Thelma Darkings por fin tiene a su ángel cubanito en casa

Enamorados La presentadora y actriz le lleva 26 años a su esposo Ángel Luis La O. Para la pareja, la edad es algo que no importa

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

---

La historia de amor que hace un año la presentadora y actriz Thelma Darkings soñó, ya es toda una realidad. Atrás quedaron las lágrimas por desamores y ahora todo es felicidad al lado de su esposo, el cubano Ángel Luis La O.

Los enamorados se casaron en marzo del 2013 en Cuba, pero por el trabajo militar de Ángel no habían podido disfrutar plenamente de su vida como pareja. Ahora, ambos ya viven juntos en Paso Ancho, junto a Inés, la hija menor de Thelma.

La queridísima actriz y su esposo hablaron con Viva sobre la lucha por su amor, los qué dirán y los proyectos que tienen como pareja.

¿Cómo se distribuyen las labores del hogar?

Thelma: Él hace todo en la casa, yo cocino.

Ángel: Ella solo cocina, todo lo demás no es de ella. No se moja ni las manos porque tenemos lavadora automática.

Thelma: Yo se lo dije desde el principio, él estaba avisado (risas).

Hasta ahora están viviendo juntos, ¿cómo es la vida de pareja?

Thelma: Es la realización de nuestro sueño, tenemos un nivel de tolerancia mutuo muy rico, muy franqueable, la pasamos muy bien. Él es tolerante en un montón de cosas conmigo y yo con él.

Ya Ángel está acomodado en el país, ¿cómo van los trámites?

Thelma: Esta semana comenzamos con el papeleo y de ahí en adelante vamos a ver qué procede.

Le tocó vivir una época bonita con las elecciones y la candidatura de Thelma a diputada. ¿Cómo vivió el proceso electoral?

Ángel: Estos días hemos hecho política. Las elecciones muy buenas, diferente a Cuba porque allá no se hace. En Cuba el voto es para los diputados y ellos eligen al presidente. Hay mucho ánimo, me gustó mucho.

Thelma es muy querida por los ticos. ¿Le gusta que la quieran tanto?

Ángel: Ella es más que querida, ¡es adorada! Sales a un lugar y no llegas porque todo el mundo: ‘Thelma’, ‘Thelmita’, ‘Negra’ y tras de eso ella se queda en todo lado.

¿Qué le dice su mamá ahora que no lo tiene cerca?

Ángel: ¿Qué le puede decir una madre a un hijo?, más que yo he estado con ella pegado, hay mucho sentimiento, pero no fue difícil.

Thelma: Tenemos una gran ventaja: ella fue la que procuró nuestra relación, ella es lo mejor de nuestra relación, ella sabe quién soy y a quién le entregó a su hijo.

Ángel, ¿por qué chinear tanto a Thelma?

Por que me gusta chinearla y me gusta ella.

¿Qué chineos le da?

Ángel: (Risas) Hay cosas que no te puedo decir… le encanta que le acaricie los pies y que le prepare el té que tanto le gusta.

¿Qué es lo que más te gusta de Thelma?

Ángel: ¡Todo! Su carisma, la forma de ser de ella, la alegría que tiene en el alma.

¿En qué se diferencian Thelma y Ángel?

Thelma: Él es militar, la cama la tiende hasta que da lástima acostarse, lo peor es que dice: ‘Mi amor espérese’ y yo me tiro a la cama.

¿Cómo es la relación de Inés (hija de Thelma) con el nuevo miembro de la familia?

Ángel: Nos llevamos muy bien, ella consulta conmigo hasta la ropa que se va a poner, lo que no hace con Thelma.

¿Cómo les ha ido en la intimidad?

Thelma: (Risas) En el cuarto yo le digo chanchadas.

Ángel: Yo le digo cosas cubanas que animan, aumentan el clímax dentro de una habitación.

¿Qué le decía su mamá sobre Thelma?

Ángel: Me decía que era gorda, pero cuando me la topé era completamente diferente, no como ahora, ella empezó a bajar libras a través de la relación, no se por qué porque me gusta la masa. Es mejor tener de dónde agarrarse a no tener nada.

¿Cómo lidian con el prejuicio de la edad?

Ángel: Eso es como una canción, si 20 años no son nada, 26 menos.

Thelma: Él fue el que me hizo entrar en conciencia. Yo que me creo una mujer desinhibida, tenía ese tabú y lo descubrí hasta que él me dijo que nos casáramos y yo le dije: ‘¡Jamás! ¿Cómo se te ocurre?’.

Ángel: Ella me dijo no porque ‘soy muy mayor’. ¿Y si fuera al revés? Existe la mala costumbre de que el hombre sea el mayor.

Thelma, después de esto, ¿qué le contestó?

Thelma: Le dije: ‘sí me caso’. Ese fue el clic real porque de repente te estás perdiendo la oportunidad de ser feliz por una cosa social.