A sus 67 años, Ramón Luis Méndez se ha caracterizado por llevar una vida sin dramatismo; primero lo hizo dentro de la cancha, como un árbitro que impartía justicia en los partidos de la primera división de fútbol, y luego lo replicó fuera del terreno de juego, al convertirse en un comentarista televisivo que analizaba con cautela todas las jugadas.
En la actualidad, Ramón Luis dice mantener el mismo estilo de vida, pues lo considera fundamental para sobrellevar su diagnóstico de cáncer en la garganta.
Realmente, Ramón Luis Méndez no percibe este diagnóstico como una enfermedad, sino como una circunstancia adicional en su vida. En una entrevista con La Nación, recordó el momento en que recibió la noticia junto a su núcleo familiar y compartió las aspiraciones que tiene para el futuro.
Llevar una vida tranquila, más allá del cáncer
Todo comenzó en setiembre de 2023, cuando Ramón Luis se estaba preparando para asistir a un programa de Teletica Deportes. Mientras se ajustaba la corbata, notó que su camisa no cerraba correctamente, por lo que inmediatamente solicitó una cita médica. Eventualmente, los exámenes revelaron que padecía de un tumor cancerígeno en la garganta.
Desde entonces, el exárbitro encontró un refugio en el apoyo de su familia, especialmente de sus hijos Luis Alberto y Melissa. Inició el tratamiento para combatir los efectos del cáncer mediante quimioterapia y radioterapia, con frecuentes chequeos tanto en el Hospital México como en el Hospital Calderón Guardia, donde afirmó haber recibido un trato “de maravilla”.
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La primera sesión de radioterapia fue la que afectó su ojo izquierdo, al punto que se le cerró por completo y todavía desconoce si recuperará la visión. A pesar de esto, Ramón Luis se mantiene optimista al destacar que este es su único cambio físico notable y tanto él como los médicos están satisfechos con la evolución favorable de la enfermedad.
Durante el tratamiento, el exárbitro optó mantenerse alejado de los medios de comunicación y las redes sociales, consciente de que estos procesos son intensos y podrían causarle secuelas. Poco a poco fue asimilando la situación y hoy, nueve meses después del diagnóstico, decidió compartir públicamente lo que vive detrás de cámaras.
Eso sí, narra sus experiencias sin añadir una pizca de drama. Rechaza completamente esas connotaciones y reprocha aún más que lo califiquen como un “pobrecito”. Todo esto, ya que cree firmemente que las personas deben adaptarse a las circunstancias de la vida sin importar su nivel de dificultad.
Luego de alejarse de la televisión para enfocarse en su salud, volvió a acostumbrarse a la vida hogareña. Aunque tiene una trayectoria de 30 años involucrado en el deporte y quisiera retomar su faceta como comentarista televisivo en el futuro, no lo considera un deseo urgente. Prefiere llevar una vida tranquila: salir a manejar, a caminar y a seguir de cerca los partidos de la Eurocopa y la Copa América, como buen aficionado al fútbol.
“Nunca me ha gustado el drama. Lo que sí me ha gustado es el apoyo que cientos de personas me han manifestado y sus oraciones. Creo que todo eso forma parte de la tranquilidad que tengo (...). No tengo de que quejarme con Dios, porque es más lo positivo que he recibido en mi vida que lo negativo. El que no está preparado para la muerte, no lo está para la vida”, añadió el analista deportivo.
Gracias a esa paz que alcanzó, la cual se la había pedido a Dios antes de su diagnóstico, es que pudo enfrentar la difícil noticia de tener cáncer, sin experimentar crisis alguna.
Además, ha tratado de transmitir este sentimiento de paz a su familia y seres queridos, para que convivan con la circunstancia con serenidad. Por eso es que también “tiene todo listo” en el caso de su muerte, ya sea que ocurra en los próximos días o en los siguientes 10 años, sin importar si es a causa del cáncer u otra eventualidad.
Ramón Luis siempre ha creído que prepararse para la muerte es, en realidad, prepararse para vivir plenamente, pues reconoce que ningún ser humano es inmortal. Ahora, adaptado a su nueva realidad, desea utilizar su plataforma para conectar con personas que están enfrentando situaciones similares y decirles que el negativismo no ayuda.
“Muchísimas veces sufren más los que están alrededor, al ver lo que la persona está atravesando. Entonces, dentro de lo posible, hay que tratar de llevar una vida que no sea dramática (...) A mí me gusta que me tiren positivismo y cosas que me puedan ayudar. Como dice una oración: ‘Dios concédenos la serenidad para aceptar todo lo que no podemos cambiar, valor para cambiar lo que podemos y la sabiduría para reconocer la diferencia’”, finalizó el comentarista.
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