El festejo será a la distancia, sin besos ni abrazos. Suena paradójico para una celebración de cumpleaños, pero así de inédita será la celebración del natalicio de la querida chef Flora Sobrado de Echandi.
La popular Tía Florita llega este lunes 23 de marzo a los 93 años de una vida plena, feliz y agradecida, asegura ella; pero sin el recuerdo de que en alguno de todos esos calendarios haya tenido que frenar un festejo o cualquier muestra de afecto que implique contacto físico.
En esta oportunidad, las felicitaciones a uno de las personalidades más respetadas y apreciadas por los costarricenses, deberán llegar por llamadas telefónicas, mensajes de WhatsApp o por sus redes sociales. Así lo obliga la emergencia sanitaria por la que transita el país a causa del coronavirus covid-19, una medida que ella respetará al igual que debería hacerlo el resto de la población.
Sonriente, bromista y siempre dándole lugar al Espíritu Santo como el guía y protector de su vida, Sobrado de Echandi habló con Viva de su cumpleaños, los planes que tiene para la fecha y la crisis que ocupa a las autoridades de salud de Costa Rica en estos días.
Esta es parte de la conversación telefónica con Tía Florita.
—No cualquiera llega a los 93 años con el vigor que usted presume todavía. ¿Qué representa para usted este cumpleaños?
—Mucho agradecimiento con Dios. Estoy muy feliz porque he seguido mi vida normal, como siempre, porque estoy con buena salud. No me da pena que el paso del tiempo se note físicamente, porque lógico, tenés que ir para atrás, pero uno se maquilla y se arregla para verse bonito. A mí me honra que Diosito me tenga todavía tan bien y con tantas ganas de trabajar. Esto no es suerte (los 93 años), es que Dios me ha protegido mucho.
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¡¡¡Los años hay que celebrarlos con orgullo y agradecidos con Dios!!!
Posted by Tía Florita on Sunday, March 1, 2020
—De hecho, usted sigue trabajando, quizá y hasta más que antes. ¿No está cansada?
—Posiblemente habrá alguna persona que piense que cómo es posible que a estas alturas yo siga trabajando, pero es que estoy bien y me siento bien, gracias a Dios; entonces me parece que es lo natural. La gente que se enferma, que siente que ya no puede entonces va eliminando cosas que no pueden seguir haciendo, se va recortando porque el organismo no te deja seguir como antes, pero yo sigo con mi trabajo exactamente igual, como cuando empecé en la televisión (hace 45 años). Yo cumplo con mis patrocinadores y con todos por igual.
”Sí me canso de estar de pie, entonces hago mis cortes (de las grabaciones), me siento y descanso unos minutos; pero después me levanto con la ilusión de seguir siendo útil y activa. Eso me hace feliz y mis hijos se sienten orgullosos, pero eso se lo debo a Dios y al Espíritu Santo, en quien creo ciegamente porque siempre me cuida”.
—Y eso hay que celebrarlo, supongo. ¿Cómo festejará el cumpleaños?
—Recibimos este año muy agradecidos con Dios y orando más de la cuenta porque siempre se ora por la familia y por todo, pero no estamos con espíritu para celebrar. Los mismos nietos le insisten a uno de que no hay que salir de casa, entonces será mejor cada uno en su casa y Dios en la de todos. Sí hay felicidad porque la mamá y la abuelita llega a los 93 años, pero definitivamente hubo un cambio: es muy triste esto que nos está pasando (la pandemia del covid-19) y que nos afecta a todos. Esto (lo del coronavirus) no es un dolor exclusivo de nuestras casas ni de nuestras familias, es un dolor nacional y de todo el mundo.
—¿Alguna vez tuvo que cancelar o no realizar una celebración de cumpleaños como medida preventiva de algo?
—Hasta donde recuerdo no. Pero es que ahora uno recibe tanto cariño de la gente a través de Facebook. ¡Ya me están felicitando! Tengo una página con más de 350 mil seguidores y en agradecimiento por ese cariño les comparto diariamente, desde hace seis meses, recetas para que se entretengan haciéndolas en casa. Les regalo una receta todos los días porque yo colaboro con lo que sé. Todas esas personas saben de mi cumpleaños y desde ahí me envían mensajes tan lindos que yo les agradezco por tanto cariño.
—¿Le ha cambiado algo de su rutina esta pandemia?
—La gente mayor es una de las poblaciones más delicadas, yo no he tenido mayores cambios porque las recomendaciones de las autoridades son cosas que yo aprendí a aplicar desde siempre, eso relacionado con el lavado de manos y la higiene personal y de la casa. Siempre he sido una persona muy organizada y ordenada en todo el sentido de mi vida, pero si me toca, ya fue suficiente tiempo el que Diosito me permitió vivir. He sido una mujer tan feliz que todo me ha salido tan lindo en la vida, que qué más voy a pedirle al Espíritu Santo que me ha dado tanta felicidad. Siempre lo digo, mi vida la volvería a vivir exactamente como la he vivido estos 93 años.
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”El único cambio que hice por esto del coronavirus fue que leí un artículo en el diario ABC sobre los zapatos y la recomendaciones de no entrar con ellos a la casa por las bacterias y suciedad que llevan, entonces ha sido lo único diferente que he hecho porque en todo lo demás, mi casa y yo hemos funcionado exactamente igual. Ayer (el jueves) a las 3 p. m. paré las grabaciones para orar por Costa Rica, fue un llamado que hizo el padre Sergio (Valverde) entonces me uní a esa oración”.
—El frenar la expansión de este virus es una responsabilidad de todos, ¿qué le dice usted a los costarricenses frente a esta emergencia sanitaria?
—Desde el momento que estalló esto, lo único que les dije fue que tuvieran calma porque no sabíamos lo que se venía. Ahora les digo calma y orden. Hay que obedecer y estar unidos como país; solo así, unidos y pidiéndole a Dios, es que vamos a salir de esto. El país, el mundo entero, tiene que ser organizado para luchar, vencer y salir de esta pandemia.
”Llevamos dos muertes (hasta el viernes a las 6 p. m.) de gente ya grande, pero yo en los que más pienso son en los niños. Los viejitos si nos vamos es lo lógico porque, de todas maneras, nos vamos a ir por la edad y hasta en eso creo que Dios nos protege, pero un niño sería bastante doloroso”.
—¿Qué proyectos tiene usted para los próximos años?
—No hay planes de proyectos profesionales. Esto (lo del coronavirus) me tiene un poquito pensativa, no deprimida porque no debemos deprimirnos, pero sí pienso en el gran cambio que habrá más adelante. Solo nos queda pedirle a Dios que no sea un caos y que, aunque sea despacito, se vuelva a normalizar el país, pero ahorita no hay tiempo para pensar en planes.