
Kate Winslet ya era toda una celebridad cuando, en 2006, filmó Secretos íntimos junto a Patrick Wilson. Hoy, casi 20 años después del estreno del filme, el actor y director recordó el detrás de escena de una de las escenas de sexo más recordadas de la época, reveló las consecuencias que tuvo en su colega y aseguró que hoy en día no se podría hacer.
Wilson, quien en la actualidad protagoniza Millers in Marriage, la última película de Edward Burns, repasó su experiencia en el set de Secretos íntimos y las repercusiones que tuvo en su vida la cinta, durante un episodio del podcast It Happened in Hollywood, del portal especializado The Hollywood Reporter.
La recordada escena sexual entre Winslet y Wilson se filmó mucho tiempo antes de que existieran los coordinadores de intimidad. En la toma se los ve a ambos desnudos mientras mantienen una relación sexual intensa. En cuanto a los rumores de que Winslet se había lastimado el trasero, Wilson confesó que efectivamente algo así pudo haber pasado: “Estoy seguro de que hubo muchos moretones”, dijo.
Luego de su revelación, el actor marcó una diferencia sustancial entre la forma de filmar en 2006 y ahora.
“Digámoslo de esta manera: no he hecho una escena así desde después de #MeToo (movimiento que motivó a muchas mujeres que fueron víctimas de violencia sexual a presentar sus denuncias) y los coordinadores de intimidad. Me siento un poco como un dinosaurio cuando aparecen ese tipo de escenas de amor”, se sinceró.

Wilson contó, además, que hubo otra escena de amor igualmente gráfica filmada con la actriz Jennifer Connelly, que interpreta a su esposa, la cual fue eliminada de la película.
Por su parte, cuando Secretos íntimos se estrenó en 2006, la protagonista, quien también es recordada por sus importantes roles en Titanic, Sensatez y sentimientos y Eterno resplandor de una mente sin recuerdos habló de aquellas famosas escenas de sexo.
“Ensayamos la escena completamente vestidos, sin nadie en la habitación; solo nosotros y Todd, y simplemente obtuvimos una forma general de la escena para que supiéramos qué esperar”, dijo por aquel entonces.
“Nos cuidamos el uno al otro y nos reímos mucho. Suena ridículo, pero en cierto punto olvidás que estás desnudo con un extraño”, agregó, y cerró la experiencia con una llamativa confesión: “Me dolían mucho las caderas y el trasero al día siguiente”.