Ni decepciones amorosas previas ni tragedias que han marcado su vida consiguieron que Maybelline Temple dejara de creer en el amor.
En una ceremonia sencilla, pero rodeada de amigos, familiares y seguidores, la mujer conocida como “la mop que promete” se casó ayer con Efraín Corrales.
Temple aseguró sentirse muy ilusionada con su nueva vida de casada y con su marido.
“Es alguien humilde, sencillo; es una persona de pueblo como yo. Al mae le gustan las mismas cosas que yo. Él promete todo” , aseguró la novia entre risas.
Segura de que era su día para brillar, Temple hizo esperar a los invitados y llegó elegantemente tarde a la ceremonia.
La novia desfiló sobre pétalos de rosa amarillos y rojos y con un vestido blanco, confeccionado por una de sus amigas.
El peinado fue el elemento más llamativo de su vestimenta. Temple decidió utilizar extensiones en lugar del tradicional velo nupcial. El resultado fue una cabellera de más de un metro de largo, que duró unas cinco horas en colocarse.
“No teníamos dinero para hacer una boda como hubiéramos querido y le dimos prioridad a la ceremonia y a los fans . Quisimos una boda donde la gente pudiera venir sin estorbos de nada”, explicó Temple.
Amigos primero. “Te amo mucho y me estoy casando de verdad. Al chilly willy ”. Esa fue la frase elegida por Temple para sellar sus votos matrimoniales delante de unas 200 personas en la iglesia Óleo de Gozo, ubicada en Ipís de Guadalupe.
La pareja tiene cuatro años de conocerse y empezaron a salir hace seis meses, tras el incendio que hizo conocida a Temple por su actitud positiva ante la adversidad.
Los novios tomaron la decisión de casarse para llevar la relación a un nuevo nivel.
“Cuando uno empieza a sentir las calenturas en algunos besos, mejor no hacer feo, mejor hacer las cosas bien y yo dije: Mi amor, ¡casémonos porque la cosa se está poniendo caliente!”, afirmó Temple.
El primer beso como marido y mujer fue recibido en medio de gritos y aplausos de los invitados.
Tras la bendición, la dupla bailó lentamente y, con cara de enamorados, una canción.
Aunque en la invitación aseguraba que habría baile del billete, el plan se vio frustrado, pero Temple tomó la situación con humor.
“No sé. Yo veo una bola de limpios, nadie trajo la plata”, dijo, mientras abrazaba y se tomaba fotos con las personas que se acercaban a saludarla.
Un poco sonrojada, pero decidida, la novia insistió en lanzar su ramo de flores y el liguero para compartir con el resto de presentes su buena suerte.
Los recién casados tenía programado pasar su luna de miel en un hotel en Paseo Colón, como regalo de una amiga de Temple.