
“Lo siento, me equivoqué”. Esas fueron las primeras palabras que el joven actor y cantante hongkonés, de 32 años, dedicó ayer a los medios presentes en un hotel de la capital china, donde organizó una rueda de prensa para contestar preguntas y mostrar su arrepentimiento en público.
De traje negro y gris, con el semblante serio y acompañado de su representante, Steven Chang, Jaycee se postró frente a los periodistas al entrar a la sala abarrotada de cámaras, un gesto que repitió al salir y despedirse.
“Como figura pública, este incidente ha afectado negativamente a la sociedad y ha decepcionado a aquellos que me apoyan y les ha provocado pérdidas a aquellos que trabajan conmigo. No tengo una razón, y no tengo excusa”, expresó apenado, y dijo que fue tratado como cualquier convicto. A pesar de lo anunciado, la madre del joven actor no le acompañó ayer. Su famoso padre ya había anunciado que tenía trabajo de promoción de su nueva película, Dragon blade . EFE.