Aunque se podría creer que la práctica de montar sobre elefantes es inofensiva para esos animales, en vista de su imponente tamaño y gran peso, lo cierto es que este tipo de actividad turística es catalogada como maltrato animal por parte de organizaciones en defensa de la vida silvestre. Recientemente, la pareja de influenciadores costarricenses Shirley Álvarez y Daniel Vargas compartió imágenes en las que se les ve encima de uno de estos paquidermos, por lo que aprovecharemos para explicar por qué esa costumbre, aún muy arraigada en algunos países de Asia, se considera perjudicial para estos especímenes.
Hay que recordar que los elefantes son animales salvajes, y los grupos ecologistas señalan que los animales usados para pasear turistas es muy probable que desde bebés hayan sido sacados de su hábitat para ser domados con métodos dolorosos en los que se usan los conocidos bullhooks, que PETA define como un “arma utilizada para castigar y controlar a los elefantes”.
La organización de derechos animales más grande del mundo añade que a este artefacto “también se le conoce como ‘ankus’, ‘aguijada de elefantes’ o ‘gancho de elefantes’. Su mango está hecho de madera, metal, plástico o fibra de vidrio, y tienen un gancho afilado de acero con una punta en uno de sus extremos”.
Aparte de los golpes, mientras se doman, los elefantes son privadas de sueño y alimentos.
Además del proceso de adiestramiento, estos animales pasan cautivos por años y la mayor parte del tiempo de pie sobre incómodas superficies. Cuando no están trabajando dándole paseos a las personas, permanecen encadenados, según lo detalló National Geographic en un artículo en el que se habla sobre la explotación animal.
El texto, publicado en febrero de este año, expone cómo “algunas empresas internacionales de viajes promueven actividades que explotan a los animales”, sustentado en un informe de World Animal Protection (WAP), organización estadounidense sin fines de lucro dedicada al bienestar animal.
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“Independientemente de lo que diga un centro sobre el trato que da a los animales, si hay contacto directo entre personas y animales, siempre habrá malos tratos entre bastidores. Interactuar con animales salvajes también es arriesgado para los humanos”, dijo a National Geographic Kate Dylewsky, asesora principal de política de la organización Animal Welfare Institute.
Dylewsky añadió: “La mayoría de la gente no se acercaría a un elefante en libertad y pensaría que puede acariciarlo o buscaría un tigre salvaje y pensaría que puede hacerse una foto”.
La experiencia de Shirley y Daniel
La presentadora Shirley Álvarez y el chef Daniel Vargas se encuentran de paseo en India. Ambos documentan en sus redes sociales la experiencia por el sur de Asia.
En sus publicaciones más recientes, la pareja se mostró en Jaipur, la capital india, donde acudió a un lugar llamado Elephant Village, un sitio que muestra en la mayoría de sus fotos a elefantes con sillas en sus lomos y a personas sobre ellos. Otras imágenes dejan ver cómo turistas se suben en los animales apoyándose en sus trompas.
El contenido publicado por los costarricenses los deja ver juntos sobre el animal, que en este caso no tiene silla. Además, se grabó como el elefante les tira agua con su trompa.
“Protección, fuerza, familia y abundancia”, escribió Shirley Álvarez. Su video está musicalizado con la canción Moments We Live For.
A raíz de este posteo, este medio se comunicó con los influencers para consultarles si estaban al tanto que prácticas como la de montar elefantes es considerada como maltrato por los defensores de los animales.
Asimismo, se les pidió su criterio sobre cómo, al ser figuras tan conocidas y seguidas por miles de personas, podrían hacer ver normal una práctica que ya ha sido prohibida por ley en naciones asiáticas y africanas.
Daniel Vargas respondió a nombre de los dos. Vía Whatsapp indicó que “Elephant Village de Jaipur, donde nosotros realizamos la interacción con los elefantes, es un lugar ético y creado por el gobierno de India con el fin de brindarle un espacio sin peligro a los elefantes que estaban esparcidos por la ciudad. De esta manera iban a dejar de crear problemas en el tránsito, romper cosechas, dejar de ser golpeados por los carros, etcétera”.
El chef continuó: “Este lugar tiene reglas estrictas, los elefantes tienen espacio libre, un lago artificial, no son encadenados, cada elefante tiene su apartamento y más importante aún, el lugar tiene prohibido incluir elefantes salvajes”.
El también deportista y coach de vida señaló que “existen países en los que se han maltratado elefantes para domesticarlos. Sin embargo, el hecho de montarlos no es maltrato, son animales sumamente fuertes y que a lo largo de la historia en estos países se han utilizado como transporte e incluso como medio de trabajo. Un ejemplo de otros animales que se utilizan como medio de transporte sin la necesidad de maltrato son el burro, la mula, el toro, la vaca, el camello, el dromedario, el elefante, el caballo y el avestruz. De esta lista en Costa Rica se montan todos menos el elefante y el avestruz”, aseveró.
Vargas, expresentador de Conexión Fútbol, refirió que en muchos lugares para satisfacer la demanda turística se utilizaban animales salvajes que eran “domesticados por medio de maltrato e intimidación para hacerlos sumisos”.
“Este tipo de lugares en la mayoría de países como Tailandia e India ya están siendo prohibidos, e incluso se está sancionando por ley el uso de nuevos animales salvajes. Entendemos perfectamente, que hay organizaciones y personas que están atentos a actuar ante actos negativos contra los animales, y eso nos parece genial, sin embargo, otras personas saltan al juicio sin siquiera tomarse el tiempo de investigar”, añadió el ganador de la tercera tempordada de Dancing with the Stars.
El caso de Pai Lin
Además de lo que padecen los elefantes, tanto al ser domados como en su trabajo, que puede prolongarse por décadas, también hay un deterioro en su columna vertebral.
En marzo de este año, la organización Wildlife Friends Foundation de Tailandia (WFFT) difundió la imagen de Pai Lin, una elefanta de 71 años, que tras trabajar un cuarto de siglo en la industria turística, siendo obligada a cargar y pasear hasta a seis personas al mismo tiempo, sufrió un notable daño físico, informó CNN.
“La espalda de Pai Lin aún presenta cicatrices de antiguos puntos de presión. Esta presión continua sobre el cuerpo (de los elefantes) puede deteriorar el tejido y los huesos de su espalda, causando daños físicos irreversibles en su columna vertebral”, denunció WFFT y replicó CNN.
En el artículo se explica cómo en el sudeste asiático es usual como “atracción turística” dar paseos en elefantes. Esta práctica, denuncian los activistas, se considera “crueldad animal”, dado que sus cuerpos no son aptos para ser montados.
Tom Taylor, director de proyectos del grupo Wildlife Friends Foundation, explicó al medio estadounidense que las espaldas de los elefantes no están diseñadas para soportar grandes pesos.
El especialista indicó que las espinas dorsales de estos especímenes se extienden hacia arriba y que la presión del peso de los turistas les provoca daños físicos permanentes, los mismos que se ven reflejados en Pai Lin.
La organización contó a CNN como esta hembra fue abandonada por su dueño debido a que “era muy lenta y siempre tenía dolores que le impedían trabajar bien”.
La historia de la elefanta fue difundida para visibilizar “la crueldad que hay detrás del turismo con animales”, además, para generar conciencia de que no es bueno montarlos.
Camboya (en Asia) y Botsuana (en África) son dos naciones que prohibieron, en 2019 y 2017 respectivamente, los controvertidos paseos en elefantes por la crueldad que significa para estos animales.