A inicios de setiembre, y después de semanas de negociaciones y cambios de fechas con la oficina de prensa de Jane’s Addiction, logré finalmente darle seguimiento a una entrevista del 2003 con el bajista Eric Avery, el ‘hijo pródigo’ de la mítica banda alternativa. En la primera conversación, ocurrida en una cafetería de Costa Rica, el músico pasaba por su etapa “no quiero saber nada de Jane’s”, pero en esta ocasión lo encontré optimista y comprometido con el reencuentro del cuarteto original, el cual lo tenía en medio de una exitosa gira por Estados Unidos.
Si bien ni él ni yo teníamos manera de saber que la entrevista del 2024, vía Zoom, se estaba dando apenas días antes de que Jane’s Addiction hiciera explosión del modo más público y doloroso posible, Avery sí dejó ver su cautela al hablar del futuro de un grupo caracterizado por la volatilidad de sus relaciones internas. En el momento, me sonó a broma, pero por algo no se atrevió a asegurar que la banda seguiría unida en el 2025.
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Y así fue: el 13 de setiembre, menos de una semana después de nuestra entrevista, Jane’s Addiction subió al escenario en Boston, para dar el que bien podría ser su último concierto, luego de que un frustrado Perry Farrell la emprendiera contra el guitarrista Dave Navarro, a quien increpó y golpeó en medio del recital, para sorpresa de una audiencia que registró todo el altercado en un video que, está de más decir, se viralizó esa misma noche. Avery y varios técnicos intervinieron en la trifulca y en el video se ve cuando el bajista le aplica una llave al cuello al descontrolado cantante e incluso le da un par de golpes en el estómago. El recital quedó inconcluso y la bronca siguió tras bastidores, donde al parecer Farrell volvió a golpear a Dave, quien ha sido uno de sus socios musicales más leales desde que empezaron a destacar en la escena alternativa de Los Ángeles, a mediados de la década de 1980.
Al día siguiente, Avery, Navarro y el baterista Stephen Perkins publicaron un mensaje conjunto, confirmando la cancelación del resto de la gira a causa de “las dificultades de salud mental” de Perry. El cantante y creador del festival Lollapalooza hizo lo propio, disculpándose por su conducta y finalmente el cuarteto anunció el 16 de setiembre que llegó a “la difícil decisión de tomarse un tiempo aparte como grupo”. Dos días después se lanzó, casi de manera póstuma, su nueva canción, True Love, apenas la segunda pieza que logró ver la luz de las sesiones de esta efímera reunión, después de que Imminent Redemption se promocionó, con mucho optimismo e ilusión de parte de sus fans, en julio.
Así que, por favor, tome en cuenta todo este inesperado antecedente al leer esta entrevista, de la primera semana de setiembre, con un Avery que no tenía una bola de cristal y que hoy parece testimonio de una época muy lejana.
Admito que tras ver la súbita desaparición de uno de los grupos más emblemáticos del rock alternativo pensé que ya no tenía mucho sentido publicar este texto, para el cual presumí, equivocadamente, que tendría más tiempo, y por eso lo dejé dormir unos días en el escritorio. Sin embargo, hoy se los comparto pues Eric Avery es uno de los bajistas más influyentes de su generación, alguien que no solo ha dejado su huella en Jane’s Addiction, pues ha colaborado con prácticamente todos los grandes de la escena californiana, y que desde aquella primera plática que tuvimos, en el 2003, mostró un aprecio legítimo por Costa Rica.
–No espero que lo recuerde, pero nuestra primera conversación fue hace muchos años, cuando vino a Costa Rica como bajista de Alanis Morissette. Salí de su conferencia de prensa para buscarlo en el hotel, lo encontré en el café y fue muy amable conmigo en ese momento. ¿Tiene algún recuerdo de esa visita y del concierto en Costa Rica?
–Mi recuerdo de Costa Rica es haber estado allí muchos años antes, solo de vacaciones. Pasé, creo que unas dos semanas allí, en Playa Carmen, en la península de Nicoya, cerca de Santa Teresa. Es un lugar increíblemente hermoso, lo disfruté muchísimo. De hecho, intenté comprar una propiedad allí, pero en ese momento no me resultó financieramente viable.
–Nuestra entrevista fue en el 2003, cuando sus compañeros de banda estaban en la primera reunión de Jane’s Addiction, y recuerdo que me dijo que eso era parte de tu pasado y sonaba muy decidido a no volver a la banda. Sin embargo, supongo que la amistad se mantuvo de alguna forma, al menos con algunos de ellos. ¿Fue así?
–Es una historia un poco complicada cómo volví. Desde ese momento pensé que había terminado, pero la revista NME en Inglaterra decidió darnos un premio a la trayectoria. Nos pidieron tocar una canción en la ceremonia, y esto fue en el 2009, creo. La revista NME era como la biblia de la música cuando era joven, así que pensé que era muy cool que nos honraran de esa manera, así que acepté. Tocamos una canción y pensé que eso sería todo.
”Al día siguiente, un amigo que había trabajado con Jane’s desde el principio, siendo nuestro agente, me envió un email y me pidió hablar sobre el futuro de la banda. Respondí con un signo de interrogación: “¿Futuro?”. Nos reunimos y me presentó un plan de cómo sería si regresara, con música nueva y todo. Me convenció de hacerlo, pero muchas de las cosas que me prometieron no se cumplieron. Así que me fui de nuevo”.
–Eso fue en el tour con Nine Inch Nails, ¿cierto?
–Sí, exacto. Me fui porque no estaba siendo lo que quería. Quería que la banda estuviera viva con nueva música, no solo tocando canciones antiguas. Y así, me alejé otra vez. No fue hasta hace un par de años que Perry se comunicó conmigo. Pensé que me contactaba por la muerte de nuestro amigo Taylor Hawkins, de Foo Fighters. Nos reunimos y pensé que sería para colaborar en algo por Taylor. Pero me pidieron regresar a la banda, con un plan para hacer música nueva. Les dije que, basándome en el pasado, no tenía confianza en que las cosas sucedieran como prometían, pero que estaba dispuesto a dar los primeros pasos y ver qué pasaba.
”Así que comenzamos a crear momentum, escribimos música nueva, y se sintió emocionante. Troy (Van Leeuwen, guitarrista de Queens of the Stone Age) y Josh (Klinghoffer, exguitarrista de Red Hot Chili Peppers) nos ayudaron a comenzar, y luego Dave se unió. Todo ha progresado de manera natural esta vez, así que aquí estamos”.
–No creo haber sido el único sorprendido cuando se anunció que los cuatro habían escrito y grabado una nueva canción, Imminent Redemption. Personalmente, me emocionó escuchar que el bajo abre el primer tema que graba con la banda desde Ritual de lo habitual. ¿Cuál es la historia detrás de esta canción en particular?
–La mañana antes de ir al estudio, había estado trabajando en algunas ideas, pero no me convencía nada. Me di cuenta de que extrañaba tocar con Stephen y su estilo particular de batería. Así que busqué en internet y encontré un video de Stephen en una clínica de batería en una tienda de música. Descargué un fragmento de él tocando un ritmo rápido y escribí la progresión de Imminent. Esa misma mañana la llevé al estudio por la tarde, Stephen llegó, empezó a tocar, y todo fue muy emocionante. Perry estaba en otra habitación escribiendo letras y cantando, y todo se unió sin mucho esfuerzo. Realmente fue muy natural desde el principio.
–¿Le sorprendió lo fácil que fue? ¿Siempre fue así cuando creaban música como banda?
–Creo que una de las cosas que hace única a Jane’s Addiction es que cada miembro tiene un estilo muy particular. Ninguno de nosotros encaja fácilmente en otra banda, pero cuando estamos juntos, es muy familiar y, al mismo tiempo, muy especial. Es como encender un interruptor; la máquina se pone en marcha. Todo fluye de manera natural cuando tocamos juntos.
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–Entiendo que hay más canciones en camino. ¿Podemos esperar un nuevo álbum pronto?
–Es seguro decir que nunca puedes apostar por el futuro de esta banda. Si hay un Jane’s Addiction en 2025, habrá nueva música. Dejémoslo así.
–Ha estado prácticamente de gira sin parar. Ha tocado desde joven, ya sea con Jane’s o con otras bandas. También ha encontrado tiempo para grabar álbumes en solitario, trabajar en música para películas y colaborar con muchos artistas. ¿Qué hace Eric Avery cuando no está en el escenario o en el estudio?
–Estoy aprendiendo a ser un ser humano en el mundo y a tener una vida. Siempre me he considerado un estudiante del mundo, y también de la música, ya que nunca recibí formación formal. Paso mucho tiempo aprendiendo cosas nuevas, experimentando, estudiando teoría musical, modos, escalas y cómo grabar y mezclar. Aunque no siempre estoy lanzando música, siempre hay una educación en marcha.
–Jane’s Addiction ha sido nominada al Salón de la Fama del Rock and Roll en varias ocasiones, y se espera que tarde o temprano sean incluida. No sé si eso es algo que le importa o a sus compañeros de banda.
–No puedo hablar por mis compañeros, pero a mí no me afecta en lo más mínimo. Tengo una idea clara del impacto que he tenido en otros músicos porque escucho mucho de la gente sobre mi forma de tocar el bajo, porque es muy simple, y mis líneas de bajo tienden a sonar como la canción. Mucha gente ha aprendido a tocar con mis líneas de bajo, claro, gente de cierta edad. Esa satisfacción personal por mi trabajo me llega a través de esos encuentros, no de cosas como estar en el Salón de la Fama.
–Finalmente, no sé si lo ha pensado, pero podría ser como el Kevin Bacon de Los Seis Grados de Separación de la música alternativa, con sus conexiones en todas partes: miembro de Jane’s Addiction, bajista de Garbage, tocó con Alanis Morissette, colaboró con Nine Inch Nails, además de Smashing Pumpkins e incluso Metallica. Flea ha dicho que usted es uno de sus bajistas favoritos. ¿Cómo se siente al ver tanta evidencia de su trabajo?
–Estamos de gira con Love and Rockets, ¿ok? Y todavía tengo momentos en los que estoy almorzando con ellos un martes por la tarde en Los Ángeles, y pienso: “Mírame, estoy almorzando con uno de los miembros de Bauhaus”. Porque Bauhaus era una de las bandas que veneraba cuando tenía 17 o 18 años. Y eso no se me escapa. No dejas de ser fan, o al menos yo no lo he hecho.
“Y, básicamente, he tomado decisiones humildes en mi carrera. Solo he ido de una piedra a otra en el río, saltando a la siguiente piedra y luego a la siguiente. Y sí, ahora miro hacia atrás y me doy cuenta de que he tenido un viaje bendecido, y en realidad ha sido bastante aleatorio. No tengo un mánager personal, solo han sido amigos o conocidos que se han convertido en amigos”.
–Espero verlo de vuelta como miembro de Jane’s Addiction en Costa Rica.
–Me encantaría hacerlo.