después de su coronación, Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, difundió un comunicado en el que arremetió contra las celebraciones a raíz del triunfo de su candidata, quien además figuraba como una de las favoritas desde el inicio del certamen internacional por su personalidad y estilo.
“Vemos el aprovechamiento grosero, y la tosca y malvada comunicación terrorista, que pretende convertir un lindo y merecido momento de orgullo y celebración, en golpismo destructivo, o en un retorno, por supuesto imposible, a las nefastas prácticas, egoístas y criminales, de quienes, como vampiros y vividores, se han servido del pueblo”, publicó Murillo en una larga misiva.
Semanas después, en diciembre, la policía de Nicaragua formalizó acusaciones de “traición a la patria”, “conspiración” y otros delitos contra la dueña de la franquicia de Miss Universo en ese país, Karen Celebertti, su esposo Martín Argüello Leiva y su hijo Bernardo Martín Argüello Celebertti.
Según la policía, en el 2018, los mencionados participaron activamente en “acciones terroristas” durante las masivas protestas contra el régimen de Daniel Ortega, vinculando su participación con agencias internacionales y misiones extranjeras. Las autoridades aseguran que la familia Argüello Celebertti utilizó sus franquicias y plataformas en una supuesta conspiración política financiada por agentes extranjeros. Después de esto, toda la familia fue desterrada de Nicaragua.