En octubre pasado, al cierre del desfile primavera-verano 2019, de Chanel, los entendidos de la moda tuvieron una premonición. Karl Lagerfeld, director creativo de esa maison francesa, apareció tomado de la mano de Virginie Viard, quien siempre trabajó a su sombra como directora de estudio. La imagen de esa mujer sencilla y elegante, de cabello rebelde y natural, dio indicios de lo que vendría más adelante.
Esta brillante pero discreta francesa traducía en prendas los bocetos del conocido káiser. Trabajaron juntos por más de 30 años e, incluso, en los últimos tiempos hubo rumores de que las más recientes colecciones eran su obra completa, mas nunca se probó y todos los méritos fueron para la mente maestra del alemán, quien tenía su salud debilitada.
La separación de Virginie y Karl estuvo marcada por la muerte del prominente diseñador en febrero pasado. Ese día 19, Chanel anunció el adiós de Karl y, a su vez, que aquella misteriosa mujer que apareció saludando en octubre y luego en enero, sería la nueva directora creativa de la marca de lujo.
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Nueva era
El 3 de mayo, en un despampanante desfile, Virginie Viard debutó como directora creativa de Chanel. Un total de 79 estilismos se modelaron en la pasarela que se montó en el Grand Palais de París para presentar la nueva colección Crucero 2020.
Diseños sofisticados con propuestas oscuras, sets hechos de tweed (lana áspera), estampados florales y calzado en el que combinan dos tonos, fueron parte de las referencias, que, medios especializados en moda, consideran inspiraron a Viard, quien al parecer quiso mantenerse muy apegada a la estética de Karl Lagerfeld y de la icónica Coco Chanel.
En esta colección Viard también guiñó a los pantalones, en el desfile se vieron tres estilos especiales: los palazzos, los paper bag (hacen referencia a bolsa de papel por cómo se recogen en la cintura) y los tubo. Cada look fue acompañado por llamativos accesorios en los que estaba la emblemática y codiciada doble C.
En esta muestra hubo un claro homenaje a Lagerfeld, pues un diseño mostró el clásico cuello alto que era tan común en el diseñador.
Sin embargo, en esta primera vez, Virginie Viard dio asomos de lo que será “su nueva era”. Grandes lazos resaltaron algunas de las blusas que lucieron las modelos, estos diseños también estuvieron en fajones y vestidos. La diseñadora se lució en el concepto de feminidad, eso sí, sin salirse del legado de Chanel, la casa que ha confiando en ella.
Karl Lagerfeld dijo en una entrevista, concedida a la revista Madame Figaro, que cuando vio por primera vez a Virginie, en seguida sintió como “hablaban el mismo idioma”, por ello confió en ella para ser su “intérprete” y para dejar en sus delicadas y astutas manos la responsabilidad de una marca que él logró hacer deseable en los últimos 30 años.
El trabajo de Virginie antes de asumir la dirección creativa, se basaba en coordinar el equipo, comunicarse con los proveedores y elegir los finos materiales y textiles.
Sencilla y misteriosa
Al vestir, Virginie Viard no lleva los más emblemáticos y llamativos trajes de Chanel. De hecho, es común verla con pantalones negros básicos y alguna chaqueta. Su estilo es romántico pero rockero a la vez. Según El Espectador, esta francesa es fanática de “las camisetas vintage setenteras y los zapatos planos”. Para ataviarse, Virginie prefiere el minimalismo.
Tiene 57 años, pero prefiere decir que son “cincuenta y pico”. Nació en Lyon, Francia, y es madre de un joven de “veintitantos”. De su vida privada no se sabe mucho, pero de su carrera en moda, sí un poco más.
Virginie llegó a Chanel en el 87 para trabajar en bordados. Todo empezó cuando fue pasante en la exclusiva casa. En aquel tiempo ni siquiera soñaba con la posibilidad de llegar a ser lo que es hoy, no porque no fuera capaz, si no porque en su mente juvenil había otros anhelos.
"En aquella época no estaba muy interesada en Chanel ni en las súpermodelos. Me iban más marcas como Martine Sitbon", dijo en una entrevista a Vogue de España.
Desde su crecimiento, la talentosa creadora estuvo rodeada de textiles, a partir de la infancia se enganchó con la industria de la moda, aunque inicialmente aspiró a hacer vestuarios para películas.
Virginie diseñó para los filmes Trois Couleurs: Bleu (1993) y Trois Couleurs: Blanc (1994). Alternadamente trabajaba, desde el 92 con Karl, en Chloé , casa a la que se fueron por cinco años. En el 97 regresaron a Chanel y ella asumió el cargo como coordinadora de alta costura.
“Mi abuelo y mi bisabuelo tenían una fábrica textil. Siempre me gustaron la ropa y el mobiliario... Cuando estudiaba hice algunos desfiles con amigos con los tejidos que sobraban de la fábrica. Al principio, no sabía si quería dedicarme a la moda o al vestuario para cine. Colaboré en algunas películas y conocí a Karl a través de amigos de mis padres. No me daba completamente cuenta de quién era”, añadió en la misma entrevista con Vogue.
En esta nueva era, Chanel regresa a las poderosas manos de una mujer, la primera fue la propia Gabrielle ‘Coco’ Chanel, cuando develó su marca en 1910, recordó Vogue en su edición británica. Hasta ahora Virginie se ha concentrado en trabajar, no ha dicho mucho, pero si nos basamos en sus declaraciones anteriores a revistas de moda, este es su momento, uno que disfruta en la intimidad de su discreción.
“Me gustaría estar aquí (en Chanel) hasta que me retire. Soy feliz de venir al estudio cada día y siempre me repito el privilegio que supone”.