“Yo he llorado... pero él se ha deshidratado”, dice Sheiris Montero señalando su esposo, Greivin Morgan, con quien se encuentra esperando su primera hija.
“Sí, he llorado mucho, porque es una niña muy pedida”, replica Greivin.
La ilusión de convertirse en padres ha llevado a la pareja a fortalecer su matrimonio y a experimentar nuevos sentimientos y sensaciones.
La pareja se casó en marzo del 2023 y, desde entonces, había intentado agrandar su familia; sin embargo, la buena noticia no llegaba. Por esa razón, ambos se habían cuestionado si iba a ser necesario recurrir a otros métodos para poder ser padres.
En agosto del 2024, finalmente, la pareja recibió la noticia que tanto esperaba, y ahora Sheiris tiene seis meses de gestación.
“Realmente es un sueño hecho realidad, en mi caso, yo desde niño soñé con ser papá, no sé por qué, y cuando uno va creciendo se va dando cuenta que no es tan fácil, que es algo muy retador y que tiene que ser dentro de un concepto o de un ambiente sano”, comentó Greivin.
Y añade: “Yo siempre le pedí a Dios, con el respeto de todas las parejas que lo han tenido fuera de un matrimonio, que me diera esa oportunidad de ser papá dentro de un matrimonio”, agregó.
Incluso, el creador de contenido reconoce que tener a su primera hija dentro de su matrimonio ha sido un “milagro”, pues años atrás fue muy “mal portadillo”.
Para Sheiris, por su parte, es no solo “una oración contestada” sino que también le permite formar una familia muy diferente a la que ella tuvo.
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“Yo quería vivir esta experiencia de la maternidad de una forma a lo que, quizá, yo no tuve oportunidad de tener. Yo tuve una mamá muy valiente, muy trabajadora, pero yo no crecí con mi papá. Entonces, mi anhelo y mi sueño era poder formar una familia, y que mi bebé tuviera esa presencia de mamá y papá juntos”, dice.
La adaptación de Greivin Morgan y Sheiris Montero
Sheiris y Greivin afirman que durante el embarazo, que ya suma seis meses, ambos han aprendido mucho y se han estado preparando para el día que tengan a su bebé entre brazos. Además, han escuchado los consejos que les dan.
“Sabemos que no hay manual (para ser papá o mamá), pero ahora hay demasiados cursos, técnicas y medios de aprendizaje para un montón de cosas: para la lactancia, para el papá, para el día del parto, para aprender a cambiarla a dormirla”. comentó Greivin.
“También hay terapeuta de lactancia y terapeuta de sueño, entre otras, que al final le hacen a uno un poquitito más sencillo el trajín, porque es muy lindo y todo, pero la gente, por ejemplo, le dice a uno: ‘Duerma ahora porque no van a dormir cuando nazca’, y yo digo: ‘¿A dónde guardo el sueño?, ¿en cuál banco?‘“, agregó.
De hecho, Sheiris es enfática al decir que “es mucha información” al mismo tiempo y que, en ocasiones, incluso se pueden sentir “un poquito abrumados”
“He tratado de tener paz, tranquilidad, ir un día a la vez, fluir, estar tranquila y prepararme hasta donde pueda, pero creo que no hay que saturarse, porque uno sabe que al final, cuando llegan, van a ser ellos nuestros mejores maestros y nos van a ir enseñando el teje y maneje del día a día. Entonces ahorita me quiero enfocar en disfrutar”, asegura la creadora de contenido.
Esta ha sido una etapa que además les ha traído varias sorpresas, por ejemplo, Sheiris cuenta que ella no ha sido la única que le han dado los típicos achaques y antojos (que incluye plátano maduro con queso y limón con sal), pues su esposo también ha tenido ambas cosas.
Greivin afirma que ha sido “rarísimo”, pero que hasta esta parte del embarazo le ha gustado.
“Me dio un dolor en la columna que me despertaba como de 11 p. m. a 6 a. m., algo rarísimo que nunca había tenido. Me ha dado mucha ansiedad y mucho antojo por el dulce, que era algo que no me pasaba. Ahora me tuve que comprar una lata de leche condensada y me la terminé yo solo en una semana”, asegura.
Sin embargo, su ansiedad va más allá del dulce, pues de solo pensar en el parto Greivin se pone nervioso. El exparticipante de Dancing with the Stars confiesa: “Voy a tener que llevar pañales ese día”.
Esta es una de las razones por las que están llevando tantos cursos para estar preparados para cuando nazca la bebé, cuyo nombre sus padres no han revelado.
“Hay papás que se desmayan y yo tengo toda esa capacidad de desmayarme de la emoción, pero vamos a ver cómo nos va”, comenta.
La pareja, quien actualmente está trabajando en darle forma a la habitación de su pequeña y en la preparación del té de canastilla, todavía no sabe si la bebé nacerá por parto natural o por cesárea, lo único que tiene previsto es que nazca el próximo mes de mayo.