Los sofisticados y alegres bolsos de la marca Kate Spade, que han puesto a soñar a más de una mujer luego de verlos en las vitrinas, muchas veces han tenido sello costarricense.
Hace un tiempo en Viva presentamos la historia de Nicola Glass, la directora creativa de la icónica marca que famosas como Kate Middleton, Taylor Swift, Reese Witherspoon, Sarah Jessica Parker y Jéssica Alba prefieren. Aquella vez, la británica resaltó el amor que siente por Costa Rica, país que la hipnotizó por su naturaleza y sus olas. En esta oportunidad podrá conocer a Adriana Chaves, una costarricense nacida en San José que ha trabajado por más de cuatro años diseñando bolsos para esta popular firma, fundada en 1993.
Adriana Chaves es una josefina, de 38 años, que viajó a Estados Unidos a los 19 para estudiar diseño de modas en la universidad Rhode Island School of Design (RISD). Posteriormente se mudó a Nueva York, ciudad en la que ha trabajado los últimos tiempos.
En sus épocas de estudios Adriana realizó pasantías en la Gran Manzana y Londres.
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“Mis primeras pasantías de accesorios fueron en Michael Kors y Marc by Marc Jacobs. Luego, cuando me gradué, comencé mi carrera en Coach como asistente de diseño de bolsos. Después de Coach trabajé en Reed Krakoff, Simply Vera, Vera Wang y un poco después de tener a mi primera hija empecé a trabajar en Kate Spade”, cuenta Adriana, quien ahora es madre de dos niñas.
Adriana Chaves trabajó para Kate Spade por cuatro años y medio y fue directora de diseño de bolsos. Esta vez ella pudo responder esta entrevista y contar detalles de su carrera tras terminar su ciclo en la empresa, pues próximamente se mudará a San Francisco.
En la ciudad californiana, su esposo encontró una nueva oportunidad laboral y sus niñas podrán tener más contacto con la naturaleza. Al mismo tiempo, Adriana podrá concentrarse en sus próximas metas profesionales.
Adriana habló en detalle de su carrera y vivencias en Kate Spade. Ella espera que con su historias muchas personas se puedan inspirar para alcanzar sus objetivos de vida, ya que una de sus aspiraciones es ayudar a más mujeres a crecer en el mundo laboral.
—¿Qué enseñanzas le ha dejado trabajar para marcas de gran prestigio?
—Esta industria es muy competitiva y rápida. Hay que alinearse con las metas de las compañía donde se trabaja, estar dispuesto a poner esfuerzo extra en momentos de cansancio y lo más importante de todo es saber trabajar con todo tipo de personas.
“Entre mis experiencias previas están reuniones de 7 p. m. a 10 p. m., salir del trabajo a medianoche constantemente, ir a viajes al extranjero donde trabajo dos semanas sin fines de semana ni descansos. Esto es sin mencionar la cantidad de diseños que se rechazan hasta lograr uno exitoso. A la vez tengo la dicha de sentir la emoción de ver mis bolsos en las vitrinas de las tiendas, en revistas de moda o en una persona en la calle".
—¿Cómo llegó a Kate Spade y qué ha sido lo más enriquecedor de este proceso?
—En Kate Spade tuve el puesto de directora de diseño de bolsos y estuve con la compañía cuatro años y medio. Estuve encargada de diseñar colecciones de bolsos desde el concepto y supervisar el proceso hasta la producción. La experiencia en Kate Spade ha sido bastante variada ya que he trabajado con dos directoras creativas diferentes: Deborah Lloyd y Nicola Glass.
“Uno de los momentos más enriquecedores fue cuando cambiaron a la directora creativa después de haber tenido a mi segunda hija. Cuando volví al trabajo todo había cambiado y tuve que adaptarme a trabajar para alguien diferente, con gusto y visión distinta. El cambio de líder significó que tuvimos que rediseñar todos los productos bajo una nueva visión y naturalmente el horario laboral fue más extenso de lo normal. A la vez, yo estaba tratando de adaptarme a ser mamá de dos hijas. Recibí mucho apoyo de mis compañeras de trabajo, eso nunca lo olvidaré”.
—¿Cómo se logra ser madre y profesional en una carrera tan demandante?
—Como muchas mujeres he tenido que encontrar un balance entre ser madre y profesional. Es complicado, sin duda. Ha sido esencial tener ayuda de una persona de confianza, además de mi esposo. También darle toda mi atención a mi familia los fines de semana. Antes de este año, cuando viajaba al extranjero, le pedía a mi mamá o a mi suegra que se vinieran a quedar a la casa con mis hijas. En fin, es un trabajo de equipo y he tenido la dicha de tener mucho apoyo de mi familia.
—¿Cómo logra una persona no nacida en Estados Unidos posicionarse en un puesto tan importante en la firma Kate Spade?
—El apoyo de mis papás, Ileana y Rolando, ha sido clave. Ellos siempre le dieron prioridad a mi educación y me dieron la oportunidad de ir a una universidad sobresaliente. Todo eso más las pasantías que hice antes de graduarme me ayudaron a obtener el trabajo en Coach, el cual me dio una base sólida en el tema de diseño de bolsos.
“Ser extranjera en Estados Unidos también ha implicado necesitar visas de trabajo (que significan un costo extra para una compañía) y por eso siempre he tenido que demostrar excelencia en mi trabajo. Pero por cada trabajo que he tenido han habido muchos otros trabajos que no me han dado. Al final es cuestión de tratar y seguir tratando”.
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—¿Cómo es su relación con Nicola Glass, directora creativa de Kate Spade? En entrevista ella nos contó que es una amante de Costa Rica.
—Sí, es super amante de Costa Rica. Yo fui interna de Nicola cuando ella trabajaba en Michael Kors, entonces la conocía desde antes. En Kate Spade tenía varias entregas donde le enseñaba dibujos de los bolsos, prototipos y bolsos terminados. Ella me daba su opinión, los detalles que quería cambiar y lo que le gustaba. Antes de este año viajaba con ella y el equipo de diseño a las fábricas para refinar el producto al final de cada temporada.
—¿Qué la inspira a la hora de crear? ¿Qué quiere decir a través de sus carteras?
—El propósito de un bolso es funcional, así que debe combinar belleza y ser útil para el día a día. Me inspira la idea de hacerle la vida más fácil a una mujer. Pienso en las mujeres que me rodean, mis familiares y amigas quienes tienen vidas tan diferentes una de la otra y necesidades únicas.
—Parece que usted es una mujer de metas y perseverancia. ¿A qué apunta ahora? ¿Qué más quiere lograr en el mundo de la moda?
—Mis metas no son tanto de moda sino de ayudar a elevar a las mujeres en el mundo laboral. En Kate Spade me he dado cuenta de que mi influencia en la compañía ha podido posicionar a varias mujeres mejor. Por ejemplo: dar retroalimentación a una jefa, reconocer a una compañera de trabajo en una reunión con muchas personas o dedicar parte del día a ayudarle a alguien más joven a dibujar. Eso es lo que me llena más y quiero seguir haciéndolo donde sea que vaya.
—La industria de la moda es la segunda más contaminante en el mundo. Desde su labor, ¿trata de hacer algo para reducir el impacto ambiental?
—Falta mucho que explorar en el mundo de la moda y lo importante es educarnos. Este año muchos nos hemos dado cuenta que no necesitamos tanto y también a impulsar el tema de la sostenibilidad en la industria de una manera más significativa. Tengo como prioridad entender más a fondo qué se puede hacer en el proceso de producción. Seleccionar materiales sostenibles y utilizar los sobrantes para otros proyectos es un comienzo.
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—¿Cada cuánto visita Costa Rica? ¿Cuándo está en Nueva York qué la hace sentirse cerca de esta tierra?
—Casi siempre voy a Costa Rica en la época navideña, para pasar tiempo con mi familia. Mis hijas hablan español y esa es una de las cosas que nos hacen sentirnos ticas en casa. También tengo la despensa llena de bizcochos, galletas de soda y turrones que me trajeron mis hermanas Vivian y Ana Laura en su última visita.