
El periodista deportivo Josué Quesada va de frente y con todo al expresar sus fuertes opiniones futbolísticas. Y aunque se muestre valiente y sea el primer y más acérrimo defensor de sus controversiales comentarios; esto no quiere decir que su consciencia esté libre de arrepentimientos.
Quesada habló en exclusiva con La Nación y reveló que durante su carrera periodística, que empezó formalmente en 2009 en Radio Columbia, ha cometido gran cantidad de errores, pero que hay uno en específico que aún lo persigue. Este sucedió en 2019, durante una transmisión del programa Fútbol por dentro, del que él era parte junto a Kristian Mora y Claudio Ciccia.
Según narró, ese programa se realizó desde una Expo Móvil, llena de gente viéndolos. Minutos antes de tomar el micrófono, había compartido con varios seguidores que le expresaron su simpatía y que a puntas de halago le pusieron el ego por las nubes.
Todo eso fue el caldo perfecto en que hirvió su desazonado análisis sobre la designación de Vladimir Quesada como técnico de Saprissa (antes de haber cosechado los numerosos títulos que obtuvo al frente del club morado).
“Yo dije, frente a todo el mundo: ‘Vladimir es un don nadie, Vladimir no debería de dirigir a Saprissa, Vladimir no existe, Vladimir no es nadie para Saprissa’. Y un montón de gente abajo: ‘sí, sí, es cierto, es cierto’. Entonces, como que inflaron el globo”, recordó el periodista.
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Una vez terminó el programa recibió una llamada de Yashin Quesada, quien es hermano de Vladimir y al que Quesada catalogó como un mentor.
“Me dijo: ‘Te quiero y te respeto mucho; creo que tenés un gran futuro como periodista, pero hoy la cagaste. Dijiste algo que no tiene reversa y que, no como periodista, sino como ser humano, te retrata de la peor manera’. Yo era más joven e irreverente y lo mandé para el carajo. Le dije: ‘Sea necio, Yashin, debátame. Dígame por qué usted cree eso’”, relató la figura de TDMás.
“Yo jugando de.... Y me hace: ‘No, Josué, todo lo que usted quiera, puede ser malo, pero que usted diga que él es un don nadie, que él no existe... ahí hay una parte más allá de lo futbolístico. Se te fue la mano”, añadió.
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Luego de esa conversación, en sus propias palabras “se hizo el loco”, pero la repercusión de sus declaraciones fue aumentando. Aquel comentario tomó tal magnitud que llegó hasta la mamá del comunicador; lo cual dice, es seña inequívoca de que la cosa se salió de control, pues ella no está al tanto del ecosistema futbolero.
Esto provocó que ella tomara el teléfono y le diera una de las lecciones de su vida.
“Me manda mami el video y me dice: ‘Uy no, hijo, usted no estudió periodismo para hacer estas cosas’. Mae, esa vara me llegó al alma, al corazón. Yo le pedí perdón a Yashin personalmente y a Vladimir en una conferencia, y varias veces también por medio de programas. Son cosas que sí lo persiguen a uno y que desearía que desaparezcan. Desearía no haberlas dicho nunca”, narró quesada
“Nunca más volví a desmeritar o a despreciar a un ser humano por sus atestados futbolísticos”, sentenció.

Josué asegura que pasó la noche desmoralizado, como “un perro”, pero que agradece tener cables a tierra como su mamá. Afirma que aquel episodio también lo hizo obtener muchos seguidores en redes sociales, y que de no ser por los valores de su entorno, habría tenido el riesgo de pensar que ese era el camino para destacarse.
“Ya cuando a usted lo agarra su mamá, lo sienta y le dice algo que a usted le llega; ahí desaparece todo. Todo el mundo desaparece y usted queda solo frente al espejo, y dice, ‘Sí, la cagué; la cagué mal y feo’. Pero di, en buena hora que me pasó en un momento que tal vez no tenía tanta exposición y no era el Josué que soy hoy”, comentó.
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El final de este capítulo fue el golpe más duro para el periodista, pues al final de ese torneo, Vladimir Quesada alzó el cetro de campeón nacional con el Saprissa. Aunque Josué es fiel fanático del equipo morado, el arrepentimiento se apoderó de él durante la celebración del club de sus amores.
“Para mí la historia fue de terror, porque quien yo decía que era un don nadie, que esto y que lo otro, salió campeón nacional. Es el único título de mi equipo que yo no pude disfrutar, porque adentro en mi consciencia yo sabía lo que había dicho. Claro, en aquel momento nadie se acordaba de lo que yo había dicho. Primero porque yo no era nada célebre y segundo porque todo el mundo estaba en la fiesta”, revivió.
“Pero yo adentro mío, yo sí sabía. La procesión por dentro iba muy lenta, muy pesada, muy cargada, muy espesa”, concluyó.