Ramón Garriga no sabe cuándo o cómo fue que pasó de trabajar haciendo discos a producir videos para YouTube cocinando pan o dando tutoriales y consejos.
Lo cierto es que hoy es más conocido como el influencer gastronómico argentino Gluten Morgen, que por haber sido una de las estrellas de Latinoamérica en la década de 1990, cuando formó parte del afamado grupo musical El Símbolo.
Levantando las manos, De reversa y 1,2,3 fueron tan solo algunos de los éxitos con los que el artista argentino se hizo famoso junto a Frank Madero, el líder y fundador de la banda.
Sin embargo, pese al éxito que estaba experimentando en las tarimas de toda Latinoamérica, Garriga determinó que lo suyo era estar detrás del escenario. Entonces creó Hit Designers, empresa productora que precisamente trabajó con El Símbolo, así como con artistas como Maxi Trusso.
Pero la vida le tenía más sorpresas profesionales a Garriga. Fue en el 2017 cuando descubrió que su pasatiempo de hornear pan se había convertido en su mayor pasión, motivándolo a dar un giro total a su vida.
“Yo no estudié panadería ni nada, yo estudié solo, pero no es que era panadero, ni nada de eso. Yo todo lo aprendí de forma autodidacta y de verdad que me gustaba, era mi hobby, y los fines de semana hacía pan y tomaba una foto y otra foto”, recordó.
“De repente, un día me dije: ‘Me voy a montar un estudio de pan’, porque es que yo iba y venía con bowls de mi casa al estudio. Entonces, como es de dos pisos, dejé el estudio de grabación arriba y en la primera planta el de pan”, agregó Garriga, quien tiene su estudio en Buenos Aires, Argentina.
Luego, Garriga decidió que se iba a llamar Gluten Morgen y que iba a publicar videos en YouTube y en Instagram. De hecho, vacila diciendo que un día llegó a su casa y le dijo a su esposa: “Querida, ahora hago pan, no música”. A lo que ella cuestionó: “¿Y los niños?”. Y él le dijo: “Van con un bollo de pan debajo del brazo”.
“Yo hacía música electrónica, bailable... y ahora, por accidente, hago pan. Hubo un momento en el que yo ya no sabía si hacía música o pan y fue como que ya no sabía en qué estaba. Se dieron algunas circunstancias, como que se cortó la comunicación con algunos artistas con los que grababa y de repente estaba ahí el pan, mi otra pasión y empecé a dedicarle mucho más tiempo”, cuenta.
Actualmente, Garriga, de 51 años, es enfático en que su carrera musical de dos décadas está en pausa. Es decir, espera retomarla, pero más adelante, pues ahora está concentrado escribiendo libros gastronómicos y viajando a diferentes países dando charlas.
Además, cuenta que en pandemia sus redes sociales se popularizaron más de lo que en algún momento imaginó y pasó de tener unos miles de seguidores, a tener millones de likes. Actualmente, suma 1,2 millones de seguidores en Instagram, mientras que en YouTube ya cuenta con 866.000 suscriptores, con quienes comparte recetas, recomendaciones, secretos y tutoriales, siempre con un toque de humor.
LEA MÁS: Harina, agua y bacterias: Biblioteca guarda masa que data de 1850 (y aún se puede consumir)
“Siempre me gustó poner un poco de locura a las recetas, no verme tan serio; la receta es seria, pero todo el contexto no es serio, eso es lo que me divierte”, afirma.
Y aunque por ahora no comercializa su pan, confiesa que hay algunos artistas que lo buscan para que les venda producto, como Juanchi Baleirón, de Los Pericos.
Una tendencia
El hecho que Garriga haya encontrado su pasión en la masa madre como base para hacer pan y que se haya convertido en uno de los influencers gastronómicos más seguidos la región no es casualidad; pues las recetas a partir de masa fermentada son una tendencia que ha ido creciendo en Latinoamérica.
El estudio Taste Tomorrow 2023, realizado por Puratos, revela que en Latinoamérica un 75% de la población considera que la masa madre es más saludable.
“Es que la masa madre es más saludable para el organismo, porque la masa ya está predigerida por las bacterias que están dentro. Entonces, las bacterias se alimentan de las partes más nocivas y nos dejan un pan mucho más fácil de asimilar”, explica Garriga.
Además, la encuesta, presentada en Buenos Aires, y en la que participaron siete países de Latinoamérica (incluido Costa Rica), también revela que en la región un 68% de la población cree que la fermentación realza el sabor de los alimentos.
Y aunque Garriga extraña la música, por ahora cada rincón de su laboratorio está lleno de pan y de frascos con masa fermentándose. Y no... no piensa deshacerse de nada, sino seguir creciendo en el mundo gastronómico.